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Comunicado. 3-X-2002

Ecologistas en acción de Valladolid presenta alegaciones a la clasificación como suelo urbanizable de las fincas agrícolas del este de la ciudad

Con la excusa de reubicar la estación de mercancías de RENFE, el Ayuntamiento crea 3 nuevos sectores residenciales con capacidad para edificar 10.000 viviendas de lujo

Jueves 3 de octubre de 2002

Ecologistas en Acción ha presentado alegaciones a la Modificación Puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Valladolid en las fincas agrícolas comprendidas entre la Ronda Interior y Exterior al norte del río Esgueva y hasta el límite municipal de Santovenia de Pisuerga, promovida por el Ayuntamiento de la capital y cuya información pública apareció en el BOCyL del pasado 29 de agosto.

La modificación consiste en una reclasificación de más de 5 millones de metros cuadrados de suelo rústico con protección agrícola como suelo urbanizable, con la supuesta finalidad de albergar la nueva terminal ferroviaria de mercancías y otras instalaciones anejas. Los datos incluidos en el proyecto municipal demuestran, en cambio, que la operación encubre en realidad la promoción de 3 nuevos sectores residenciales con capacidad para alrededor de 10.000 nuevas viviendas libres (sin ningún régimen de protección), al menos en su tercera parte unifamiliares.

Los ecologistas advierten que Valladolid tiene actualmente suelo vacante suficiente para cubrir las necesidades de nuevas viviendas y áreas industriales al menos en las próximas dos décadas, sin necesidad de ampliar su superficie ni un sólo metro cuadrado más. Así, la capital dispone de suelo vacante para 35.000 viviendas y para 4 polígonos industriales como el de San Cristóbal, de forma que el interés general no justifica ampliaciones como la pretendida ahora.

Por contra, la reclasificación en curso arruinaría una de las mejores vegas agrícolas del municipio, con extensas fincas que suman casi 500 hectáreas de regadíos abastecidos desde el Canal del Duero y multitud de pozos, donde cada año se producen hasta 5.000 toneladas de verduras, hortalizas y patatas que se venden preferentemente en los mercados de la ciudad, abasteciendo de estos alimentos a cerca de 50.000 vallisoletanos.

Aparte de la pérdida de este valioso suelo fértil y las producciones que de él se obtienen, nos encontramos ante un atentado al patrimonio cultural y paisajístico del municipio, que amenaza con hacer desaparecer a buena parte de las vegas de los ríos Pisuerga y Esgueva, con su mosaico de cultivos, canales, granjas, linderos y riberas. Por ello, esta modificación vulnera la Ley de Urbanismo, las Directrices de Ordenación del Territorio de Valladolid y el propio Plan General de Urbanismo vigente, que protegen este tipo de fincas especialmente en las inmediaciones de los cascos urbanos.

Por otro lado, parte de las viviendas previstas se localizarían dentro de la zona inundable del río Esgueva, sin que el proyecto municipal precise tampoco el riesgo asociado a algunas industrias peligrosas cercanas como la fundición de REFINALSA, los depósitos de combustible de la antigua CAMPSA o la planta de residuos tóxicos de CETRANSA, las dos últimas en Santovenia de Pisuerga. La asociación ecologista concluye sus alegaciones pidiendo la elaboración de un estudio de impacto ambiental que evalúe todos estos problemas.
Finalmente, los ecologistas proponen que la terminal ferroviaria de mercancías de Valladolid y sus instalaciones anejas se ubiquen allí donde estaba previsto, en el área de industria abandonada de la carretera de Santovenia (NICAS-ENDASA), donde actualmente hay suelo industrial más que suficiente para albergar esta actuación y se precisan urgentes intervenciones de rehabilitación urbana.


Más información: Juan Pablo Rodríguez: 652.590782