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Contaminación atmosférica / Comunicados / Datos 2008

Las ciudades y zonas industriales de Castilla y León rebasan los niveles de contaminación atmosférica admisibles para la salud

Más de un millón de castellanos y leoneses respiran aire de mala calidad, mientras la Junta de Castilla y León sigue sin poner en marcha los preceptivos planes de mejora

Martes 31 de marzo de 2009

Ecologistas en Acción ha dado a conocer los datos de calidad del aire de las estaciones de control de la contaminación del Ayuntamiento de Valladolid y la Junta de Castilla y León durante el año 2008, obtenidos a través de las páginas web de ambas administraciones. A falta de conocer los resultados de las redes industriales , la situación en 2008 debe ser calificada en general como mala, en comparación con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y con los límites legales vigentes.

De las 13 zonas en que se ha dividido Castilla y León a los efectos del control de la contaminación atmosférica, en las 12 no rurales se ha rebasado algún nivel de seguridad entre los recomendados por la Organización Mundial de la Salud. Se trata de las zonas de Burgos, Aranda de Duero, Miranda de Ebro, León, Ponferrada, La Robla, Palencia, Guardo, Salamanca, Valladolid y la zona de núcleos medianos (municipios de Ávila, Segovia, Zamora y Medina del Campo). En conjunto, al menos uno de cada dos castellanos y leoneses ha respirado durante 2008 aire nocivo para su salud.

Los contaminantes medidos más problemáticos son el dióxido de azufre en el entorno de las grandes centrales térmicas de carbón de la región (incluidas las ciudades de León y Ponferrada), el dióxido de nitrógeno en León y Valladolid, y las partículas y el ozono en todas las zonas muestreadas. El dióxido de azufre y el dióxido de nitrógeno son gases corrosivos relacionados con afecciones respiratorias, mientras la exposición a las partículas y el ozono es la principal causa de mortalidad ambiental en España y Europa, originando y agravando enfermedades respiratorias y cardiovasculares, entre otras patologías.

Respecto a los límites legales, cada vez más distantes de las recomendaciones sanitarias, durante 2008 se ha producido una disminución sustancial de las superaciones por dióxido de azufre en el entorno de las centrales térmicas leonesas de Compostilla y La Robla, directamente relacionada con la drástica reducción de la producción eléctrica en las mismas operada durante el año pasado, y por tanto de la combustión de carbón. También se han reducido los incumplimientos de los límites de ozono, probablemente por circunstancias meteorológicas, y los de partículas, por el progresivo cambio de localización en los últimos años de las estaciones urbanas más conflictivas (en Burgos, León, Ponferrada, Salamanca o Valladolid).

Los valores límite se definen como “un nivel que no debe superarse fijado basándose en conocimientos científicos, con el fin de evitar, prevenir o reducir los efectos nocivos para la salud humana y para el medio ambiente en su conjunto”. La superación de los admisibles para el año 2008 y anteriores obliga a la elaboración de Planes de mejora de la calidad del aire, en el plazo de 18 meses desde la constatación del incumplimiento. No obstante, hasta la fecha la Junta de Castilla y León no ha aprobado ningún Plan, habiéndose sometido a información pública los de La Robla y Miranda de Ebro. Por su lado, es dudosa la eficacia de los que los aprobados en 2006 por los ayuntamientos de Burgos, León y Valladolid.

Ante esta situación, Ecologistas en Acción exige a la Junta de Castilla y León que cumpla con sus obligaciones legales en la prevención de la contaminación del aire, que, según indica el ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Medio Marino, causa cada año 16.000 víctimas mortales en España.