Sección +D Lo Mismo
Chicos Paloma
 
 
   
Paro de docentes. Reclamos de estatales. Manifestaciones de piqueteros. Cacelolazos. Escraches a los Bancos. Escraches a políticos. Pedido de juicio a la Corte Suprema de Justicia.

 

 
   
Por:-Clara Britos Marzo de 2002 Buenos Aires
¿Quién piensa en lo que sienten los chicos? Los marginados, nuestros hijos, los de la calle. Los reclamos son por un futuro mejor, pero ¿Y el presente?

¿Alguien del gobierno piensa en lo que le estamos haciendo al futuro del país?. Somos parte de lo que viene ocurriendo desde años atrás, somos responsables también de que todo mejore, si lo creemos por un momento, habremos transitado la mitad del camino. No arrastremos a los chicos a la desesperanza, luchemos por la educación como base para el anhelado cambio. ¿Cuántos de nosotros están pensando en darle explicaciones a los niños?
¿Cuántos de nosotros piensa en los hijos del vecino como en los propios?
Los chicos; las mayores víctimas. Dejemos de “pasarnos la pelota”.Sobre los techos de algunas escuelas, blancas siluetas se recortan contra el cielo. Representan lo más indefenso y desprotegido. La “asignatura pendiente” de los Argentinos.
Lo más caro a nuestros sentimientos, no asisten a clase, trepan al techo y ahí se quedan, esperando.
Solo a la hora del comedor escolar, bajan,... son los chicos paloma. Así los bautizó una maestra de Ing. Budge, partido de Lomas de Zamora. En Argentina, hoy, las maestras cambian sus roles, se encargan de darle a los chicos la comida, la única que tendrán en el día.
Si los chicos no se alimentan bien, de nada servirá la mejor escuela, los conocimientos no pueden ser absorbidos por los chicos “mal comidos”. El daño a sus neuronas será irreversible.
¿Por qué no bajan del techo a tomar sus clases normalmente?
Para ellos su entorno y su estímulo son los gritos, que se vayan todos, los cacerolazos, la desocupación, el hambre, los insultos contra políticos, policías, la Corte…la injusticia.
Asistimos hoy a una reconversión del sistema capitalista internacional, ante la gravedad de su crisis, mediante la implementación de un modelo neo-liberal en lo económico, y neo-conservador en lo político y lo cultural.
La consolidación de este modelo a nivel mundial, a partir quizás de utilizar como estrategia a la llamada globalización, produce en nuestro país los siguientes efectos:
Penetra todas las relaciones de la sociedad; lo cultural, lo económico, lo político, lo social, lo individual y lo colectivo.
Agudiza las condiciones de pobreza de la mayoría de la población y produce diferencias al interior de la sociedad; aumentos de los niveles de desocupación y de precarización laboral.
Fortalece el individualismo y las relaciones competitivas fragmentando el tejido social; genera procesos de deterioro del medio ambiente, provocando insustentabilidad ecológica; promueve el consumismo exacerbado.


La globalización económica

La concentración de las riquezas y distribución de los costos, deja librado al mercado la solución de los problemas sociales y económicos.
Por eso es que en nombre del ajuste, el Estado se desinteresaría de áreas como Salud, Educación y Acción Social, que quedan a disposición de la ley de la oferta y la demanda con las que se rige este mercado.
La primera necesidad para la implementación de estas políticas, fue entonces, el desmantelamiento del “Estado de Bienestar”, del Estado Educador, lo que significa una hipoteca de nuestra soberanía en todos los órdenes, ya que su capacidad de decisión se encuentra absolutamente atada a las imposiciones de las agencias financieras internacionales, léase FMI, Banco Mundial, y sus representantes en América Latina, incluso algunas corporaciones nacionales, quienes mediante “recomendaciones” de cumplimiento obligatorio (¿aceptadas de buen grado por nuestros gobernantes para acceder a los créditos internacionales?) inciden directamente en las políticas a seguir para solucionar la crisis.
¿La crisis de nuestro país o la crisis que también están sufriendo ellos?


La Ley Federal de Educación

La transformación educativa apoyada en la Ley Federal de Educación y la Ley de Educación Superior, son en definitiva una consecuencia de todo lo anterior.
Ya nadie discute esta Ley, esta legislación no ha tenido la base que debe cimentar toda Ley, un diagnóstico de nuestra realidad concreta, de las necesidades de la población, de las distintas regiones que conforman nuestro país, de los conflictos que hoy viven nuestras escuelas, alumnos y docentes.
¿Quién puede dudar que nuestra educación necesite una transformación?
Nadie en su sano juicio lo pone en duda, porque nuestra escuela, hija del Iluminismo de la Revolución Francesa y proyecto político de la generación del ‘80 , ha sido muchas veces actualizada, pero su esencia ha permanecido inalterable, y hoy tiene serias dificultades para dar respuesta al gran desarrollo alcanzado en el campo de los conocimientos, a la instantaneidad que se ha logrado en el campo de las comunicaciones y los nuevos sistemas comunicacionales, la nuevas tecnologías (microelectrónica y biotecnología) que han incorporado y transformado al mundo del trabajo, la constitución de nuevos sujetos sociales etc. La transformación educativa necesaria parece diferir sustancialmente de ésta, tanto en los objetivos como en las metodologías.
Los que somos hoy padres, leímos las lecturas de “El árbol que canta”, “Girasoles”, estudiamos las ciencias sociales, naturales y las matemáticas en el “ manual del Alumno Bonaerense”, recitábamos la oración a la bandera, cantábamos el Himno, la Marcha de San Lorenzo, y sabíamos por qué estábamos en la escuela… leíamos…pertenecemos a la época del bachillerato, el industrial, el comercial y el polivalente, teníamos un objetivo y sabíamos para qué. Hoy, esos chicos paloma no saben por qué, por qué gritamos, por qué nadie se preocupa de verdad por ellos, nadie les pregunta, por qué.
El futuro de la Argentina es una población de desnutridos, de marginales, de incomprendidos. Somos el producto de años de creer que teníamos un rumbo claro, el mejor país, y fuimos víctimas de la paranoia de quienes aprovecharon esto. No estábamos tan bien preparados entonces y no lo estamos hoy, si no nos detenemos un instante. Dejemos de gritar que todo está perdido, que se vayan ellos, que no existe la Justicia. Dejemos el insulto por un momento, paremos con las ollas, los piquetes, los escraches. Ya sabemos que lo hacemos “por ellos”, por nuestros chicos, pero por un momento dejemos de hacer todo y hablemos con nuestros hijos y los del vecino.
Y luego sí, sigamos haciendo.

Pronto veréis lectores,
lucir de las virutas los fulgores
y de las letras apagarse el brillo,
pues solo habrá doctores
de serrucho, de escoplo y de cepillo.
Tapa de CARAS y CARETAS -1938-

La Tapa n°4


 
DLa Tapa - Información Alternativa dlatapa@yahoo.com.ar / dlatapa_mail@yahoo.com.ar