Tampoco
es lo más grave si Pontuaquarto es chorro o no. Es corrupto
y traidor como los otros. En todo caso el adjetivo de "chorro"
va último, porque él dice que lo hizo por no perder
el laburo, o sea, en este caso también funcionó
la obediencia debida.
Los nombres de la banda de atracadores, chorros, mafiosos,
traidores y corruptos son: Enrique "Coti" Nosiglia,
Fernando de Santibañes, Carlos Becerra, Juan Carlos
Maqueda, Alberto Flamarique, Héctor Maya, José
Genoud, Raúl Galván y Silvia Sapag, según
el delator Pontaquarto, "delator", digo, porque
después de ser su socio los denuncia.
El Juez Canicoba Corral dice: "Nadie irá preso
por esta causa", que es lo que piensa casi todo el país.
Cuando el Presidente Kirchner, refiriéndose al caso,
en el programa de Mirtha Legrand dice que él tiene
confianza en la Justicia argentina, seguro que no leyó
las encuesta: muy poca gente cree en estos jueces.
Si por esta barbaridad en la política no va nadie
preso, la credibilidad en la dirigencia política, empezando
por el Presidente, será funesta.
Todos deseamos, esperamos, que los coimeros, chorros y ladrones
vayan a la cárcel. Pero entre los deseos y las esperanzas
están, indudablemente, las decisiones políticas,
que muchas veces van de la mano de los jueces que acompañan
casi siempre a la oligarquía, que es la que, en definitiva,
los sostiene y ampara.
Desde hace mucho tiempo se habla de lo que todos sabemos,
se habla de lo que es la dirigencia política, pero
si hay dirigentes que no quieren revolcarse "en el mismo
lodo, todos manoseados", como dice el tanto de Discépolo,
que se pongan del lado del pueblo, que sigue esperando reacciones
dignas de los políticos, que hagan de la política
la mejor acción del hombre, la que libera.
Basta de destapar ollar llenas de mugre con olor a podrido,
para luego volverlas a tapar, pasándolas al olvido.
La Asociación Madres de Plaza de Mayo exige que se
alcen más voces sin miedo de todos aquellos que, con
su investigación y denuncia, quieren salvar al país
de tanta mierda.
Nuestros hijos amaban la política, ellos nos decían
que los políticos, como decía nuestro querido
Che, debían ajustarse a la verdad como un guante.
Deseamos, necesitamos llegar a ver una clase dirigente de
la cual nos podamos sentir orgullosos.
Asociación Madres de Plaza de Mayo
Enero de 2004
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