Traducido para Rebelión
por Germán Leyens
En una extraordinaria entrevista, el dirigente surafricano
exige que George W. Bush obtenga apoyo de las Naciones Unidas
antes de atacar a Irak.
Nelson Mandela, de 84 años, es probablemente el estadista
más respetado del mundo. Condenado a prisión
perpetua en la desolada Isla Robben en 1964 por propugnar
la resistencia armada contra el apartheid en Suráfrica,
el líder del Congreso Nacional Africano emergió
en 1990 para conducir a su país en la transición
a elecciones no raciales. Como presidente, su prioridad ha
sido la reconciliación racial; en la actualidad surafricanos
de todas las razas hablan de su persona utilizando el término
honorífico de su clan Xhosa, Madiba. Mandela renunció
en 1999 después de un solo período de cinco
años. Ahora dirige dos fundaciones concentradas en
los niños. Se reunió con Tom Masland de Newsweek
un lunes por la mañana en su oficina en Houghton, un
suburbio de Johannesburgo, antes de volar a la provincia Limpopo
para hablar a líderes tradicionales sobre la crisis
del SIDA en el país. Pasajes seleccionados:
NEWSWEEK: ¿Por qué expresa su opinión
sobre Irak? ¿Quiere actuar como mediador, como lo hizo
en el Oriente Medio hace un par de años? Parece que
está volviendo a la palestra.
Nelson Mandela: Si organizaciones creíbles me piden
que medie, lo consideraré muy seriamente. Pero una
situación de esta naturaleza no exige que medie un
individuo, requiere que lo haga una organización como
las Naciones Unidas. Debemos comprender lo seria que es esta
situación. Estados Unidos ha cometido serios errores
en la conducción de sus asuntos exteriores, que han
tenido desafortunadas repercusiones mucho después de
la adopción de esas decisiones. El apoyo incondicional
al Shah de Irán condujo directamente a la revolución
islámica de 1979. Entonces Estados Unidos decidió
armar y financiar a los muyahidin [islámicos] en Afganistán
en lugar de apoyar y alentar el ala moderada del gobierno
de Afganistán. Es lo que llevó a los talibán
a Afganistán.
Pero la acción más catastrófica de Estados
Unidos fue sabotear la decisión que fue minuciosamente
elaborada por las Naciones Unidas para el retiro de la Unión
Soviética de Afganistán. Si se consideran esos
aspectos, se llegará a la conclusión que la
actitud de EE.UU. es una amenaza para la paz mundial. Porque
lo que [EE.UU.] está diciendo es que si alguien teme
un veto en el Consejo de Seguridad, simplemente sale afuera
y entra en acción y viola la soberanía de otros
países.
Es el mensaje que están enviando al mundo. Debe ser
condenado en los términos más enérgicos.
Y usted notará que Francia, Alemania, Rusia, China,
están contra esa decisión. Es claramente una
decisión que ha sido motivada por el deseo de George
W. Bush de complacer a las industrias de armamento y del petróleo
de EE.UU. Si usted considera esos factores, verá que
un individuo como yo, un hombre que ha perdido poder e influencia,
jamás podrá ser un mediador adecuado.
P: Y respecto al argumento que se está presentando
sobre la amenaza de las armas de destrucción masiva
de Irak y los esfuerzos de Sadam por producir armas nucleares.
Después de todo, ha invadido otros países, ha
disparado misiles contra Israel. El jueves, el Presidente
Bush va a ir a las Naciones Unidas y va a señalar lo
que él dice constituye evidencia de...
R: ... Scott Ritter, que fue un inspector de armas de las
Naciones y está en Bagdad, ha dicho que no existe ninguna
evidencia de [el desarrollo de armas de] destrucción
masiva. Ni Bush ni [el Primer Ministro británico] Tony
Blair ha suministrado ninguna evidencia de que tales armas
existan. Pero lo que sí sabemos es que Israel posee
armas de destrucción masiva. Nadie habla de eso. ¿Por
qué va a haber un estándar para un país,
especialmente porque es de color, y otro para otro país,
Israel, que es blanco?
P: ¿Así que usted lo ve como un problema racial?
R: Bueno, existe ese elemento. En realidad, mucha gente lo
dice en voz baja, pero no tiene el coraje de ponerse de pie
y decirlo en público, que cuando había secretarios
generales blancos, no se presentaba el tema de que EE.UU.
y Gran Bretaña actuaran fuera de las Naciones Unidas.
Pero ahora, que ha habido secretarios generales como Boutros
Boutros Ghali, y como Kofi Annan, no respetan a las Naciones
Unidas. Las desprecian. No es mi punto de vista, pero es lo
que dice mucha gente.
P: ¿Qué clase de compromiso ve usted que podría
evitar la confrontación en ciernes?
R: Hay un compromiso y sólo uno, y son las Naciones
Unidas. Si EE.UU. y Gran Bretaña van a las Naciones
Unidas y las Naciones Unidas dicen que tenemos evidencia concreta
de la existencia de esas armas de destrucción masiva
en Irak y que pensamos que hay que hacer algo al respecto,
entonces todos los apoyaremos.
P: ¿Piensa que el actual esfuerzo diplomático
ante la ONU de la administración [de EE.UU.] es genuino,
o busca solamente el Presidente una cobertura política
al hablar ante la ONU, aun cuando sigue teniendo la intención
de actuar unilateralmente?
R: Bueno, no cabe duda de que EE.UU. piensa ahora que es
la única superpotencia en el mundo y que puede hacer
lo que quiera. Y, desde luego, tenemos que considerar a los
hombres y mujeres que rodean al presidente. El General Colin
Powell comandó el ejército de Estados Unidos
en tiempos de paz y en tiempos de guerra durante la Guerra
del Golfo. Conoce los desastrosos efectos de la tensión
internacional y de la guerra, cuando gente inocente va a morir,
cuando jóvenes van a la muerte. Lo sabe y lo mostró
después del 11 de septiembre del año pasado.
Anduvo informando a los aliados de EE.UU. y solicitando su
apoyo para la guerra en Afganistán.
Pero gente como Dick Cheney… Vi que ayer hubo un artículo
que decía que él es el verdadero presidente
de EE.UU. No sé hasta qué punto es verdad. Dick
Cheney, [el Secretario de Defensa Donald] Rumsfeld, son personas
que desafortunadamente están induciendo a error al
presidente. Porque mi impresión del presidente es que
se trata de un hombre con el que se puede hablar. Pero son
los que están a su alrededor los que son dinosaurios,
que no quieren que él pertenezca a la edad moderna.
El único, la única persona que quiere ayudar
a que Bush entre a la era moderna es el General Colin Powell,
el Secretario de Estado.
P: ¿Me parece que a usted le preocupa sobre todo el
vicepresidente Cheney?
R: Bueno, no me cabe duda. Se opuso a la decisión
de liberarme de la prisión (se ríe). La mayoría
del Congreso de EE.UU. estaba a favor de que me liberaran,
y él se opuso. Pero no es por eso. Está bien
claro que Dick Cheney es un archi-conservador.
P: Me interesa su decisión de hablar ahora sobre Irak.
Cuando usted dejó el poder, dijo, "Me voy al Transkei,
y voy a descansar." Ahora, puede que haya sido una broma.
Pero usted ha estado muy activo.
R: De verdad quería retirarme y descansar y pasar
mucho más tiempo con mis niños, mis nietos y,
por cierto, con mi mujer. Pero los problemas son tan inmensos
que todo el que tenga conciencia debe utilizar toda la influencia
que pueda tener para conducir a la paz, es difícil
negarse.
MSNBC/Newsweek/Tradeobservatory
Traducido para Rebelión por Germán Leyens
24 de septiembre del 2002
AVISO: Según el título 17 U.S.C., Sección
107,
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con fines de investigación y educación.
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