El Puerto de Santa María, 17 de mayo de 2025
Un centenar de personas han participado en el acto organizado por Ecologistas en Acción contra la destrucción y urbanización del bosque del Rancho Linares, el de mayor biodiversidad de El Puerto de Santa María.
Ante el inicio de la destrucción del bosque del Rancho Linares para construir una urbanización de 1.260 viviendas, un centenar de personas se concentraron en esta finca para participar en un bioblitz, que es una forma de ciencia ciudadana en la que un grupo de personas recopila información de las especies existentes mediante la fotografía. Los participantes en esta actividad, en tan solo dos horas, identificaron unas 90 especies, principalmente vegetales, poniendo de manifiesto la elevada biodiversidad de este lugar. En el Rancho Linares se han identificado hasta ahora 325 especies de plantas, lo que es muy notable teniendo en cuenta que en tan solo 24 hectáreas se encuentra una sexta parte de todas las especies vegetales que existen en nuestra provincia, lo que evidencia su importancia y la necesidad de su protección.
Pero, lamentablemente, el ayuntamiento ha optado por favorecer la especulación urbanística y los intereses de los promotores inmobiliarios frente a la defensa del medio ambiente y los intereses generales de la ciudadanía. Ya van para 15 los años que las diferentes empresas que se han sucedido en la propiedad de esta finca, ahora del Grupo Q, han intentado infructuosamente urbanizar este bosque, pues paso tras paso ha sido recurrido y paralizado por Ecologistas en Acción, al ser un bosque protegido por el Plan de Ordenación del Territorio de la Bahía de Cádiz, que tiene prevalencia sobre el plan de urbanismo municipal (PGOU), y al haberse recalificado como suelo urbanizable de forma ilegal sin someterse a la preceptiva evaluación ambiental estratégica.
Tras el recorrido botánico, los participantes se concentraron en la zona en la que se están desmochando los acebuches que conforman uno de los ecosistemas más valiosos y biodiversos de esta finca, para mostrar su oposición a su desmoche y arranque para construir viviendas.
Existe la paradoja que esta actuación está junto a la finca San José del Pino, totalmente urbanizada y con numerosas parcelas aún libres, y en la que la misma promotora Grupo Q ha tenido que construir una promoción de viviendas que había vendido, que supuestamente se iban a construir en el Rancho Linares, ante la imposibilidad de construirlas ahí. Destruir un valioso bosque cuando hay terrenos urbanizables colindantes donde se pueden construir cientos de viviendas, es un absurdo que solo tiene explicación por el desmedido afán de lucro de las empresas promotoras y en la complicidad del ayuntamiento.