Pero en general, como el imperio no es tonto, prepara el terreno demonizando a los blancos elegidos con sus acusaciones predilectas: complicidad con el terrorismo, violación a los derechos humanos, falta de democracia y acumulación de armas biológicas.

A Bush le interesa cortar el vínculo de la Unión Europea con Cuba porque el viejo continente es un terreno de disputa donde el país bloqueado consigue oxígeno político, comercio e inversiones. Los europeos son los principales exportadores a Cuba: 1.430 millones de euros en 2001. El 80 por ciento de las importaciones de la isla provenía de ese socio comercial, lo que abre un interrogante sobre qué pasará de aquí en más.

Se supone que el millón de turistas europeos que llega anualmente a La Habana seguirá afluyendo a pesar de clima adverso creado por Aznar y Berlusconi. Fidel Castro buscó diferenciar a Francia, Holanda y Alemania.

Como parte de su estrategia latinoamericana en relación a Cuba, el Norte apostó varias fichas al vicepresidente argentino. El 3 de junio Daniel Scioli estuvo en Nueva York como invitado de honor de la Sociedad de las Américas. Allí se abrazó con el ex secretario de Estado Henry Kissinger. Quien coordinó su agenda en esa ciudad fue Domingo Cavallo, viejo amigo de Kissinger y las autoridades de la Sociedad de las Américas: los banqueros David Rockefeller y William Rhodes.

El 7 de junio Scioli recaló en Miami, donde hizo declaraciones a Radio Martí, emisora financiada por el Departamento de Estado. Allí se entrevistó con Gustavo Cisneros, dueño de los principales canales de la televisión privada de Venezuela y promotor del golpe de abril de 2002 contra Hugo Chávez. Cisneros tiene múltiples conexiones políticas y de negocios con la mafia cubana del exilio, Washington y Madrid.

¿No habrá llegado el momento de que el presidente Néstor Kirchner pida una rendición de cuentas al ex menemista Scioli?.

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