Un artículo de José André
EL INDISPENSABLE RETROCESO DE
Los propósitos de ordenar los intercambios a precios fijos
entre la ciudad y el campo en los años 1918 y 1919, la reforma monetaria y un nuevo
sistema fiscal fracasaron ante la amenaza del hambre, la guerra civil y la intervención
extranjera contra la revolución triunfante, forzando a recurrir a medidas políticas
extremas como la confiscación directa de los cereales
En un país
arruinado, la tarea principal es salvar a los trabajadores. La principal fuerza productiva
de la sociedad humana en su conjunto son los obreros. Si ellos sobreviven, salvaremos y restauraremos
todo.[30]
El Decreto sobre la contingencia, publicado
oficialmente el 11 de enero de 1919, permitió reunir un mínimo de reservas de grano
estableciendo porciones de pan de
El campesino está
descontento con la forma de nuestras relaciones (...) no quiere relaciones de
este tipo y no está dispuesto a seguir de tal modo[33]
Se imponía, entonces, un amplio acuerdo con el labrador
medio, principal abastecedor de alimentos. En marzo de 1919, en la resolución del VIII
Congreso del Partido, redactada por Lenin, se indicaba:
en los momentos actuales es
particularmente importante aplicar de la manera más estricta la línea del partido
respecto del campesino medio, tener una actitud más atenta hacia sus necesidades,
terminar con los actos de arbitrariedad de las autoridades locales y esforzarse por llegar
a un acuerdo con él. [34]
En el otoño de 1920 se estudió en el Comité Central del
Partido, en el Consejo de Comisarios del Pueblo y en el Comité Ejecutivo Central de toda
Rusia la moción que M. I.
Kalinin había presentado en el Buró Político el 14 de septiembre a fin de disponer
una comisión sobre la crisis en el campo. En noviembre de 1920 los Comisarios
del Pueblo para
El 8 de febrero de 1921, en la reunión del Buró Político
que examinaba la campaña de siembra de la primavera, Lenin expuso las tesis para pasar del
Comunismo de Guerra a la NEP (Nóvaya Ekonomícheskaya Polítika, Nueva
Política Económica) y en el X Congreso del
PC (b) R
La tasa en especie es el cambio rápido del
comunismo de guerra para un cambio socialista de productos apropiado.
La extrema ruina, tornada más grave por la mala
cosecha de 1920, hacía que este paso fuese necesario a toda prisa, vista la falta de
posibilidad para restablecer con prontitud la gran industria.
Por eso es que se ha de mejorar primeramente la
situación de los campesinos. Medios para eso: el tributo en especie, desarrollo del
intercambio entre la agricultura y la industria, desarrollo de la pequeña industria.
El intercambio quiere decir libertad de comercio,
es capitalismo. Esto nos será provechoso desde que nos ayude a combatir la diseminación
del agricultor pequeño y, en cierta medida, la burocracia. La medida la dará la
práctica, la experiencia. Mientras el proletariado sostenga firmemente el poder en sus
manos, mientras mantenga con firmeza en sus manos los medios de transporte y la gran
industria, el poder proletario no tiene nada que temer.
(
) Favorecer a la pequeña industria que
atiende a la agricultura campesina y la ayuda a elevarse. Auxiliarla en algún grado,
hasta con la entrega de material primas del Estado. Lo más criminal es dejar materias primas sin
provecho[35]
Como no dejara de apuntar Trotsky,
el país y con él el gobierno, estaban en el
mismo borde del abismo.[36]
Llama la atención el profesor Carlos Taibo que,
en 1921 la producción industrial al por
mayor no alcanzaba la quinta partes de los niveles de 1913; la mano de obra empleada
había disminuido en un 60%, y los abastecimientos de productos industriales eran
extremadamente precarios. Un economista, Vladimir Bazárov, describió las industrias como
«museos históricos en los que se podía contemplar en funcionamiento toda la revolución
industrial desde el siglo XVIII hasta nuestros días, donde existe una notable
desproporción: los siglos XVIII y XIX está mucho mejor representados que el XX.»[37]
Las sublevaciones campesinas de Tambov y sobre todo la
rebelión naval de Kronstadt[38]
eran trágicas campanadas retumbando de lado a lado de
Imperativamente el retroceso se hacía necesario. En el
Informe sobre la substitución del sistema de contingentación por el
tributo en especie, leído el 15 de marzo de 1921 al X Congreso del PC (b) de
Rusia, Lenin afirmó:
Sabemos que
únicamente el acuerdo con el campesinado puede salvar la revolución socialista en Rusia,
mientras no estalle la revolución en otros países. De tal manera es como debemos hablar,
sin subterfugios, en todas las asambleas, en toda la prensa[39]
Pero, al mismo tiempo:
¿Qué es la libertad de intercambio? Es la
libertad de comercio, y eso significa un retroceso rumbo al capitalismo. La libertad de
intercambio y la libertad de comercio significan el intercambio de mercancías entre los
pequeños propietarios. Los que hemos estudiado, aunque sólo sea
el alfabeto del Marxismo sabemos que de este intercambio y de esta libertad de comercio
sale necesariamente la división del productor de mercancías en el dueño del capital y
el dueño de la mano de obra, la división entre capitalistas y obreros asalariados, es
decir, la reconstitución de la esclavitud asalariada capitalista, que no cae del cielo,
sino que irrumpe en todo el mundo precisamente de la economía agrícola mercantil.
Conocemos esto muy bien teóricamente, y quien examine la vida y las condiciones de la
economía del pequeño labrador no puede por menos que observar esto en Rusia.[40]
El arriesgado paso de la contingentación a
El proletariado debe
separar, diferenciar al campesino trabajador del campesino propietario, al campesino
labriego del campesino comerciante, al labrador que trabaja del campesino que especula.[41]
Una cosa era clara, el campesino no se había pasado para el
campo de la burguesía. Merced a la revolución proletaria había obtenido la tierra. Se
podía salvar la revolución, se hacía indispensable salvar la revolución con un viraje.
En octubre de 1921, Lenin soltó una tremenda autocrítica,
fértil y valiente, que enderezó la política soviética del callejón sin salida en que
se había enredado:
Estimábamos posible o, tal vez sea
mejor decir suponíamos, sin haberlo estudiado suficientemente- ordenar de forma directa,
por la única orden del Estado proletario, la producción estatal y la distribución
estatal de productos al modo socialista, en un país pequeño-campesino. La experiencia
nos ha mostrado nuestro error (
) No confiar directamente en el entusiasmo, sino en
la ayuda del entusiasmo que engendra la gran revolución, y sobre el fundamento del
interés personal, el estímulo personal y con criterio práctico, tenemos que comenzar a
edificar, en este país pequeño-campesino, los sólidos puentes que nos han llevar,
pasando por el capitalismo de Estado al socialismo.[42]
Las medidas que se debían tomar en
Se formaron los trusts de autogestión financiera
favorecidos con una amplia autonomía y con responsabilidades tanto frente al Estado como
respecto a los integrantes laborales. La financiación y los salarios directamente
provenían de los resultados de las actividades productivas y comerciales calculando que
entre el 20% y el 50% de la ganancia fuese hacia el capital de reserva del Trust (con el
tiempo rebajado hasta el 10%-30%) y aprovechando para dilatar la producción y el
resarcimiento de las pérdidas comerciales.
Se decretaron las remuneraciones extraordinarias[43]
fundadas en la tasa de ganancia, para los cuadros directivos con el fin de incitarlos en
el mejoramiento de la eficacia, y a la par, haciéndoles responsables tanto por los civil,
cuanto por lo penal por la custodia de los bienes de su incumbencia y de una
administración rentable. Así, el erario público se veía liberado de las deudas de los
negocios:
Usted señala
Lenin- me dice que algunos de nuestros trusts podrían acabar sin dinero alguno
en un futuro inmediato y que ruegan categóricamente que los nacionalicemos. Creo que los
trusts y la empresas fueron erigidos sobre el fundamento del cálculo económico
precisamente para responder por ellos mismos, y que, más allá de esto, correspondan
enteramente, de que sus empresas funcionan sin déficit. Si tal vez eso no lo pudiesen
conseguir, en mi opinión deben ser procesados, castigando a todos los miembros de las
respectivas direcciones con amplios períodos de prisión (y,
tal vez, pasado un cierto tiempo, concederles la libertad condicional), con
la confiscación de todos sus haberes, etc.[44]
Las relaciones monetario-mercantiles y la gestión
financiera coadyuvaban la recomposición de los sistemas de distribución en cuanto los
sistemas abastecedores iban confluyendo con las relaciones productivas (Decreto de 10 de
abril de 1923 e Disposición de 16 de julio de 1923)[45].
Se habían dispuesto ya para 1922 los órganos comerciales al por mayor con el capital
abastecido desde los créditos bancarios como por los abonos mediante cuotas de los trusts
que requerían los servicios, constituyéndose primeramente los sindicatos de la industria
ligera (alimentos, textiles, algodoneros, etc.) y al poco tiempo los de la gran industria.
En mayo de 1922 se había instituido el sindicato para el comercio de las fábricas de
maquinaria agrícola e inmediatamente el Sindicato Metalúrgico de los Urales y, casi
enseguida, el Sindicato Metalúrgico de
En 1923-1924, quince conglomerados habían conseguido
veintiún millones de rublos de ganancia repartidos de la manera que sigue: 46,8% para el
capital aplicado; 25,4% para el incremento del capital de reserva; 9,8% dejado en el
balance; 8,4% para el fisco; 6,7% para mejorar las condiciones económicas de los obreros
y 2,9% para los socios.
El descenso de los precios agrícolas en 20%[46]
y [47]
y el incremento de la circulación fiduciaria[48]
provocó un incremento del dinero de papel en circulación que, hacia finales de 1922, se
había incrementado 32.000 veces[49]
Los salarios comenzaron a recobrarse en 1921 y en transcurso
de los tres años ulteriores fueron duplicados, pero en un proceso productivo con tantas
oposiciones, tan inclinado alternadamente hacia uno y otro lado, en cuanto las
dificultades en los presupuestos habían reducido drásticamente las asistencias sociales
dentro, aún y todo, de la legislación laboral más adelantada del mundo, tornó
inevitable la aparición de bolsas de desempleo en las grandes ciudades.
En consonancia, se desenvolvió una progresiva
proletarización de los campesinos y seis millones de pequeños labradores que
habían recibido tierras en exceso pequeñas, se volvieron a transformar obreros
agrícolas. Solo las grandes propiedades pueden obtener un excedente disponible para la
venta libre en el mercado.[50]
Fue bajo la base de una creciente dificultad del Estado para
abastecer con recursos presupuestarios las empresas estatales que irrumpió el sistema de
autonomía financiera (Joraschot). Los directores libremente podían disponer en él de
los medios para reorganizar tanto la actividad productiva como la financiera: comprar y
vender materias primas, bienes de equipo, contratos de la fuerza de trabajo, cláusulas de
empleo y salariales y los bancos actuar, bajo rigurosos criterios de mercado, empleando
tipos de interés y designios de rentabilidad sobre las empresas demandadoras de
créditos. Consecuentemente, en este escenario los flujos monetarios recalcaron sobres las
industrias ligeras, que poseían mayor mercado y volumen menor de inversión, en lugar de
sobre las grandes empresas.
El sistema Joraschot se atascó por causa de una mayor
liquidez de las empresas industriales, de las compras estatales de granos a precios
reducidos, de una red de distribución deficiente que encarecía el precio y proporcionaba
amplios márgenes de beneficio para los comercias privados, en una aguda distorsión de la
estructura de los precios.
Por esta vía tenía que estallar la crisis, y ciertamente
estalló en 1923. Fue el momento crítico designado como la crisis de las tijeras:
una disparidad creciente entre los precios agrícolas, muy bajos, y los industriales, muy
altos, cuyo punto cenital aconteció en Septiembre de ese año[51].
La industria entonces la empresa privada tenía el control casi del 80% del comercio
al por menor[52]-
se vio incapaz de realizar en el mercado su producción. La aparición de
las «tijeras» tenía su origen tantos en las causas objetivas (divergencia entre el
ritmo de crecimiento de la gran industria y el de la agricultura) como subjetivas (el
deseo de los organismos de dirección de la economía de obtener beneficios para cubrir
las pérdidas soportadas por la industria en los primeros años de
Un escritor marxista sudafricano resumiendo el inevitable
cambio a
[31]
Algunas veces tan sólo se pudo
satisfacer la mitad de esta cantidad
[32]
Al campesino se le dejaba grano
según el número de personas en la familia, para las raciones para el ganado y para la
siembra, mientras los excedentes eran requisados por pago nominal y entregados a los
fondos sociales.
[33]
Obras completas,
2ª ed., Buenos Aires, 1971, Vol. 35, pág. 58
[34]
Obras completas,
ed. cit., Vol. 31, pág. 84.
[35]
Obras escogidas
en tres tomos, Editorial Progreso, Moscú, 1979, Vol. 3, pág. 636.
[36]
Citado por Ted Grant en Rusia.
De la revolución a la contrarrevolución, pág. 85.
[37]
[38] La bibliografía sobre la sublevación de Kronstadt es
enorme. Entre las obras que pueden orientar al lector: Petricenko: Pravda o
Kronstadtskich sobytijach (La verdad sobre los acontecimientos de Kronstadt), 1921; M.
Rafail: Kronstadtskij mjatez. Iz dnevnika Politrabotnika (La rebelión de
Kronstadt. Del diario de un funcionario político), Moscú, 1921; Alexander Berkman: The
Kronstandt Rebellion (
[39]
La alianza de la clase obrera
y el campesinado, Progreso, Moscú, 1975, Ibid., pág. 627.
[40]
Ibid., pág. 630.
[41]
Obras completas,
2ª ed., Buenos Aires, 1971, Vol. 32 pág. 92.
[42]
Obras completas,
2ª ed., Buenos Aires, 1971, Vol. 35, pág. 492.
[43]
El decreto de 21 de febrero
sobre los salarios introdujo una escala salarial mucho más abierta, dentro de una escala
desde 1 para el salario mínimo hasta el 6 (que aún podía ser mayor) para las «capas
administrativas altamente cualificadas. Incentivos económicos y cuadros
dirigentes en los países socialistas, Elías Querejeta Ediciones, pág. 15, Madrid,
1977.
[44] Obras completas, ed.
cit., Vol. 40 pág. 405.
[45]
El Desarrollo Económico
Soviético 1917-1970, Vol I, pág. 82
[46]
El Desarrollo Económico
Soviético 1917-1970, Vol I, pág. 83.
CORRESPONDENCIA ENTRE LOS PRECIOS
INDUSTRIALES Y AGRARIOS. |
|||||||
|
1922 |
1923 |
|||||
|
Octubre |
Diciembre |
Febrero |
Mayo |
Julio |
Setiembre |
Octubre |
Precios al por mayor |
131 |
141 |
169 |
215 |
202 |
294 |
310 |
Precios al por menor |
161 |
167 |
180 |
223 |
211 |
280 |
297 |
Según
Gladkov, citado por A. Nove: Historia económica de
Alianza
Editorial, Madrid, 1973.
[48]
1918:
incremento 17,600 millones de rublos; en 1919: 163,700 millones; en 1920: 943,600
millones, y durante el primer trimestre de 1921: 518,100 millones (El Desarrollo
Económico Soviético 1917-1970, Vol. I, pág. 83).
[49]
El Desarrollo Económico
Soviético 1917-1970, Vol I, pág. 83
[50]
Historia de los hechos
económicos contemporáneos, pág. 395.
[51] Se ha calculado que en 1923 hacían
falta tres veces más trigo para comprar una hoz que en
[52]
El Desarrollo Económico
Soviético 1917-1970, Vol. I, pág. 87.
[53]
Historia de
[54]
Según
E.H.Carr, sobre la base de 1914, para Noviembre de 1917 el poder adquisión de la moneda
en circulación era de 2200 millones de rublos; para Julio de 1921 había disminuído
hasta solo 29 millones (