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Sección
Sin Historia |
La
historia sin fin 2 |
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En
uno de sus discursos, Perón le pregunta al pueblo reunido
en la Plaza de Mayo si alguna vez había visto un dólar.
Los presentes, enardecidos, contestan que no."Entonces
¿para qué queremos dólares?" habría
agregado él, desafiante.
Fue a principios del siglo XX. Argentina recibía un gran
número de inmigrantes, en su mayoría italianos
y españoles, y el país se propuso reforzar la
identidad nacional. Por aquel entonces el historiador Ricardo
Rojas publicaba "La argentinidad". Nacionalismo igual
a identidad patriótica. Argentina parecía estar
signada a ser "los Estados Unidos del sur". Algo que
no sería tan descabellado de anticipar. La constitución
propuesta por Alberdi había resultado aprobada; El sur
había sido "pacificado", y una serie de gobernantes
notables habían ocupado la presidencia: Mitre, Sarmiento,
Avellaneda, Roca. Los inmigrantes, los ferrocarriles ingleses,
sumado al desarrollo de los barcos frigoríficos y a las
mejoras aplicadas a las técnicas agrícolas, habían
convertido al país en una de las naciones considerada
como de las más ricas.
Cuando despuntaba el siglo XX, Argentina se hallaba a la altura
de Canadá y Australia, y muy por encima de países
como Italia o España. Las instituciones, habían
funcionado razonablemente, y durante un tiempo los partidos
políticos mantenían a la sociedad discretamente
organizada, a pesar de cometer errores propios de las democracias
inmaduras: clientelismo, caciquismo y la infaltable corrupción
electoral. En 1930 unos militares conservadores y pro-oligarcas
"jaquean" a Hipólito Yrigoyen -el caudillo
silencioso de la Unión Cívica Radical- dicen los
historiadores que entre los golpistas más jóvenes
estaba el oficial Juan Domingo Perón.
"A partir del '45, con Perón en la presidencia regalan
motos, departamentos, enseres domésticos. Gobernar para
ellos es distribuir comida, donar cosas", declaraban sus
opositores. Y muchos dirían, "roban y dejan robar
enormes fortunas. La corrupción está a la orden
del día". Perón decreta la industrialización,
hereda el gran tesoro, la consecuencia de las exportaciones
que fueron efecto de la Segunda Guerra. Es profundamente anticomunista.
Les otorga el voto a las mujeres y dicta leyes de protección
social. Modifica la constitución para poder ser reelegido,
(ese el mal sufrido por el latinoamericano que parece perpetuarse
por los siglos). Intenta introducir el divorcio y la separación
entre Iglesia y Estado y choca con la jerarquía católica.
Esta parecería ser básicamente, un pantallazo
por una parte de nuestra historia, y hoy la ideología
se arraiga en el pueblo más que nunca, aunque parezca
lo contrario, porque de tanto sufrir malo conocido se extraña
lo que quizás pudo haber sido…
Durante su gobierno Menem llevó a cabo un cambio de raíz,
pasó a un liberalismo económico, fuera del modelo
justicialista histórico y muchos políticos de
esa tendencia ocuparon cargos en su gabinete. En 1991 se aplicó
el Plan de Convertibilidad. El Ministerio de Economía
a cargo de Domingo Cavallo levantó las restricciones
a las importaciones lo que obligó a los comerciantes
y pequeñas empresas a competir en total desventaja con
los productos extranjeros. El cierre de industrias y comercios
elevó el índice de des-ocupación.
Se aprobó la Ley de Reforma del estado que incluyó
la privatización de empresas de producción y de
servicios como ENTEL, Ferrocarriles Argentinos, YPF, SOMISA,
SEGBA, Gas del Estado, Subterráneos de Buenos Aires,
Fábrica de Aviones de Córdoba, puertos, canales
de televisión y estaciones de radio. Las jubilación
de privilegio tomó la delantera. Se eliminó la
Junta Nacional de Carnes y la de Granos. Se reformó la
Ley de Coparticipación Federal. Tuvimos a María
Julia viajando por el mundo dando conferencias mientras nuestros
bosques se quemaban y nuestro petróleo se nos escurría
de las manos.
En 1993 se firmó el llamado pacto de Olivos entre el
líder del radicalismo y el Presidente. Este acuerdo allanó
el camino para convocar a una Convención Nacional Constituyente
con el objetivo de reformar la Constitución y obtener
la posibilidad de reelección presidencial. La Reforma
Constitucional, llevada a cabo en 1994, permitió al entonces
presidente postularse nuevamente para ocupar la primera magistratura.
En 1995, fue reelecto. La convertibilidad ya no alcanza, hay
recesión y ajuste, mientras se disparan el déficit,
el endeudamiento y la desocupación se va de control.
¿Qué estaban votando en las Cámaras, los
que hoy pretenden que perdamos la memoria?
Emerge la otra Argentina, la de los pobres, que son muchos más
y se han quedado a la intemperie, sin salud, sin educación,
sin seguridad, sin empleo; sólo pueden protestar con
desesperación, cortando las rutas, así surge el
Movimiento Piquetero.
Es el tiempo de los hitos, la carpa blanca frente al Congreso,
es escenario de actos gremiales, artísticos y políticos.
La corrupción está en todas partes y hay escándalos,
como la venta de armas, crímenes, como los de María
Soledad, Carrasco y Cabezas y atentados como los de la Embajada
de Israel, la AMIA y Río Tercero.
Y tanto nostálgico de moda, nos recuerda viejos valores
perdidos. ¿Quién podría desmadejar esta
"galleta" de puro fraude y mentiras? Aparecieron las
asambleas abiertas, plurales, formadas por gente de distinto
sexo, experiencia, orientación, clase: como un ejemplo
de democracia directa, que podría dar lugar al nacimiento
de la reconstrucción de un nuevo poder. De ellas depende,
si existe un verdadero pluralismo y unidad de intenciones, acertar
en las soluciones. Intentar infiltrarlas, controlarlas, sectorizarlas
es sencillamente estúpido y criminal. Amenazarlas, es
de necios. Muchos jóvenes comienzan a identificarse muy
lejos de las viejas dirigencias. A pesar que la dictadura, primero,
cerró el aprendizaje político, impidiendo a los
jóvenes la discusión democrática, y la
indignación, después, la prisa por los cambios
evita la angustia del pensamiento reflexivo, dándoles
certezas previas.
"Enemigos de la Patria: capitalistas, FMI, yanquis",
esas palabritas mágicas que producen efectos prodigiosos,
cuando son utilizadas frente a las masas hambrientas, de Buenos
Aires o del interior del país que aspiran a sacudirse
la miseria. Basta de discursos demagógicos, Argentina
creció.
La Tapa n°6
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DLa
Tapa - Información Alternativa dlatapa@yahoo.com.ar
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