ALTERNATIVA DE ECOLOGISTAS EN ACCIÓN AL DISEÑO DE LA RECOGIDA Y TRATAMIENTO DE LOS RESIDUOS EN VALLADOLID Y A LA “ORDENANZA FISCAL REGULADORA DE LA TASA DEL SERVICIO DE RECOGIDA, TRANSPORTE Y TRATAMIENTO DE RESIDUOS DOMÉSTICOS O ASIMILABLES A DOMÉSTICOS”
El Ayuntamiento de Valladolid ha aprobado recientemente una nueva Tasa que viene a gravar la recogida de residuos sólidos urbanos en la ciudad de Valladolid. La justificación de dicha tasa se encuentra en la Directiva 2008/98/CE que establece el “orden de prioridad en las actuaciones en materia de residuos: prevención de residuos, preparación para la reutilización, reciclado, otros tipos de valoración, y, por último, la eliminación de los residuos”. Una Directiva posterior (2018/851) completa la visión de la Unión Europea sobre estos problemas.
La situación en nuestra ciudad de la recogida y tratamiento de los residuos sólidos urbanos es claramente deficiente. Se ha confiado plenamente en las propuestas interesadas de la industria de este sector y se ha confiado en ellas para resolver todos los problemas. Los datos del año 2023 y de los años previos hablan por sí solos de las deficiencias del sistema. Todo el esfuerzo de separación de residuos de las personas y todo el proceso de recogida de residuos sólidos urbanos termina, en más de un 80%, en el vertedero sin ningún tipo de reciclaje.
Esta posición desfavorable requiere de un cambio estructural que permita avanzar hacia el cumplimiento de los objetivos normativos y cambiar la orientación hacia las prioridades marcadas en la jerarquía de residuos (prevención, reutilización y reciclado, por ese orden), tal y como señala el Informe más reciente de la AIREF: “Estudio Gestión de residuos municipales” de julio de 2023.
HACE FALTA UNA PROGRAMACIÓN SERIA PARA DISMINUIR LA CANTIDAD DE RESIDUOS
La primera consideración importante que se destaca en dicho estudio (pág. 85) es la necesidad de “Programas locales de prevención de residuos”: “Establecer programas locales de prevención de residuos con medidas específicas, destinadas tanto a hogares como a organizaciones públicas y privadas, se considera una buena práctica si incluye: *Objetivos de prevención de residuos específicos a largo plazo (es decir, de 10 a 20 años) y a corto plazo (es decir, de uno a cinco años). *Disposiciones para el monitoreo regular y la evaluación”.
Sin embargo, se han dejado de lado estas cuestiones y se ha producido una aprobación -en el último momento- de la ordenanza sin ninguna previsión de futuro relacionada con los mandatos de la Unión Europea y con el sentido común ambiental. Sin previsiones serias de futuro no se pude dar pasos cabales en la dirección correcta.
Por esa razón nuestra primera reivindicación es la Elaboración de un Programa a largo plazo, con amplia participación social, donde se fijen las líneas de trabajo que se pretenden seguir en Valladolid para conseguir los objetivos señalados por la Unión Europea. El documento de la Airef indica que los instrumentos para la prevención a nivel local deben instrumentar medidas a estos niveles: 1/ Talleres de reparación, 2/ Uso de productos reutilizables, 3/ Reducción del desperdicio de alimentos y de residuos de comedores, 4/ Reducción de residuos de papel de oficina, y 5/ Sistemas de pago por generación. Sin esa programación a largo plazo la mayor parte de los esfuerzos no encontrarán sentido
AVANZAR HACIA EL “PAGO POR GENERACIÓN” (PxG)
Nuestra segunda reivindicación tiene que ver con la apuesta por el mejor sistema para el establecimiento de una tasa de residuos que cumpla con los requisitos establecidos por la Unión Europea, por la legislación española y por la corrección ambiental.
La Comisión Europea advirtió, en junio de 2023 del riesgo de incumplimiento por parte de España de algunos objetivos fijados para 2025 y 2035. Además, la normativa europea incluye cambios metodológicos en el cálculo de la ratio de preparación para la reutilización y reciclaje que aumentan la distancia al cumplimiento de España con los objetivos exigidos a partir de 2020. La Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados, incorpora a nuestro ordenamiento jurídico la citada Directiva europea y establece la necesidad de incluir expresamente “la obligación de que las Entidades Locales dispongan de una tasa o, en su caso, una prestación patrimonial de carácter público (...) que debería tender hacia el pago por generación".
El estudio de la AIREF defiende, como más adecuado para el establecimiento de tasas de residuos, “el sistema de pago por generación” del que se dice que “ha resultado un instrumento útil en el diseño de las tasas municipales de recogida y tratamiento (cada hogar paga en función de los residuos que genera, es decir, según el uso del servicio, al igual que otros servicios municipales como el agua o el estacionamiento regulado”). “La evidencia muestra cómo ese sistema aumenta sus efectos si viene acompañado de bonificaciones que incentiven conductas favorables como una mejor separación”.
Del análisis de la Ordenanza aprobada por el Ayuntamiento se desprende que las aproximaciones pretendidas al principio de “quien contamina paga” son muy endebles ya que, en esencia, se procede, con matices, a cargar sobre los bienes inmuebles destinados a vivienda (superficie construida y número de personas empadronadas) el grueso más relevante de la tasa. Ello a pesar del principio señalado (quien contamina paga), de las dificultades censales para recoger los habitantes reales por vivienda, y de la necesidad de dotar a la tasa de un carácter educativo para lograr el fin primordial que se pretende: la reducción, en primer lugar, de los residuos generados y su posterior reutilización. No podemos olvidar que, según el citado documento de la AIREF (pág. 125), «Para conseguir cumplir con los distintos objetivos normativos marcados por la legislación estatal y europea, la implantación de sistemas de PxG sería una medida muy eficaz».
En dicho estudio se considera también que, para que un sistema de PxG sea considerado una buena práctica, debe contabilizar entre los residuos generados los enviados a puntos limpios, incluir medidas para evitar conductas ilegales y contar medidas para el correcto tratamiento y confidencialidad de los datos.
Ahora bien, el establecimiento de sistemas de pago por generación debe hacerse teniendo en cuenta la estructura actual de recogida de residuos en la ciudad. El documento de la AIREF y otros estudios señalan que el sistema de recogida de residuos “puerta a puerta” es el más efectivo para obtener los mayores logros ambientales. Sin embargo, nuestra ciudad tiene una estructura de recogida totalmente diferente basada en la proliferación de contenedores y en una recogida exhaustiva de los mismos.
PROGRAMA PILOTO DE RECOGIDA “PUERTA A PUERTA” EN ALGÚN BARRIO DE LA CIUDAD
Con el fin de poder realizar un análisis exhaustivo y comparativo de todo tipo de costes (incluidos los ambientales) a corto, medio y largo plazo se puede implementar, desde mediados de 2025, un programa piloto de recogida “puerta a puerta” en algún barrio de la ciudad de tamaño reducido y con unas características que permitan obtener el mayor compromiso de sus vecinos y vecinas con ese programa.
Se debe decidir, con amplia participación social, la frecuencia de la recogida de los residuos orgánicos y de la fracción “resto”, la colocación de algún contenedor para situaciones de emergencia o extraordinarias, la forma de medir la cantidad de residuos que genera cada vivienda y la recompensa que tendrán los inmuebles que menos residuos generen y entreguen. Pensamos que este tipo de experiencias permiten identificar mejor a los generadores de los residuos y pueden servir de partida para auténticos sistemas de “pago por generación” y para lograr una menor cantidad de residuos que debe ser el principal objetivo de cualquier programa municipal.
Pensamos que este programa podría desarrollarse en el barrio de Girón y durante 2025 sus vecinos pagarían la cuota con los mismos parámetros que el resto de los inmuebles de la ciudad. Su evaluación, a finales de 2025, serviría para las futuras configuraciones de la tasa de residuos.
PROGRAMA PILOTO DE RECOGIDA DE “PUERTA A PUERTA” A LOS ESTABLECIMIENTOS COMERCIALES DE UNA ZONA DETERMINADA DE LA CIUDAD
Con las mismas finalidades y metodología que en el caso anterior se trataría de establecer, en colaboración con las organizaciones representativas de comerciantes, una zona acotada de la ciudad para proceder de forma similar a la del caso anterior. En la selección se buscaría una zona donde predomine la fracción “resto de los residuos”. Durante 2025 esos comerciantes pagarían la tasa que quede finalmente aprobada por el pleno municipal. Los resultados de la evaluación se utilizarían para futuras regulaciones de la tasa de residuos.
ESTABLECIMIENTO PROGRESIVO DE SISTEMAS DE MEDIDA EN LOS CONTENEDORES DE LA CIUDAD
En cualquier caso, y para avanzar en los objetivos municipales de un programa consistente de reducción de residuos, hay que cambiar progresivamente los contenedores de la ciudad para que incorporen, de la manera más fácil y barata, instrumentos de medición de los residuos depositados que permitan, el establecimiento posterior de sistemas como “etiquetas identificativas” o el pago por bolsas que serán las únicas que puedan utilizarse para depositar residuos en el contenedor, sólo podrán comprarse al ayuntamiento y permitirán saber la cantidad de residuos que genera cada inmueble.
También puede optarse por sistemas de pesaje o de medición de volumen. En el caso de los contenedores para residuos orgánicos hay que proceder también a la instalación de mecanismos de “apertura con tarjeta” que se entregará a cada vecino y que se ha comprobado, en muchos municipios europeos y en algunos españoles, su contribución a una mejor separación de los residuos en origen que constituye la clave para un mejor reciclado de los mismos.
El documento de la AIREF aboga por la utilización de “contenedores inteligentes” con dos sistemas: el cierre del contenedor (parte mecánica) y el sistema de identificación y comunicaciones (parte electrónica). “Con sistemas de cierre e identificación en los contenedores y aplicando bonificaciones sobre su uso, principalmente para la fracción orgánica, se pueden conseguir mejoras cuantitativas de los resultados de la recogida”. Menos hablar de nuestra ciudad como Smart city y hacerla de verdad
PROGRAMA PILOTO CON UNA O VARIAS SUPERFICIES COMERCIALES DE LA CIUDAD PARA EL ESTABLECIMIENTO DE SISTEMAS DE DEPÓSITO, DEVOLUCIÓN Y RETORNO (SDDR)
La mejor alternativa para el asunto de los envases no es la que puso en marcha, hace tres o cuatro años, el Ayuntamiento de Valladolid con el establecimiento de los nuevos contenedores amarillos. Algunos países europeos ya han puesto en marcha hace bastantes años los programas conocidos como SDDR para cubrir los tres tipos de materiales de envases: plástico, metal y vidrio (aunque este último ya tiene su propio programa en nuestra ciudad se trataría de devolución del envase en el establecimiento comercial). Tendría que haber colaboración económica de ECOEMBES que es la fundación que recibe el dinero que pagamos de manera adelantada los usuarios. Tendría que hacerse con algún incentivo económico para los consumidores.
TODAS ESTAS MEDIDAS DEBEN FINANCIARSE, EN EL AÑO 2025, CON CARGO A LOS PRESUPUESTOS MUNICIPALES. EN CONCRETO CON LA CANTIDAD QUE SE OBTENGA POR LA DIFERENCIA ENTRE LOS INGRESOS PREVISTOS POR LA NUEVA TASA DE RESIDUOS Y EL COSTE DE LA DISMINUCIÓN, EN UN 5%, DE LA RECAUDACIÓN POR EL IMPUESTO DE BIENES INMUEBLES