“Debemos ser primeros hombres y después súbditos.
Las masas sirven al Estado como máquinas, con sus cuerpos.
En eso consisten el ejército, los funcionarios, los
ayudantes del sheriff, etc. No tienen libre ejercicio del
juicio ni del sentido común, sino que actúan
como la madera, la tierra, las piedras, y quizá fabriquemos
algún día hombres de madera que sirvan igual
ese propósito. Tales hombres no merecen más
respeto que un montón de estiércol, pero generalmente
son considerados buenos ciudadanos. Los héroes, los
patriotas y los reformadores actúan con su conciencia,
por lo que se suelen oponer al Estado y éste les trata
como enemigos. ¿Cómo debemos comportarnos con
este Estado estadounidense de hoy? No podemos asociarnos con
él sin deshonra. No puedo reconocer como mi Estado
a esa organización que permite la esclavitud... Cuando
la sexta parte de la nación son esclavos, y el ejército
invade y conquista injustamente todo un país (México)
sometiéndolo a la ley marcial, no es demasiado pronto
para que los hombres honestos se rebelen y subleven. Que el
país invadido no sea el nuestro, sino que nuestro sea
el ejército invasor, hace más urgente este deber”
Henry David Thoreau
Escritor y Pensador Norteamericano
(1817/1862)
http://usuarios.advance.com.ar/hugo-de-pedro/hdp.htm
Quizás en pocas horas un ataque con miles de bombas
de los Estados Unidos de Norteamérica (EEUU) y sus
aliados convertirán en una hoguera al territorio de
la República de Irak (IRAK) con una furia imperial
nunca vista hasta el presente. Entre las cenizas y la destrucción
aparecerá la bandera de las barras y las estrellas
flameando su impúdica libertad, mientras miles habrán
muerto, otros quedarán heridos o serán incapacitados
para siempre sin poder disfrutar de la paz y la prosperidad
siempre prometida y nunca cumplida por el ejercito invasor
y colonizador.
Esta pírrica invasión dejará a los EEUU
y a sus tristes y genuflexos amigos heridos de una muerte
lenta que abrirá los caminos para un nuevo orden mundial
que desconocemos cómo será, porque podría
ser que la humanidad deba seguir tolerando que se agudice
el dominio imperial hegemónico dirigido por el gendarme
del mundo, o bien que surjan las fuerzas morales que detengan
al coloso y que diseñe un orden terrestre más
justo, libre e igualitario como respuesta de las mayorías
de los ciudadanos del orbe.
Cualquiera de las dos situaciones mencionadas no justifican
la muerte de ni un solo inocente, en un país que merced
al bloqueo impuesto desde 1991 han sobrepasado el millón
los muertos entre niños y adolescentes. La denominada
“Guerra del Golfo” tuvo como mentor e instigador
al padre del actual presidente estadounidense, que también
por entonces lo era. Sin dudas una cuestión de familia
e intereses nunca revelados.
La historia nos demuestra que en dos oportunidades frente
a las desastrosas guerras mundiales (1914/18 y 1939/45), dos
revoluciones surgieron como clara expresión de las
necesidades de los pueblos oprimidos y humillados, Rusia en
1917 y China de 1945 a 1949. Hoy en día la situación,
en la que miles de millones son obligados a padecimientos
de todo tipo, hace que exista un campo fértil para
que se produzcan cambios radicales al rumbo unipolar impuesto
y que domina al mundo con una soberbia propia de los regímenes
autoritarios junto a un desprestigio total de los políticos
herederos de Abraham Lincoln y Thomas Jefferson que únicamente
nos dejan ver caer en picada los más mínimos
principios éticos, morales y humanos.
La decisión de George “Adolf” Bush, tomada
en forma unilateral y dando por tierra los procesos de desarme
e inspección de armas llevadas a cabo por la Organización
de las Naciones Unidas (ONU), nos demuestra que la convivencia
pacífica de los pueblos será imposible hasta
que no se logre arrebatarle su poder imperial de necio dominio
internacional. Ya queda confirmado que no están satisfechos
con el poderío económico, comercial y financiero,
sino que deja al desnudo su impronta de muerte y sumisión
humana poniendo todo su potencial bélico para matar
a un pueblo hambreado como el iraquí que hace solamente
poco más de diez años conoció otra devastación
a manos de la Organización del Atlántico Norte
(OTAN), que casualmente tenía a 32 naciones aliadas
como en estos momentos.
Es fundamental dejar en claro que el Jefe de los Inspectores
de armas biológicas, químicas y misilísticas
-Hans Blix- elogió la aceleración impuesta por
IRAK a sus actividades de desarme como también consideró
sustancial la destrucción de misiles realizada. En
el mismo sentido el Director de la Agencia Internacional de
Energía Atómica -Mohamed El Baradei- aseguró
que no se han encontrado pruebas de actividades nucleares
prohibidas ni tampoco la compra de uranio a otros países.
Ambos al unísono reclamaron a la ONU más tiempo
para completar sus tareas y misiones encomendadas.
Si pensamos que unos 300.000 soldados estadounidenses y británicos
-los hay de otras naciones también-, como otros 200.000
reservistas alistándose, están esperando que
George “Benito” Bush ordene el comienzo del fuego
podemos asegurar que la comunidad de las naciones del mundo
no ha realizado todos los esfuerzos necesarios para detener
a “un solo demente genocida” que alberga dentro
de él a un incapaz y temerario estúpido individuo.
Si los países libres, soberanos e independientes,
o lo que de ellos queda, hubieran pretendido asumir una posición
respetable deberían haber convocado con carácter
de urgencia a la Asamblea General de la ONU de la que forman
parte 191 Estados, para así poder haber conocido la
opinión mundial respecto a la muerte imperial con la
que goza George “Josip” Bush. Tamaña movilización
de tropas y pertrechos militares, como así las operaciones
militares, se han realizado a través de terceros países
que son miembros de la ONU lo que también debemos denunciar.
Muchos tenemos una definición y opinión formada
sobre las características políticas y autoritarias
de Saddam Hussein que lo hacen pasible de nuestras más
enérgicas condenas en todo lo referido a la violación
de los derechos humanos, pero también sabemos que la
autodeterminación de los pueblos no puede ser avasallada
jamás porque indefectiblemente termina con la vida
de comunidades enteras. Es George “Francisco”
Bush un claro y determinante ejemplo del típico presidente
de los EEUU que vulnera, porque siempre lo han hecho, los
principios de la no-intervención en los asuntos internos
de los países.
Con la complicidad del gobierno portugués que entregó
plácidamente a las Islas Azores como lugar donde solo
tres hombrecitos -Bush, Blair y Aznar- decidieron exterminar
a IRAK renegando de la oposición, mayoritaria por cierto,
de los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU y dando
piedra libre a un “ultimátum” al mejor
estilo gangsteril y fascista por parte del “Sheriff”
Bush. Sólo cuatro miembros de los quince estaban a
favor de una acción militar injustificada e inútil
por cierto.
Cómo condenamos enérgicamente a quienes apoyan
este conflicto debemos hacerlo contra quienes no han alzado
la voz para detenerlo, ya que estamos en horas donde será
muy poco todo lo mucho que se haga para evitar las muertes
que seguramente se producirán por miles.
El “Plan Petróleo por Alimentos” de la
ONU que permitía a IRAK comprar alimentos, medicamentos
y otros productos de primera necesidad con el producido de
sus ganancias de la venta de petróleo dentro del marco
de medidas humanitarias, las que son controladas por el organismo
internacional, no ha podido cumplir su finalidad de hacer
menos doloroso el embargo y bloqueo impuesto al país
desde 1991 y que posee la segunda reserva mundial de ese producto.
Las sanciones que los EEUU han querido seguir imponiendo fueron
en varias oportunidades rechazadas por el Consejo de Seguridad.
Por eso debemos volver sobre el tema que no se trata únicamente
de apoderarse del petróleo iraquí, sino que
ésta invasión tiene por finalidad apoderarse
de las decisiones geopolíticas mundiales para que queden
en manos de unos pocos países poderosos militarmente
y terminar así con la acción jurisdiccional
de la ONU, que aunque ha presentado muchas fallas, garantizaba
de alguna forma el equilibrio mundial.
Todos conocemos que el interés de los EEUU por IRAK
no pasa por la democracia y la libertad, sino que son las
riquezas petrolíferas las que desea controlar en su
estrategia hegemónica dispuesta desde hace decenas
de años. De ello son testigos demasiados pueblos que
la padecen hasta el sufrimiento de sus habitantes que son
condenados a la marginación. Las mismas necesidades
que han llevado al Imperio a entregar a Saddam Hussein el
armamento y la tecnología militar, directamente o a
través de terceros países, al “hoy terrorista”
para enfrentar a IRAN en el año 1980 en una guerra
que fue monitoreada por ellos durante ocho años con
la aparente finalidad de terminar con el régimen del
Ayatolá Jomeini. Eran épocas, sin duda alguna,
que Saddam era el “amigo terrorista” a pesar de
más de un millón de muertos.
Cómo tenemos memoria y sabemos reconocer a nuestros
verdaderos enemigos es que debemos decir con todas las letras
que estamos frente a una “invasión imperialista
y capitalista”, la que bajo la protección de
la globalización mundial realiza grandes y rentables
negocios, como también ha sabido imponer su garrote
al mejor estilo colonialista.
La desquiciada actitud de los EEUU es la partida de defunción
para la Carta de las Naciones Unidas del 26 de junio de 1945,
también lo es para la moral, la lógica y la
justicia internacional. Es por eso que solamente nos causa
una gran repugnancia las manifestaciones de algunos países
que en estas horas de muerte y masacre nos hablan de ayuda
humanitaria, de asistencia a los posibles refugiados y la
posterior reconstrucción de la nación invadida.
Esos países también desoyen a sus pueblos que
mayoritariamente están a favor de la paz, la vida y
la convivencia mundial.
Para terminar, porque indudablemente hay muchas más
cuestiones para seguir denunciando y gritando a los cuatro
vientos, debemos preguntarles a los gobiernos de Afganistán,
Albania, Australia, Azerbaiyán, Bulgaria, Colombia,
República Checa, Dinamarca, El Salvador, Eritrea, Estados
Unidos de América, Estonia, Etiopía, Georgia,
Hungría, Italia, Japón, Corea del Sur, Letonia,
Lituania, Macedonia, Holanda, Nicaragua, Filipinas, Polonia,
Rumania, Eslovaquia, España, Turquía, Reino
Unido y Uzbekistán, los únicos que han respaldado
la invasión a IRAK y que representan el 15% de las
Estados miembros de la ONU, para que respondan a los hijos
del pueblo del planeta lo siguiente:
Sí IRAK tiene armamento de destrucción masiva.
¿Por qué no se permite terminar la tarea a los
inspectores de la ONU?
Sí IRAK es un país que tiene un gobierno terrorista.
¿Por qué no se han presentado las pruebas ante
la ONU?
Sí IRAK podría utilizar armas químicas.
¿Por qué se envían cientos de miles de
soldados en lugar de proseguir el camino del desarme que se
estaba llevando a cabo?
Sí IRAK no sería un país rico en recursos
energéticos. ¿Se hubiesen preocupado tanto por
su sistema político?
Sí ésta invasión tiene éxito
en la ocupación iraquí por las armas. ¿Cambiará
algo para la vida de su población o solamente lo habrá
para las intereses económicos y geopolítico
de los gobiernos invasores y de sus empresas transnacionales?
Sí no se crean cada diez años conflictos bélicos
de esta magnitud. ¿Podrían justificarse los
billones de dólares dispuestos para aumentar la cantidad
de armamento en el mundo que cada vez es más potente
y sofisticado?
Ver y oír a George W. Bush intimidando en cadena mundial
de información a un pueblo libre y soberano. ¿Es
un acto de un líder republicano y democrático?
Sí en un futuro otra gran potencia somete a alguno
de los países convertidos en invasores, cómo
ahora pretenden hacerlo. ¿Qué responderían
a sus ciudadanos?
Sí se demuestra que en IRAK no hay armas de destrucción
masiva ni tampoco colaboración con grupos terroristas.
¿Qué responderían a sus respectivos pueblos
sobre las muertes producidas?
Sí sobre la sangre de los inocentes muertos se realizan
negociados económicos por parte de los gobiernos atacantes.
¿Qué explicación le darían al
mundo?
Sí los EEUU y sus circunstanciales aliados quieren
la paz. ¿Cómo se explica que la capacidad de
destrucción sea diez veces superior que hace un decenio
atrás?
¿Se han realizado todos los esfuerzos para que se
cumpla el Plan Petróleo por Alimentos de la ONU?
¿Se han realizado algunas de las promesas sobre ayuda
humanitaria y respeto por los derechos humanos a favor de
los afganos y de los prisioneros que tienen en la base estadounidense
de Guantánamo en la República de Cuba?
¿La estabilidad, seguridad, tranquilidad y la paz
mundial no están siendo comprometidas cuando recrudecerán
las acciones de venganza terroristas por doquier?
¿Saben que han decidido comenzar el horror de la pólvora
y una tragedia sin solución?
No queremos la invasión a IRAK ni a ningún
otro país.
No aceptaremos ni una sola muerte de inocentes.
Si queremos que la paz domine al mundo.
Si trabajaremos y lucharemos solamente por un mundo libre,
justo, igualitario y solidario.
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