Ecologistas en Acción de ValladolidCastilla y León ha importado en 2000 un total de 165.676 toneladas de residuos tóxicos peligrosos procedentes de otras Comunidades Autónomas (144.211 toneladas) y del extranjero (21.465 toneladas), una cantidad que dobla la producida cada año por todas las industrias de la Comunidad Autónoma, estimada en alrededor de 80.000 toneladas. Según datos del Ministerio de Medio Ambiente, nuestra región es la principal importadora nacional de estos desechos, superando en casi 30.000 toneladas a Andalucía, la segunda en este «ranking», y absorbiendo por sí sola la quinta parte del total de traslados de residuos peligrosos realizados en el interior
del país en el año mencionado, y un 10% de las importaciones desde fuera de España.
No obstante, a diferencia de otras comunidades autónomas como Madrid, País Vasco o Cataluña, donde las exportaciones de residuos tóxicos y peligrosos prácticamente igualan a las importaciones, desde Castilla y León tan sólo se han enviado al exterior en 2000 un total de 36.881 toneladas de residuos. Como resultado, nuestra región también está en la cabeza por el saldo del traslado de residuos peligrosos, descontando de los importados los exportados, con un total de 128.795 toneladas de residuos, 35.000 toneladas por delante de Andalucía.
Estos datos confirman a Castilla y León como el principal centro de recepción de residuos peligrosos de todo el país. La novedad en 2000 es que empresas de Castilla y León han importado 21.465 toneladas de residuos peligrosos procedentes de Francia, Portugal, Estonia, Rumanía y Nigeria, lo que indica que la región ha entrado de lleno en el tráfico internacional de desechos tóxicos.
Del total de residuos importados, 11.556 toneladas fueron destinadas a su vertido o a un tratamiento previo al mismo, en las instalaciones que la empresa CETRANSA gestiona en la localidad vallisoletana de Santovenia de Pisuerga, recientemente cerradas por el Ayuntamiento de la localidad en cumplimiento de una sentencia del Tribunal Supremo.
Las 150.120 toneladas restantes han sido destinadas a la recuperación de materiales de los residuos (aluminio y plomo) en las factorías del grupo vasco REMETAL, en Valladolid, de la empresa TUDOR, en San Esteban de Gormaz (Soria) y de la fundición MEMESA en Medina del Campo (Valladolid), procesos generadores a su vez de residuos peligrosos cuya gestión no ha sido adecuadamente resuelta hasta la fecha.
Respecto a los residuos peligrosos enviados desde Castilla y León a otras Comunidades Autónomas, se trata fundamentalmente de aceites usados que se exportan desde la planta de CETRANSA, así como de otros residuos orgánicos (disolventes, pinturas) que son remitidos por diversas empresas de la región a gestores externos a la misma.
Ecologistas en Acción vuelve a denunciar la política estatal y autonómica de residuos tóxicos y peligrosos, que favorece el vertido comercial y el transporte libre de los mismos, sobre la reducción de los desechos y su tratamiento «in situ» en los centros productores, para evitar su movilidad y los riesgos asociados a la misma.
