En defensa de la Cultura, por una Biblioteca Nacional Pública digna.
A Rosa Regás.
Rosa Regás en una de las manifestaciones contra la guerra en que nos metió Aznar, marzo 2004.
He pasado (como turista) por la subasta de flores internacional de Alsmeer (Nederland) dónde la última nota globalizadora la forman las rosas azules. Este tratamiento de la flor totalmente químico, nada natural, es el que más gusta a los norteamericanos del Imperio USA. Toda la producción internacional marcha para esos destinatarios. A mí particularmente, las rosas que más me gustan son las rosas “rosas”, pero por elegir colores proclives ideológicamente me gustan las rosas “rojas”. Evidentemente, en la realidad práctica de la política también hay rosas azules, pero hoy me voy a explayar en las “rojas”.
Nos cuenta, en forma de lección magistral, el profesor y amigo, Higinio Polo en el Viejo Topo de septiembre (¡aún existe esta revista!), lo que es la izquierda actual, y los derroteros de la misma, ante el dragón capitalista globalizador y las diferentes resistencias.
Una de ellas, para mucha gente, es aceptar puestos en la administración de izquierdas (Sic, aunque hay que demostrarlo) en el que se puedan desarrollar las políticas de ídem. Yo estimo a la gente que hace ese sacrificio, aunque yo no lo haría, porque es de mucho valor. Mucho valor, de coraje y mucho valor, en lo que aportan. Así Rosa Regás, nuestra rosa “roja”, penetra en los sagrados e iconoclastas recintos de la Biblioteca Nacional, y de un plumazo permite la entrada a tanta gente que tenía que hacer burocracia engorrosa para acceder a estudiar, a solicitar un texto, una edición inencontrable, o una preparación para tesis, artículos, etc. No contenta con eso, nuestra compañera Rosa, prepara la modernización de la Biblioteca con la necesaria digitalización de todo lo que allí se conserva. Labor de años, que ella bien sabe que es necesario empezar, pero que los que la sigan se apuntarán el tanto de finalizarla. Es decir otra batalla idealista perdida, pero un esfuerzo que no es vano.
Rosas azules en el mercado mundial de Alsmeer directamente exportadas a USA. ¿Tendrá algo que ver el color con la política del Imperio? ¿Será una coincidencia o simplemente una horterada más globalizadora?
Nuestra batalladora amiga, no renuncia a su credo republicano ni a su quehacer agnóstico, laico, y lo pregona desde su puesto, no por ser su obligación responsable, sino porque el cargo no le impide ejercer como persona y no renuncia en nada a sus ideales. Ya lo sabían o debían de saberlo quienes le propusieron ejercer ese puesto, o es que de psicología no entendían nada.
En el tiempo de Rosa Regás, que será un tiempo Histórico, progresista, modélico, se ha conseguido inaugurar el Museo de la Biblioteca, gran labor y gran montaje, necesario para la Historia de este país. Se ha recuperado la Historia oculta de la Biblioteca, con la magnífica exposición, Biblioteca en Guerra. Esta macro exposición, con audiovisuales, con libros, con fotografías ocultadas, con testimonios necesarios, está reflejada en el extraordinario catálogo editado. El que no se lo crea, que lo adquiera…¡si es que quedan!.
Otras exposiciones de gran contenido nacional e internacional han pasado durante su cargo. Una Exposición sobre la Cartografía, otra sobre los dibujos de los Niños en la Guerra Civil, varias sobre fotografía, sobre libros y carteles que se mantenían ocultos en la trastienda de ese edificio, llamado Biblioteca Nacional.
Mujer valiente, nunca ocultó sus preferencias políticas y laicas, y sus opiniones antiglobalizadoras, aunque de la Prensa se tratara, sabiendo que eso podía llevarla a la pila del sacrificio, como así ha sido.
Y como es común en nuestras Españas, al final se la acosa como víctima, ante la desaparición de unas páginas de varios incunables. En vez de buscar al ladrón, sobre el que existen pistas e indicios, se acusa al robado, al esquilmado. ¿O es que se aprovecha la ocasión para desembarazarse del Sísifo que fue a buscar el fuego del cielo?.
Como el impresentable que dijo que Rosa “No había hecho nada en su mandato”, impresentable, bien seguro, porque no había más que ver su comparecencia en las Cortes ante las cámaras de Televisión, con esa cara plena de cólera, roja de ira, como el Demonio del Bosco, que evidenciaba quién era el que perdía la calma y quién "LA" que no.
Como llueve sobre mojado, hoy dimite la directora del Museo Reina Sofía. Aquí el impresentable lo tiene más difícil porque no les ha dado tiempo de que se robaran cuadros. Alquien dijo que el mejor Ministro de Cultura es el que no existe. La Cultura no necesita Ministros, necesita libertad. Claro que en un país en que se persigue a unos dibujantes de humor, ustedes me dirán…
Bueno, este artículo para ti Rosa, no es necesario, porque ya sabías lo que pensábamos de ti, pero si lo es para aquellos que piensan que la política viene del palazzo hacia el pueblo y no al revés, que tiene que venir de la voz del ciudadano hacia el palazzo. ¡Gracias Higinio por recordárnoslo!
Para terminar, Rosa, no te preocupes, ¡ellos se lo pierden!. Esperamos y deseamos que los votos que se pierden, no vayan hacía los todavía más impresentables de la derecha populista.
Antonio Cruz González
Septiembre de 2007.
NOTA.- El artículo y las fotos del autor pueden ser reproducidas,
sin variar nada y citando la procedencia.
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