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Contaminación atmosférica / Comunicados / Nota de prensa 02-IV-09

Ecologistas pedirá la paralización cautelar de las centrales térmicas de León y Palencia

La Junta permite a las centrales térmicas de Anllares, Compostilla, La Robla y Velilla contaminar hasta 8 veces por encima de los límites legales, a costa del medio ambiente y la salud

Jueves 2 de abril de 2009

Ecologistas en Acción Castilla y León ha acordado recurrir judicialmente las autorizaciones ambientales otorgadas por la Consejera de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León a las cuatro grandes centrales térmicas de la región, ubicadas en las provincias de León (Anllares, Compostilla y La Robla) y Palencia (Velilla del Río Carrión), al no haber recibido respuesta de las autoridades autonómicas sobre los recursos administrativos presentados en los últimos 3 meses.
La Federación, integrada por 18 grupos ecologistas de Castilla y León, ha solicitado a la Consejera la modificación de las autorizaciones concedidas, al considerarlas nulas de pleno derecho, ya que permiten la emisión de contaminantes tóxicos como el dióxido de azufre (SO2), los óxidos de nitrógeno (NOx) y las partículas muy por encima de los límites legalmente establecidos, y omiten la limitación y control de otras sustancias muy peligrosas como los metales pesados y los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAPs).
De esta manera, la Junta de Castilla y León sacrifica el derecho constitucional a la salud al interés económico de grandes empresas como Endesa, Iberdrola y Unión Fenosa, con capacidad económica sobrada para hacerse cargo del coste de las instalaciones necesarias para reducir las emisiones de contaminantes tóxicos a los valores más bajos, asociados a las mejores técnicas disponibles.
Lejos de esto, se ha permitido a las empresas eléctricas superar hasta en 8 veces los límites legales de emisión establecidos para las centrales térmicas citadas por el Plan Nacional de Reducción de Emisiones de las Grandes Instalaciones de Combustión existentes, y hasta en 150 veces los valores de emisión asociados a las mejores técnicas disponibles publicadas por la Comisión Europea.
En particular, es inadmisible el trato de favor que se da al Grupo 1 de la central térmica de La Robla y al Grupo 2 de la de Compostilla, cuyos límites autorizados de SO2 (respectivamente 2.000 y 2.300 miligramos por metros cúbico, mg/m3) multiplica por 5 el límite legal (400 mg/m3), cuando año tras año se vienen superando en su entorno los valores límite de este contaminante para proteger la salud, y al tiempo que la propia Consejería de Medio Ambiente tramita por ello sendos Planes de Mejora de la Calidad del Aire.
El entorno de la central térmica de Velilla del Río Carrión también superó en 2007 los valores límite de SO2 para proteger la salud. Las concentraciones medias anuales de este contaminante en el entorno de las 4 centrales térmicas rebasan además las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el límite legal para la protección de la vegetación, afectando a en espacios naturales protegidos como el Parque Natural Fuentes Carrionas, y los sitios Red Natura 2000 Alto Sil y Sierra de Ancares, entre otros.
Aunque es previsible que la situación haya mejorado coyunturalmente en 2008 y 2009, dada la notable reducción de la producción termoeléctrica por la caída del consumo y el aumento de la producción eólica, hidráulica, y solar, todo apunta a que se van a seguir rebasando las recomendaciones de la OMS, pudiendo repuntar las emisiones y niveles de contaminación en el caso en caso de volver a crecer el consumo eléctrico.
Por si esto fuera poco, en las cuatro autorizaciones ambientales se reduce en una cuarta parte el número de estaciones de control de la contaminación existentes, que vienen funcionando desde los años 80, lo que empeorará el conocimiento de los efectos de la contaminación atmosférica emitida por estas centrales.
Por todo ello, de no obtener una rectificación de la Consejería de Medio Ambiente, Ecologistas en Acción Castilla y León pedirá al TSJ la suspensión cautelar de las autorizaciones ambientales y la consiguiente paralización del funcionamiento de las 4 centrales térmicas, para preservar la salud pública y el medio ambiente del Bierzo y los entornos de La Robla (León) y Velilla del Río Carrión (Palencia).