Otra vez en la plena noche fría de Río Gallegos la arbitrariedad, el autoritarismo y la intimidación se pusieron a la orden del día contra el pueblo, abandonando en ésta oportunidad la clandestinidad, palos, gomas y cadenas que supieron utilizar hace solo 166 días en oportunidad de apalear a "los caceroleros" en Errázuriz y Belgrano; cuyos autores aún tienen pendiente rendir cuenta de su accionar por pedido de la fiscalía en la "injusticia santacruceña" (Expediente V-24142/02 del Juzgado Nº 2).
Las temibles armas que poseían los desocupados nucleados en la "Coordinadora de Desocupados y Ocupados de la Plaza San Martín" eran carpa, olla, mochilas, mate, bombilla, agua, bicicletas y fundamentalmente la más terrible de todas "el hambre y la necesidad". Esperemos que en ésta oportunidad todo sea devuelto en las mismas condiciones en que han sido decomisadas como si algún imaginario delito hubiera ocurrido.
Quienes "no se ajustan" a recibir los deleznables e inmorales planes de empleo que no cubren ni siquiera una cuarta parte de la canasta básica familiar deben necesariamente ser corridos por la fuerza y presencia de las armas, claro éstas si son de verdad porque son del "siempre dispuesto" GOE. Recordemos que en 1920 los reclamos de los obreros del campo eran por cien pesos de sueldo más la comida, habitación, luz y calefacción, terminando los reclamos en represión, tortura y muerte también bajo una democracia.
La institución de seguridad que debería estar al servicio de los ciudadanos, otra vez más lo está al del poder asfixiante encabezado por el gobernador -Dr. Néstor Carlos Kirchner-, y sus colaboradores como: el ministro de Gobierno -Arq. Julio Miguel De Vido-, el secretario de Estado de Seguridad -Dr. Néstor Osvaldo Peña- y el Jefe de la Policía -Comisario General Wilfredo Alejandro Roque-.
Hasta cuanto la indigna mentira puede seguir ocupando los espacios que deben estar reservados a esclarecer las verdades que suceden en la más austral provincia continental. No deja de ser un dato muy interesante de la realidad que los echados y desalojados de la esquina de Alcorta y Chacabuco -Casa de Gobierno-, en la noche de ayer, fueron a un Diario -Tiempo Sur, no comprometido con el poder- a solicitar refugio, ese auxilio que pedimos los que tenemos miedo por nuestras vidas y la de nuestras familias cuando la injusticia santacruceña y los representantes de la democracia duermen plácidamente sobre el colchón del poder.
Los representantes del pueblo que aún están en la oposición tienen otra vez el compromiso y la oportunidad de hacer valer la fuerza republicana y democrática que le hemos otorgado, dejando las torpes peleas de comité para aquellos que no tengan responsabilidades públicas.
Estos acontecimientos nos confirman que "son verdaderas" nuestras denuncias, las que sistemáticamente son descalificadas o querelladas, de que Santa Cruz no es el paraíso del bienestar, el progreso, el empleo y las libertades desde el cual quiere salir Kirchner para llegar a la presidencia.
Nos preguntamos entonces:
¿Cómo sería la discrecionalidad que podría ejercer teniendo a su cargo la SIDE, la Policía Federal y siendo Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas y de Seguridad?.
Mejor ni lo pensemos.
¿Será tan eficiente el gobierno del "camino seguro", "sigamos trabajando juntos" y "plan cuatrienal" que más de cien personas se encontraban en el interior de la sede del ejecutivo ayer a la noche?
Mejor que lo dudemos.
¿Se terminarán con los delitos, los balazos y las muertes a partir de que la policía demostró esa gran capacidad de despliegue organizado también ayer a la noche?
Mejor que nos cuidemos.
¿Cómo justificar que un solo mes de gasto del avión sanitario-campañeril representan más de 5.000 planes de ayuda o empleo?
Mejor que lo denunciemos.
Una vez más nuestra sangre se calienta y junto a la mejor de nuestras vehemencias debemos exigir la mayor de las condenas por éste episodio que no es menor en lo absoluto, como tampoco es menor el reclamo de los municipales y agentes del Sistema de Estacionamiento Medido a quienes se les niega vilmente la condición de empleados municipales.
A la misma hora que se reprimía en Santa Cruz pero con 35 años de diferencia en Bolivia también otro argentino -Ernesto Guevara- estaba detenido y fue cobardemente asesinado por armas e ideologías similares a las que hoy se portan en nuestra Patagonia tan llena de ejemplos de luchas, coraje, resistencia y rebeldías, como también de masacres impúdicas contra trabajadores.
Exigimos que éste tipo de historias no se repitan ¡NUNCA MÁS!