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Contaminación atmosférica / Comunicados /Comunicado, 12-05-12

Los datos de contaminación atmosférica en Valladolid y en Castilla y León no son representativos

Desde 2002, el Ayuntamiento de Valladolid y la Junta de Castilla y León han cambiado o suprimido quince estaciones que superaban los límites legales de contaminación atmosférica

Sábado 12 de mayo de 2012

Comunicado, 12-05-12

Ante la valoración realizada por la Junta de Castilla y León sobre la buena
calidad del aire en la Comunidad Autónoma durante el pasado año 2011,
Ecologistas en Acción quiere manifestar un año más que los datos de las
redes autonómica y del Ayuntamiento de Valladolid no resultan
representativos de la contaminación atmosférica en la región, ya que las
estaciones de control incumplen actualmente las condiciones de implantación
de la normativa europea y española.

Las autoridades regionales están suministrando datos obtenidos en estaciones
urbanas localizadas en áreas sin tráfico o incluso en parques, incumpliendo
la obligación legal de ubicar los medidores en "las áreas situadas dentro de
las zonas y aglomeraciones que registren las concentraciones más altas a las
que la población puede llegar a verse expuesta".

No parece el caso de la estación ubicada en el Parque de la Carcavilla, en
Palencia, la única existente para el control de la calidad del aire en esta
ciudad. Tampoco de la situada en el área recreativa de Fuentes Blancas, en
Burgos. La otra estación de la ciudad de Burgos se ubica en una calle
peatonal de la periferia urbana. Estas estaciones se ubicaban hasta hace
algunos años en grandes vías de tráfico de ambas ciudades (Avenida de Manuel
Rivera en Palencia, calle Vitoria en Burgos), y registraban niveles de
contaminación superiores a los legalmente admisibles. Moverlas a parques y
zonas peatonales ha resultado efectivo para aparentar que se ha resuelto el
problema.

Parecido es el caso de Salamanca. Tras el cambio de la estación Avenida de
Portugal a una zona residencial periférica, en 2007 se traslada también a la
periferia el medidor de la Avenida de Alemania, que estaba pulverizando el
valor límite por dióxido de nitrógeno y registraba niveles muy elevados de
partículas finas. Así, actualmente la ciudad de Salamanca tampoco cuenta con
ninguna estación en calles con tráfico.

El León, la estación Barrio Pinilla se desplaza en 2006 unos 150 metros por
el «aumento espectacular del tráfico en las inmediaciones» [Informe de 5 de
julio de 2006 de la Junta de Castilla y León], a una calle de menor tráfico.
Y en 2009 se suprime la estación Plaza de Toros, que venía superando el
valor límite por dióxido de nitrógeno. En Ponferrada, en 2003 se dejan de
medir partículas en la Estación de Autobuses y en 2005 se mueven a la
periferia los medidores del Paseo de San Antonio y la Avenida de Huertas
Sacramento.

En Valladolid, recientemente se han desconectado las estaciones de las
calles Labradores y Avenida de Santa Teresa, con una fuerte densidad de
tráfico, y se ha movido la estación de La Rubia para alejarla de la
Carretera de Rueda y el Paseo de Zorrilla. Ahora se propone mover una de
estas estaciones a las instalaciones deportivas en Fuente la Mora, alejadas
de la ciudad. Los efectos de estos cambios son rotundos: cuanto más lejos
circulan los coches, menos contaminación se mide.

Salvo para el ozono. De hecho, el propio informe sobre la calidad del aire
de la Junta de Castilla y León recoge que los niveles medidos en las
estaciones de Castilla y León incumplen sistemáticamente las recomendaciones
de la Organización Mundial de la Salud. Entre 30 y 100 días al año, o sea
durante la práctica totalidad del verano. Y es que se da la paradoja de que
cuanto más se alejan los medidores del tráfico, más suben los niveles de
ozono, que sólo se forma en la atmósfera a cierta distancia de los tubos de
escape.

De esta manera, sin apenas adoptar medidas urbanísticas ni de movilidad para
reducir el tráfico de vehículos, en Burgos, León, Ponferrada, Palencia,
Salamanca y Valladolid se ha pasado del frecuente o sistemático
incumplimiento de la normativa de calidad del aire a una situación de
aparente mejoría, simplemente cambiando los medidores a emplazamientos sin tráfico o con éste minorado. Ecologistas en Acción considera esta práctica
fraudulenta e injustificada normativa y científicamente, por lo que no
considera representativos de la situación real los datos suministrados por
las administraciones, en perjuicio de la salud pública.

Ecologistas en Acción de Castilla y León /
Ecologistas en Acción de Valladolid