El Puerto de Santa María, 12 de marzo de 2025
A pesar de que la fase 4 del desarollo del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) contempla la participación de asociaciones ciudadanas y vecinales, un formulario y una página web, ninguna de estas opciones se han llevado a cabo por parte del Gobierno local.
En El Puerto ya vamos a la cola de España y de Europa en cuánto a movilidad sostenible, con un retraso de más de dos años en tener un PMUS, algo que era obligatorio tener por ley desde finales de 2023. Esto se traduce en financiación perdida, y, sobre todo, en una ciudad mucho más contaminada, donde superamos los índices de polución por vehículo rodado y de ruidos de toda la Bahía de Cádiz, como muestran los datos revelados por el Plan de Movilidad de la Bahía o el ranking del “Barcelona Institute Global Health”. Algo que, además de su impacto en el cambio climático local, afecta directamente a la salud de la ciudadanía, y, sobre todo, de las futuras generaciones.
Con dos años de retraso parece que por fin hemos llegado a una versión final del PMUS, que sin embargo no ha cumplido las propuestas que realizaba la consultora que ha realizado el documento, ya que tras publicarse las fases 1, 2 y 3, le proponía al ayuntamiento una cuarta dedicada a la participación ciudadana. En ella se contemplaba reunirse con diferentes asociaciones locales que tuvieran interés en el desarrollo del Plan, una página web para su difusión y un formulario para el envío de sugerencias.
En cuánto a asociaciones, parece de sentido común que se contactara con la FLAVE y con todas las asociaciones vecinales posibles para recibir sus opiniones y sugerencias de la movilidad desde los diferentes barrios de la ciudad, con la “Asociación La Gaviota” para trabajar la inclusividad y la accesibilidad, con asociaciones medioambientales que han trabajado la movilidad -Ecologistas en Acción-, y cualquier otra que tuviera interés en dar su opinión sobre la movilidad sostenible en la ciudad.
Sin embargo, el Equipo de Gobierno de Germán Beardo no ha contactado con nadie, como ya es habitual y hemos denunciado en otras muchas ocasiones; parece que les da miedo escuchar a la ciudadanía. Además, otros aspectos como la página web del PMUS tampoco se ha desarrollado, existiendo la web pero no está activa ni tiene contenido. De la misma manera se indicaba un formulario en la página del ayuntamiento que no está presente en ninguna parte. Con todo ello, llegamos a un documento final en el que nadie ha escuchado a la ciudadanía.
Tras la aprobación inicial en el Pleno se abre el periodo de alegaciones, algo que nada tiene que ver con la fase de participación, ya que no hay una conversación directa entre las diferentes partes implicadas.
Tenemos un documento que lleva años de retraso y que no recoge las verdaderas necesidades de movilidad de la ciudad; una nueva oportunidad perdida. Todo por no hacer bien su trabajo, que debe tratar de escuchar y hacer partícipe a la ciudadanía, que no solo es uno de los elementos fundamentales de la democracia, si no de una gobernanza efectiva y eficiente.