EEUU promete llevar la guerra hasta sus últimas consecuencias
Washington, 9 abr (EFE).- Estados Unidos ha advertido que
la guerra en Irak durará todo el tiempo que sea necesario
hasta asegurar la caída del presidente Sadam Husein
y el desarme total de su régimen. Tras 20 días
de hostilidades y la ocupación de gran parte del país
por parte de las tropas anglo estadounidenses, la consejera
de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Condoleezza Rice,
aseguró que la guerra "durará el tiempo
que sea necesario". En una reunión con periodistas,
Rice señaló el martes que aunque se ha avanzado
en el conflicto, es imposible precisar fechas sobre cuándo
terminará. "Lo que sí debe quedar muy claro
es que este régimen tiene que caer", señaló.
Sobre el futuro del país, Rice señaló
que "será devuelto al pueblo iraquí de
manera de que sea un buen vecino, despojado totalmente de
sus armas de destrucción masiva y puesto en el sendero
de un desarrollo democrático que mantenga su integridad
territorial". Hasta ahora, el Gobierno de EEUU ha dicho
que la primera etapa del establecimiento de una democracia
iraquí será la creación de un gobierno
de transición de base amplia y representativa. Pero
Rice aclaró que ese Gobierno transitorio será
seguido por un Gobierno "en el que todos los iraquíes
tengan voz". El futuro de Irak, tanto político
como económico, se ha convertido en un tema delicado
que podría alterar más aún las relaciones
de los aliados en la guerra (EEUU y Gran Bretaña) con
las Naciones Unidas. Esas relaciones sufrieron un duro golpe
el mes pasado, cuando el Consejo de Seguridad no llegó
a un acuerdo para aprobar una resolución que habría
autorizado la intervención militar como pedían
Washington y Londres. En una conferencia de prensa en Belfast,
Irlanda del Norte, el presidente de EEUU, George W. Bush;
y el primer ministro británico, Tony Blair, prometieron
que pese a esos traspiés, darán a la ONU una
función importante en el Irak de posguerra. Sin embargo,
Bush limitó esa función al señalar que
será principalmente de carácter humanitario
y de asesoramiento, más que de supervisión para
la creación de un nuevo gobierno. Esa visión
del futuro iraquí se contrapone a la expresada en el
Gobierno de Blair y varios países europeos que desean
que la autoridad internacional de posguerra esté en
manos de la ONU y no de EEUU y Gran Bretaña, según
fuentes diplomáticas citadas hoy, miércoles,
por el diario The New York Times. Por otra parte, el secretario
general de las Naciones Unidas, Koffi Annan, señaló
el lunes que la participación activa del organismo
en la reconstrucción de Irak sería esencial
para dar legitimidad a cualquier gobierno de ese país.
La semana pasada, Rice señaló que EEUU había
descartado la posibilidad de que el organismo mundial lleve
a cabo una función directriz en el Irak de posguerra.
Rice justificó esa decisión al señalar
que Estados Unidos y sus aliados se han ganado ese papel por
que han dado "vida y sangre" al esfuerzo bélico.
"Debiera ser lógico esperar que después
de haber participado y liberado a Irak, las fuerzas de la
coalición que han dado vida y sangre para liberar a
Irak tengan una función principal. No creo que esto
sorprenda a nadie", señaló. Más
aún, Rice reveló que el Gobierno de EEUU ya
ha designado a quienes dirigirán la reconstrucción
del país en sus primeras etapas. Señaló
que la nueva Oficina de Reconstrucción y Asistencia
Humana (ORHA, por sus siglas en inglés) será
encabezada por el general retirado Jay Garner, quien tendrá
como supervisor directo al general Tommy Franks, jefe del
Mando Central de la guerra en Irak. Posteriormente, Garner
entregará el control a una especie de gobierno transitorio
formado por iraquíes, tanto por exiliados como por
los que han permanecido en el país.
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