Entrevista a Emilio Ganado, presidente de Ecologistas en Acción de Valladolid

Una inquietud personal por solucionar los problemas de su entorno más próximo fue lo que impulsó hace ya 20 años a Emilio Ganado (Valladolid, 1968) a fundar una asociación en el barrio de la Rondilla que, tiempo después, se convirtió en ’Ecologistas en Acción’.

-¿Qué objetivos persigue una asociación ecologista como la suya?

• Trabajamos para lograr el cambio de las relaciones del hombre con el medio que le rodea y, de paso, para cambiar el modo en que unos hombres se relacionan con otros.

-¿Qué actividades llevan a cabo?

• Tenemos varios grupos de trabajo en diferentes materias relacionadas con el medio ambiente: contaminación, urbanismo, consumo alternativo... Pero no nos quedamos en simples planteamientos de ideales; intentamos plasmarlos en la práctica.

-¿Consiguen lo que se proponen?

• En algunos temas sí. En otros, nos conformamos con sembrar una serie de ideas que van calando en la gente. Alertamos de los problemas que hay para que los ciudadanos se sensibilicen y contribuyan a solucionarlos.

-¿Concienciar a la población es complicado?

• Pues sí. En este sentido, la educación es un factor decisivo. Nosotros ofrecemos alternativas para hacer un mundo mejor, pero es necesario educar para que cada uno, en su casa, las lleve a cabo.

-¿Somos ecologistas los vallisoletanos?

• Bueno... En los últimos años se ha notado una evolución en la mentalidad de la gente, no en la medida que a nosotros nos gustaría pero, poco a poco. Por ejemplo, con la recogida selectiva basuras, ya son muchos los que hacen el esfuerzo de separar los residuos en los contenedores destinados a vidrio, papel...

-¿Eso es suficiente?

• Se podrían hacer bastantes más cosas.

-Y las instituciones, ¿son comprensivas con su labor?

• Hay de todo pero, en general, la Administración local suele rechazar nuestras propuestas y rehúsa acometer las medidas que podrían paliar ciertos problemas.

-Entonces, ¿no es fácil relacionarse con las autoridades?

• Son más reacios que el resto de la población a cambiar su forma de pensar y de actuar. Aunque es verdad que, en algunos temas, se van haciendo eco de nuestras propuestas. Eso sí, a marcha lenta.