Comunicado 13-02-2025
El entorno del cruce de San Agustín es uno de los puntos más contaminados de la ciudad. Frente a un gasto de diez millones de euros, para atraer más tráfico, Ecologistas en Acción propone un carril bus-VAO que facilite la movilidad compartida y el transporte público.
Tras año y medio de desencuentros, parece que el actual Alcalde de Valladolid está poniéndose de acuerdo con su predecesor y actual Ministro de Transportes ¿Un acuerdo entre instituciones para fomentar la movilidad sostenible, reducir la contaminación y proteger la salud de las personas? Pues resulta que no, un acuerdo para seguir alimentando la movilidad en coche privado, sin reducir las emisiones de contaminantes.
La conocida como rotonda de San Agustín, el cruce entre la ronda interior VA-20 y la carretera de Madrid N-601 es uno de los puntos donde se concentra mayor contaminación de la ciudad. Según datos municipales, cada día circulan por ese cruce unos 75.000 vehículos, la mayoría de ellos con un solo ocupante.
Entre las mediciones del contaminante dióxido de nitrógeno (NO2) realizadas en 2022 por Ecologistas en Acción alrededor de diferentes centros escolares, el entorno del colegio San Agustín fue el punto más contaminado de todos los analizados. La concentración de NO2 medida en aquella campaña superó con 50 microgramos por metro cúbico (µg/m3) el límite legal anual actualmente vigente de 40 µg/m3, reducido a 20 µg/m3 por la nueva Directiva Europea de Calidad del Aire y a 10 µg/m3 por la Organización Mundial de la Salud.
Ante esta situación, la solución no puede ser gastar diez millones de euros de dinero público para construir una infraestructura que no sólo no reducirá el tráfico, sino que con toda seguridad lo incrementará, como así demuestran numerosos estudios que analizan la llamada “demanda inducida”: más infraestructuras para coches, atraen a más coches, y vuelven a generar embotellamientos al poco tiempo de haber sido construidas.
Una solución mucho más efectiva, barata y útil sería convertir uno de los carriles de acceso y salida de la ciudad en carril bus-VAO (vehículos de alta ocupación), para fomentar el uso del transporte público y el coche compartido, racionalizando el uso del automóvil privado. Reducir el consumo de energía fósil es urgente, si nos tomamos en serio tanto la crisis climática como la crisis energética. Para ello hay que facilitar la movilidad compartida y en transporte público, haciendo que sea la opción más rápida y más cómoda.
Adicionalmente, el Ayuntamiento y el Ministerio podrían acordar colaborar para conectar los tramos de carril bici que aún faltan en esa zona, y hasta Laguna de Duero, lo que permitiría avanzar en las conexiones ciclistas entre la capital y el alfoz. Y la Junta de Castilla y León debería implantar un verdadero transporte metropolitano que suponga una alternativa real para las personas que necesitan moverse a diario para acceder a Valladolid desde el Sur.
El objetivo ha de ser mejorar la movilidad reduciendo las emisiones, tanto de gases de efecto invernadero, como de contaminantes tóxicos y de ruido. Esto es, proteger la salud de las personas y de los ecosistemas. Construir un túnel en ese cruce es un despilfarro de dinero público que no va a servir para resolver el problema, sino para agravarlo.