INTERVENCIÓN DE ECOLOGISTAS EN ACCIÓN EN EL PLENO DEL AYUNTAMIENTO DE VALLADOLID DE 10 DE MARZO DE 2025
El 1 de febrero de 2017 Ecologistas en Acción presentó, junto a otros colectivos de la ciudad, el documento “Por una integración del ferrocarril sin soterramiento”. En aquel momento todos los grupos municipales de este Pleno defendían el soterramiento del ferrocarril a su paso por la ciudad. Los motivos que nos llevaron a optar por la integración urbanística sin soterramiento eran de tránsito ferroviario (un soterramiento con dos vías de ancho europeo dificultaba poderosamente la circulación de los trenes de cercanías), los obvios de carácter medioambiental, y, finalmente, los económicos.
Entendemos que los dos últimos motivos que nos llevaron entonces a adoptar esa decisión se mantienen en la actualidad y que el primero (con un previsible incremento de los tráficos ferroviarios) hace todavía más difícil la opción del soterramiento. Soterrar “en trinchera” supone “abrir en canal” la ciudad durante un largo periodo de tiempo, encontrar gran cantidad de inconvenientes difíciles de prever, y dificultar sobremanera el tráfico ferroviario durante esos años. Creemos que no nos lo podemos permitir.
La Sociedad Valladolid Alta Velocidad rehízo su Convenio fundacional con otro, actualmente vigente, de 20 de noviembre de 2017. Han pasado cerca de siete años y medio desde entones y la integración urbanística apenas ha avanzado. La Sociedad parece más una empresa financiera que la responsable de coser la ciudad. Los Informes de Auditoría señalan que, en 2022, la Sociedad tenía en caja y bancos más de 54 millones de euros; y, en 2023, más de 73. Las obras sin hacer y el dinero durmiendo en los bancos.
En ese periodo sólo se ha actuado, creemos que bien, en parte de la propuesta de Panaderos y Labradores aunque el “Tratamiento de los espacios colindantes como jardín que integra los distintos accesos” no está ni siquiera contemplado y, hoy en día, es un depósito de vertidos y materiales. La otra obra finalizada, la de Padre Claret deja mucho que desear e incumple el deseo, manifestado en Convenio, de “rampas de acceso, amplias y abiertas, para peatones y bicis”. Hay que prestar mayor atención a estos problemas en los sucesivos proyectos.
Las deficiencias estructurales de los pasos para tráfico rodado de Arco de Ladrillo y Daniel del Olmo obligaban a que la primera actuación a desarrollar fuese el “Nuevo túnel rodado entre calles Hípica y Adolfo Suárez”. A día de hoy no tiene proyecto constructivo aprobado.
La nueva estación de viajeros de Renfe aparecía recogida en el Convenio “con un coste estimado de setenta millones de euros”. A esta obra pública le pedimos lo mismo que a todas: funcionalidad, dignidad y austeridad. Parece que no se cumple, al menos, la tercera exigencia. El incremento tan espectacular del coste previsto no se debe a la actuación, imprescindible y urgente, sobre el “parque de locomotoras”, joya de nuestro patrimonio industrial que ni siquiera se contempla. Desde el punto de vista ambiental, el aparcamiento de más de 600 plazas no contribuye a cambiar las pautas de movilidad hacia modos menos contaminantes.
No tenemos acceso a los proyectos hasta el momento en que se procede a la adjudicación lo que dificulta nuestra participación y la de cualquier colectivo interesado. Así que finalizamos con deseos: mecanismos reales de participación social; más debate; menos videos, informes estrafalarios y fanfarria; y todo el diálogo institucional y social que sea conveniente.