Sección Latinoamericana
Venezuela- Golpe
 
   
   
Los dueños de los periódicos hicieron hoy malabarismos para ocultar los hechos fundamentales del golpe de Estado

 

 
   
Por:-Cianuro en gotas abril 2003 Venezuela
Los dueños de los periódicos hicieron hoy malabarismos para ocultar los hechos fundamentales del golpe de Estado que hace un año estableció una efímera tiranía empresarial. Los mismos hampones que entonces se adueñaron del poder están hoy manejando la Coordinadora Democrática a las órdenes del narcotraficante Caín Cisneros. Todavía manejan las mismas mentiras de entonces y continúan manipulando a la gente para que no se haga preguntas obvias como:

- Quién se benefició con los manifestantes muertos

- Porque una asamblea de la Policia Metropolitana exigió a Alfredo Peña que destituyera a Iván Simonovis por haber usado a ese cuerpo para asesinar manifestantes y contratar los francotiradores

- Qué motivo tuvo el gobiernito de Carmona Estanga para liberar y sacar del país, escondiéndolos como se les hubiera tragado la tierra, a los francotiradores capturados por la Casa Militar en el Hotel Ausonia, justo frente a Miraflores

- Porque los militares golpistas, encabezados por el almirante Héctor Ramírez Pérez, sabían varias horas antes del primer disparo que había francotiradores apostados


El golpe de Estado fue la vergüenza de las emisoras de radio y televisión. Hampones como Marcel Granier, Gustavo Cisneros, Omar Camero, Alberto Ravel y su amo, Guillermo Zuloaga, o la famiglia Petrica se negaron a informar qué pasaba en Venezuela. Los mismos delincuentes que se llenan la boca para hablar de libertad de información, son los mismos que le negaron esa información al país. No sólo no enviaron a sus reporteros a cubrir lo que sucedía el 12, 13 y 14 de abril, cuando la nación se echó a la calle para rescatar la democracia robada por Carmona Estanga y sus secuaces, sino que censuraron cualquier información sobre Venezuela en los medios internacionales. Eso sí, esos criminales se dieron banquete el día 12 pues, mientras callaban las enormes manifestaciones en Fierte Tiuna, reprimidas a balazos por la PM del pargócrata Alfredo Peña, difundían sucesos aberrantes, incitando a la gente a participar en ellos, como el asalto a la embajada cubana o los allanamientos contra Ramón Rodríguez Chacín y Tarek Saab.

Lo que resulta especialmente repulsivo es ver a jerarcas de la Iglesia protegiendo a los criminales del 11 de abril. Baltazar Porras, el arzobispo de Mérida enjuiciado por unas monjas a las que les robó los magros recursos de su obra social, es la principal tapadera de estos delincuentes, pues siempre lanza sus mentiras en la dirección opuesta, acusando al chavismo de crímenes que él sabe cometieron los opositores. Pero el máximo del cinismo lo muestra Mikel de Viana, “amigo” del superior de los jesuitas. Este individuo estuvo en Miraflores congraciándose y jalando a Carmona, gritando a voz en cuello “vine a este acto porque yo soy adeco”. Pues esa misma piltrafa fue donde el drogadicto Mingo a afirmar que acudió ese día a Palacio para repudiar el fin de la democracia. Los hay despreciables...

Por cierto, Baltazar Porras vomita su odio cuando afirma que en su diócesis aumentaron los secuestros y existe presencia de la guerrilla colombiana. Eso es una simple mentira y el arzobispo lo sabe. Eso sí, jamás ha abierto la boca para comentar los asesinatos de dirigentes agrarios a manos de sicarios contratados por los ganaderos de Mérida y el sur del Lago, ya que estos le dan dinero al prelado para callarlo. Y Baltazar Porras hace lo que sea por dinero. Aura sacra fames...

Esos paramilitares a quienes encubre el arzobispo Porras asesinaron a dos personas en los últimos días. Los víctimas de estas autodefensas colombianas contratadas por ganaderos son Emilio Vergara Díaz y Pablo Guerrero González. Otra encubridora de estos crímenes es Liliana Ortega, empleada de Andrés Mata en Cofavic.

Tulio Capriles, capo del diario aragüeño El Siglo, es otro de esos canallas que van a instancias internacionales a acusar a su país. Este sujeto acudió a la SIP para decir que el gobernador Didalco Bolívar lo persigue, simplemente porque los tribunales investigan los numerosos robos que realizó en complicidad con otro narco, Carlos Tablante. Las relaciones entre Capriles y los carteles colombianos quedaron evidenciados a raíz del asesinato de Lorena Márquez, esposa de Manasés Capriles y cuñada de Tulio, en lo que se denominó “el crimen de El Siglo”.




 

 
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