(Fecha publicación:07/06/2003)
Desde tierra del Fuego, en el vértice austral del continente,
el Sindicato
Unificado de los Trabajadores de la Educación Fueguina
denuncia la puesta en
marcha de un plan para instalar una base militar norteamericana
en la ciudad
de Tolhuin, ubicada en el centro de la isla, en la parte Argentina.
Como se sabe, la Isla Grande de Tierra del Fuego se sitúa
al sur del
estrecho que descubriera Magallanes, un sinuoso curso que
comunica el
Atlántico con el Pacífico. La isla es compartida
por Argentina y Chile. Al
norte del estrecho está Río Gallegos, capital
de la provincia de Santa Cruz
(de la que fuera gobernador el presidente Kirchner) y se extienden
las
vastas planicies de la Patagonia.
Explosiones nucleares
Por el decreto provincial Nº 1369 el gobernador de Tierra
del Fuego, Carlos
Manfredotti cedió tierras para la instalación
de una base norteamericana que
realizará 'estudios nucleares', agregándose
que serán 'con fines pacíficos'.
El decreto invoca la ley Nº 25.022 sancionada por el
Congreso Argentino en
1998, que expresa en sus anexos 'que podrán realizarse
explosiones nucleares
subterráneas con fines pacíficos'. El decreto
autoriza la instalación de una
base del Sistema Internacional de Vigilancia para la Prevención
y
Prohibición de Ensayos y Explosiones Nucleares, y habilita
a los integrantes
de la base el libre tránsito por toda la provincia
si así lo requieren para
sus estudios. Esto se conoce públicamente, recién
ahora y, según los
impugnadores, 'como otros actos de gobierno, se realizó
a espaldas del
pueblo'. El sindicato fueguino informa que junto a diversos
sectores
sociales se están organizando para solicitar la derogación
del decreto Nº
1369 e impedir la construcción de la base, en el entendido
de que
'decisiones como ésta afectan gravemente a la provincia
toda y a la región,
más aún si tenemos en cuenta que la instalación
de estas bases se impulsa
desde el gobierno de los Estados Unidos en Norteamérica'
y responden 'al
delirio bélico de esa superpotencia imperialista'.
Los denunciantes recuerdan que el presidente norteamericano
anunció su
decisión de poner en marcha el proyecto de la 'guerra
de las galaxias' (el
llamado 'escudo antimisiles' de Reagan), condenado por distintos
gobiernos
como un peligroso paso hacia el relanzamiento de la carrera
armamentista.
Señalan que se han estado instalando bases militares
norteamericanas en
varios países de América Latina, que el Plan
Colombia, impulsado por EE.UU.,
'amenaza con extender la militarización y el conflicto
colombiano a toda
Latinoamérica', y vinculan estos planes a las presiones
por lograr la
aprobación del 'nefasto proyecto del ALCA'.
Impunidad y maniobras militares
En conclusión, establecen que 'no podemos permitir
-por nuestra historia,
nuestra dignidad, nuestra identidad- la presencia de esta
avanzada
imperialista en Tierra del Fuego, por lo que los fueguinos
exigimos la
derogación del decreto 1369/01 del gobernador Carlos
Manfredotti'.
Esto se une a otro hecho de actualidad. Como informa nuestro
corresponsal en
Argentina, ocho entidades defensoras de los derechos humanos
que acaban de
reunirse con Kirchner solicitaron que no se otorgue a los
militares
norteamericanos inmunidades como pide el Pentágono
para operaciones
conjuntas, programadas para octubre, 'cuya reiteración
preocupa a los que
hablaron con el presidente' (y que no se realizan sólo
en Argentina). El
gobierno de EE.UU. se niega a aceptar al Tribunal Penal Internacional
(TPI)
con sede en La Haya, que ya entró en vigencia, y reclama
la impunidad total
para sus militares que violen los derechos humanos en cualquier
latitud, así
sea Kosovo, Afganistán, Irak o en sus bases repartidas
por el mundo donde
cometen tropelías de todo tipo, como en Okinawa.
Por otra parte, la denuncia de los fueguinos enciende el
alerta sobre la
proliferación de bases militares norteamericanas en
nuestro continente.
Bases yankis en América
Como parte del Plan Colombia, se ha reactivado la red de
bases militares
yankis que cercan a dicho país, y que se suman a la
gran base militar de
Tres Esquinas operada por personal especializado norteamericano
dentro del
territorio colombiano. Integran esta red la base de Manta
en el Pacífico
ecuatoriano, visitada sobre fines del año pasado por
el general James Hill,
jefe del Comando Sur de los EE.UU., con vistas a su ampliación;
dos bases en
las Antillas Holandesas: la de Hato, en la isla de Curação,
y la de Reina
Beatriz, en la isla de Aruba, hasta hace poco utilizadas junto
a la de
Vieques en maniobras aeronavales de varios países de
la OTAN en el Caribe;
la que se construye en Liberia, Costa Rica; la de Soto Cano
en Honduras y la
de Roosevelt Roads en Puerto Rico. A pretexto de la campaña
antinarcóticos,
tropas yankis han actuado en zonas conflictivas de Bolivia,
tienen en la
mira la Triple Frontera, sin hablar ya de su participación
creciente en
Colombia en operaciones militares y en la fumigación
de extensas zonas. Este
último tema acaba de discutirse en el Congreso norteamericano.
Frente a
quienes alegaban resultados positivos (para reclamar la extensión
aún mayor
del Plan Colombia) se alzaron voces que relativizaban los
resultados,
enfatizando que nada se hizo por disminuir el consumo de drogas
en EE.UU.,
que sigue siendo el problema principal.
La otra cara
El anterior gobierno brasileño envió al Congreso,
en el año 2001, un
proyecto de acuerdo con EE.UU. para el uso de la base de lanzamientos
de
Alcántara, en el estado de Maranhão. El presidente
Lula anunció su decisión
de retirar este acuerdo, lo que fue celebrado con un gran
acto en el
Congreso, en Brasilia, con participación de parlamentarios
y del líder del
Movimiento de los Sin Tierra, João Pedro Stédile,
quien reseñó la
resistencia del pueblo brasileño al proyecto y calificó
el retiro del mismo
como 'una gran victoria del pueblo brasileño y latinoamericano'.
Cecilia Casamajor
cecilia.h@codetel.net.do
casamajor@arteamundo.com
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