BAGDAD (AFP) La seguridad en las ciudades iraquíes,
sometidas desde hace dos días a saqueos y ajustes de
cuentas, se convirtió el sábado en la prioridad
de las fuerzas de la coalición anglo-estadounidense
en Irak, mientras que Londres y Washington comenzaban a reducir
su dispositivo militar en el Golfo.En profundidad
Un intenso tiroteo tuvo lugar este sábado por la tarde
cerca del hotel Palestina, en el centro de Bagdad, cuando
patrullas de soldados estadounidenses se opusieron a iraquíes
armados, según los Marines.
"Sentimos la obligación de contribuir a garantizar
la seguridad", había declarado el viernes por
la noche en Washington el secretario norteamericano de Defensa
Donald Rumsfeld.
El Departamento de Estado estadounidense anunció el
envío en las próximas semanas de cerca de 1.200
responsables policiales, consejeros de seguridad pública
y expertos judiciales a Irak para contribuir a restablecer
el orden.
El sábado, muchos bagdadíes daban rienda suelta
a su ira cerca del monumental ministerio del Petróleo,
vigilado por un impresionante dispositivo de tanques norteamericanos
y el único edificio público que fue protegido
de los saqueos.
En el vigésimocuarto día de la guerra, el consejero
presidencial iraquí, general Amir al Saadi, se rindió
voluntariamente el sábado a las fuerzas norteamericanas,
anunció la televisión alemana ZDF. Al Saadi,
que había sido el principal interlocutor iraquí
con los inspectores de desarme de la ONU antes de la guerra,
aseguró que no sabía dónde está
Saddam Hussein, según ZDF.
La suerte de Saddam Hussein seguía siendo un misterio.
Según la prensa estadounidense del sábado, los
servicios de inteligencia norteamericanos interceptaron comunicaciones
entre ex dirigentes iraquíes que sugerían que
el ex presidente murió en el bombardeo del lunes contra
un edificio en Bagdad.
Después de que el viernes regresará a su base
en Escocia un grupo de aviones de combate británicos
Tornado F3, el sábado el portaaviones norteamericano
"Abraham Lincoln" abandonó el Golfo junto
con su grupo naval.
El vicealmirante Tim Keating, comandante de las fuerzas navales
de la coalición, señaló que, en el marco
de la retirada progresiva de los buques norteamericanos de
la zona, el "Kitty Hawk" podría partir pronto,
al igual que el "Constellation" y el "Theodore
Roosevelt".
En Bagdad, las fuerzas de la coalición se afanaban
para movilizar a los técnicos de los servicios públicos
con el fin de restablecer el agua y la electricidad, cortadas
desde hace días.
Tras un llamamiento transmitido por varias radios extranjeras
en árabe, cientos de iraquíes ofrecieron el
sábado sus servicios a los estadounidenses en el hotel
Palestina de Bagdad, donde se alojan la prensa y los militares.
A última hora de la tarde, un coche de la policía
iraquí con tres funcionarios vestidos de civil a bordo
empezó a patrullar el centro de Bagdad por primera
vez desde que el miércoles los norteamericanos tomaran
el control de la capital.
Según el Comité Internacional de la Cruz Roja
(CICR) en Ginebra, las fuerzas aliadas lograron garantizar
la seguridad del principal centro de abastecimiento de agua
de Bagdad y también parcialemente del gran Medical
City Hospital.
Sin embargo, los comercios siguieron cerrados mientras surgían
las primeras milicias de autodefensa. El sábado por
la mañana, proseguían los saqueos en el ministerio
de Planificación.
En el frente norte, se percibía un principio de normalización
en Kirkuk, tras un día de caos generalizado. El sábado
se creó un comité civil que representa a las
principales comunidades de la ciudad para administrarla y
ayudar a restablecer la seguridad.
Unos veinte soldados de la 173 división aerotransportada
estadounidense relevaron el sábado por la tarde a los
combatientes kurdos que estaban en facción ante la
sede del gobierno de Kirkuk y bloqueaban su entrada.
La situación era más confusa en Mosul, donde
los ajustes de cuentas entre árabes y kurdos dejaron
entre 15 y 20 muertos y al menos 200 heridos desde el viernes
y donde los estadounidenses eran mal recibidos, según
una periodista de la AFP que llegó a esa ciudad mayoritariamente
árabe y leal a Saddam Hussein.
En el plano humanitario, el coordinador de la ONU encargado
de las cuestiones humanitarias (UNHCI) en Irak anunció
en Amman que un primer grupo de empleados de esa organización
viajará el lunes al norte de Irak.
En San Petersburgo (Rusia), el presidente ruso, Vladimir
Putin, el francés, Jacques Chirac, y el canciller alemán
Gerhard Schroeder destacaron el "papel central"
que debe desempeñar la ONU en el Irak de la postguerra.
El secretario de Estado norteamericano Colin Powell les respondió
en el canal de televisión NBC que las Naciones Unidas
tendrán un papel "vital" en la reconstrucción
de Irak pero "esencialmente en el ámbito humanitario".
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