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¿Deslocalización industrial con excusas ambientales?

Urbanismo ofrecerá a las industrias situadas entre pisos el traslado a zonas donde no causen molestias

El Gobierno local ha recibido en los últimos meses numerosas peticiones de fábricas que desean cambiar de ubicación porque la actual resulta poco adecuada. El futuro Plan municipal acepta estos convenios urbanísticos si la ciudad participa en las plusvalías que genere la venta

Domingo 9 de mayo de 2004

El Ayuntamiento ayudará a industrias ahora rodeadas de viviendas a buscar una nueva ubicación que resulte más cómoda para su actividad económica y lograr así la eliminación de un foco de molestia para los vecinos. La propuesta estudiada por los tres grupos políticos municipales pretende facilitar a las empresas molestas que lo soliciten la venta de los terrenos donde asientan su factoría y, al tiempo, se ofrecerá un nuevo suelo industrial preparado para el traslado de la fábrica. El plan que discuten los partidos municipales sugiere que se autoricen estas operaciones urbanísticas de recalificación de terrenos, «si la colectividad obtiene una participación en las plusvalías que la venta de ese suelo genere».

Industrias como Lauki, al comienzo de la avenida de Santander, o Levaduras, en el Callejón de la Alcoholera, se hallan en la lista de sociedades que han solicitado información al Ayuntamiento sobre la posibilidad de negociar un traslado a otros suelos. Esta opción la contempla el futuro Plan Municipal de Suelo y Vivienda, cuya discusión continúa mañana entre los representantes de los grupos políticos con representación en el Consistorio; PP, PSOE e Izquierda Unida.

«Lo que se busca es la reubicación de piezas industriales deslocalizadas», resaltó el concejal delegado del área de Urbanismo, José Antonio García de Coca. Factorías colocadas en lugares difíciles de mantener como suelo industrial, empresas con instalaciones envejecidas y sobre todo, suelos susceptibles de nuevos usos. «Se trata de auténticos islotes industriales que generan tensiones especulativas poco convenientes para la continuidad de la actividad productiva y para la actividad industrial», puntualizó el edil, quien señaló que la propuesta que debaten los grupos municipales intenta «ofrecer una salida a la empresa, con otro emplazamiento y regenerar al tiempo la trama urbana».

Solamente las molestas

La iniciativa tiene por destinatarias a industrias cuya presencia supone algún tipo de molestia para el vecindario, sin que a la misma puedan incorporarse otras factorías sin este tipo de problemas. «No tendría sentido reubicar empresas que no molestan», argumentó García de Coca, quien especificó que la idea se dirige a la ocupación «de espacios no aptos para la reutilización industrial», afirma el texto del último borrador del futuro plan municipal cuya discusión en el plenario de la Corporación se anuncia para la sesión ordinaria del mes de junio próximo.

Izquierda Unida y PSOE muestran en este apartado del Plan de Suelo y Vivienda cierta conformidad con el proyecto, aunque el concejal socialista José Luis Lara insiste en el hecho de que la falta de oferta ha provocado más de una huida de empresas que finalmente han recalado en polígonos industriales de provincias limítrofes, como el de la localidad palentina de Dueñas, en el que levantó su nueva imprenta la editorial Simancas.

Alfonso Sánchez de Castro, de IU, considera buena la iniciativa siempre que suponga la salida de las industrias molestas y contaminantes del entorno urbano.

Los responsables municipales prefieren eludir la respuesta del destino previsto para los posibles traslados. «Hemos hablado mucho sobre ello y pensamos que comentarios sobre distintos lugares dispara los movimientos especulativos», justificó el concejal de Urbanismo.

El Ayuntamiento cuenta con distintos suelos industriales en el entorno del núcleo urbano que puede utilizar para estos fines, algunos de ellos más alejados, como el que el Plan General contempla en el páramo de Villanubla, es un destino apuntado para las factorías más molestas y contaminantes.

José Ántonio García de Coca, Concejal de Urbanismo: «Queremos hacerlo con la máxima transparencia»

Los ejemplos anteriores curten los responsables municipales. Enertec, en el paseo del Arco de Ladrillo firmó un convenio con el Ayuntamiento para reclasificar el suelo y que pudiera venderse como residencial. Con los ingresos, la empresa se trasladaría a unas nuevas instalaciones en el Pinar de Antequera. Los dueños, cerrada la venta con la promotora Diursa, prefirieron abandonar y disfrutar sus ganancias.

«Buscamos la máxima transparencia en estas operaciones», comenta el concejal de Urbanismo. Evitar comentarios de ’pelotazos’ urbanísticos. «Todos los convenios se vincularían a la permanencia de las empresas. La actividad quedaría asegurada por la intervención municipal. De hecho, se valorarían el incremento de actividad que genera el cambio de ubicación y habría una participación en las plusvalías», explica el edil.


Fuente: Texto: Julio G. Calzada. 09-05-2004. El Norte de Castilla