El ladrillo resucita. Urbanizaciones latentes, aprobadas hace años, saltan ahora a la palestra. Nuevas ciudades para habitantes inexistentes reciben la bendición en los despachos.
Una nueva burbuja inmobiliaria se prepara, como la que llevó a este país a la ruina. Quieren vender la privilegiada costa de Cádiz al mejor postor para enladrillarla