Víctimas inútiles y estúpidas.

"Hay gente que se ha propuesto hacer desaparecer los rastros de 40 años de Historia y de dictadura: a mí eso me parece inútil y estúpido", son las palabras del vicealcalde y portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid, Sr. Cobo, el viernes 19 de noviembre de 2004, y recogidas por los periódicos El Mundo y El País, entre otros.

Es evidente que proceder a la descalificación de las personas que piensan diferente a ellos es un rasgo prepotente del fascismo. Se puede argumentar que son los herederos de esa dictadura y que no le duelen prendas reconocerlo. Se puede argumentar que tienen la mayoría en un Pleno municipal y que en votación siempre ganan. Incluso los demás podemos argumentar que no se les dió la mayoría para tomar decisiones antidemocráticas sino para velar por TODOS, no por su partidismo dictatorial. Pero lo que no es de recibo en democracia, es la descalificación y el insulto.

Pero como las víctimas llevamos más de 65 años de descalificaciones, aunque nunca las aceptemos, sí estamos acostumbrados.

Desmontemos una vez más la mentira y la injusticia de sus propias palabras. Dicen que no se quitan placas, estatuas y nombres de calles porque obedecen a una verdad histórica. Bien, desde DESPAGE solicitamos el rigor de la verdad histórica:

Calle del general Yagüe. General golpista que se sublevó contra la constitución republicana por medio de las armas del ejército al que ofendió y traicionó. Entre sus hechos más destacables figura la matanza, fuera del campo de batalla, por fusilamiento de más de 3.000 personas en Badajoz.

Calle del general Varela. General golpista alzado en armas contra la repuública legalmente constituída. Bajo sus órdenes se cometieron las matanzas fuera del campo de batalla, de Mérida y otros municipios de Extremadura.

Callejón del general Mola. General golpista alzado en armas contra la República legalmente constituída. Principal promotor de ese alzamiento. Impulsor de la política del terror en las poblaciones, una vez vencida la resistencia armada, mediante los fusilamientos, torturas y encarcelamientos. General incompetente que causó impensadamente la muerte de inocentes ciudadanos, que fueron acusados de quintacolumnistas en zonas del enemigo republicano, por sus altaneras y desafiantes palabras.

Calles, plazas, caballos, etc. del general Franco. General golpista que se alzó en armas desde su arresto en Canarias por faltas contra el Estado, y protagonista principal con Mola y Sanjurjo del alzamiento que generó la guerra civil y la dictadura de 40 años, que tuvo este país. Entre sus primeras acciones destaca el fusilamiento de un primo suyo, militar, leal a la República, en el ejército africanista, del que no atendió la petición de indulto en los primeros fusilamientos. ¿Si no respetó ni a su familia, cómo le iba a importar el resto?. Este general reconoció en sus primeros discursos que era necesario alzarse en armas contra el orden constitucional, para imponer el orden fascista. Este orden fascista se impuso a golpe de condenas de muerte que duraron hasta un mes antes de su muerte en 1975. Destrozó toda oposición política, incluyendo a sus propios consejeros y apoyos. Unificó a la falange, el requeté y los carlistas, bajo las siglas del Movimiento, para paralizarlos. Se autoinvocó como el defensor de la Iglesia, y le fue concedido el poder de nombrar los propios obispos, de entrar cubierto bajo palio en los templos, y de encarcelar a los propios curas que no estaban de su lado, saltándose el propio Concordato. No respetó asociaciones, partidos, clubes o cualquier agrupación crítica con su régimen. Encarceló y torturó y fusiló a los que se unieron contra él. Provocó el mayor exilio que hubo en este país, más de 300.000 personas. Prometió a los que volvían a sus casas y pueblos, el perdón y la libertad, persiguiéndoles cuando lo hicieron. Censuró cualquier publicación, película o emisión de radio o televisión reclamante de libertades democráticas, o sociales. Encarceló en campos de concentración a los españoles del campo republicano, desde una pequeña denuncia hasta la rebelión militar, que entendía era la rebelión contra los ejércitos rebeldes. De estos campos se salía a trabajos forzados para obras públicas, a la fosa común, al paseo nocturno con fusilamiento, o a muchos años en otras cárceles. Participó con el nazismo y el fascismo internacional enviando una división, bajo uniforme del ejército alemán, defendiendo los intereses de Alemania e Italia.

Estos son los hechos, y muchos más. El ocultarlos para sólo hacer constar el nombre del "héroe" no es una falta de ética política, es una chulería y una calumnia a los que de verdad fueron los héroes de esta historia, las víctimas. Ahora se permite, el vicealcalde, llamarnos inútiles y estúpidos, por pedir un poco de justicia aparente.

Ya que éstos elementos nocivos para la democracia, han accedido, eso sí, democráticamente a sus cargos, y aseguran que respetan la verdad histórica, que tomen buena nota e incorporen a sus libros, actas, calles, plazas, monumentos, etc. etc. los datos arriba reseñados. ¿No es esa la verdad histórica?. ¡Mejor les iría si hubieran accedido a la solicitud de eliminar las estatuas, nombres de calles y lápidas, como ayer volvió a insistir el grupo municipal de Izquierda Unida!

Madrid, 2 diciembre 2004

Antonio Cruz González