Se publica una antología de artículos políticos de Eugenio F. Granell.
Pepe Gutiérrez-Álvarez
Junio 2009
Para quien no lo sepa comencemos diciendo que Eugenio Fernández Granell (1912- 1990), fue
un militante histórico del POUM proveniente de la Izquierda Comunista, un pintor
surrealista reconocido internacionalmente, miembro activo de la Fundación Andreu Nin, y
se había implicado en actividades a favor del socialismo y la República
Mantuvo hasta el final el cariño por Trotsky como su maestro político,
y a ello se refirió fielmente en buena parte de las entrevistas concedidas a los diarios
y revistas. En los últimos tiempos se han publicado obras suyas, y obras sobre su figura.
En el 200 apareció el hermoso libro Eugenio Granell, militante del POUM, con artículos
de Wilebaldo Solano, Pelai Pagès i blanch, Dionisio Pereira, Eugenio Castro, Mª dolors
Genovés y Pello Erdociain, secretario de la FAN catalana. Este libro fue editado por la
Fundación Eugenio Granell, con la colaboración de la FAN, lo mismo que el que acaba de
aparecer con sus Artículos políticos (1932-1990), los trabajos para la prensa de toda
una vida sobre el que escribe Pello Erdociain:
"La militancia de Granell no fue casual, ya procedía de finales de
los años 20, cuando llega a estudiar a Madrid y se implica en las actividades a favor de
la República". Al poco tiempo, el pintor aparece inscrito en la Oposición Comunista
de España, los seguidores de las tesis de Leon Trotsky en la Península. Justo entonces
comienzan sus contribuciones teóricas y circunstanciales, las que recoge en Artículos
políticos (1932-1990), y que vieron la luz en revistas como El Soviet Juvenil, Comunismo
o La Batalla. "En sus primeros textos criticaba la disciplina en las Juventudes
Comunistas, el seguidismo borreguil, y argumentaba a favor del centralismo
democrático", relata Erdociain. Granell escribía, en 1932, desde la Prisión
celular de Madrid, donde había ingresado tras participar en la fundación de Izquierda
Comunista.
"Granell escribía desde el punto de vista de los jóvenes de los
30 en plena crisis revolucionaria de Europa". Y a pesar de que, arrimado a las
posiciones trotskistas, defendía la alianza obrera frente a los frentes populares
-consignados por Stalin-, el pintor se sumó a las izquierdas españolas en febrero de
1936. El recién fundado POUM procuraba la amnistía para los presos de la revolución de
Asturias de 1934".
Los escritos, recogidos por la directora de la fundación Granell e hija
del propio Eugenio, Natalia Fernández Segarra, muestran, a decir de Erdociain, "a
uno de los cuadros intelectuales y militares más importantes del partido".
Organizador de la Brigada Motorizada que participó en la Defensa de Madrid o teórico
contrario al ejército regular que armaba el Partido Comunista en el bando republicano,
desde su éxodo en Centroamérica continuó compaginando la pintura con intervenciones
políticas en publicaciones periódicas: La Nación de la República Dominicana o la
España Libre que impulsaba Joaquín Maurín en Nueva York.
Sobre Granell también se puede encontrar una vasta información tanto
en la Web de la fundación que lleva su nombre como en las de la Fundación Andreu Nin de
Madrid y Barcelona.
Fue uno de los grandes pintores surrealistas de su tiempo, pero
escribió contra el "gran cerdo Dalí". Militó en la izquierda marxista, pero
nunca perdonó a Pasionaria "su gran traición". "La responsabilidad del
partido comunista español por la pérdida de la guerra civil es inmensa", redactó
para la revista España Libre en 1976. A Eugenio Fernández Granell (A Coruña, 1912 -
Madrid, 2001) le pasó el siglo en un exilio permanente. Trotskista fuera del tiempo y del
espacio y vanguardista comprometido, la fundación que lleva su nombre en Santiago de
Compostela acaba de editar sus artículos políticos, y prepara otro con las cartas
cruzadas con militantes de la organización de la que formaba parte, el Partido Obrero de
Unificación Marxista (POUM).
"Las cartas forman participan en la recuperación de la
memoria", explica Fernández Segarra, "y presentan la vida de muchos españoles
que siguieron la lucha por la libertad en el exilio". A través de las más de 600
páginas de Correspondencia con sus camaradas del POUM (1936-1999) continúa el relato de
la vida política de Eugenio Granell. "No me extrañaría que cuando empecemos a
mirar con más calma, aparezcan cartas de otros militantes", admite la hija. Las
intercambiadas con el poeta francés Benjamin Peret, brigadista internacional del POUM, se
reservan para un futuro volumen de "correspondencia con otros surrealistas".
En dicho epistolario, el artista gallego reivindica hasta el final la
memoria de su partido y ese "enorme humanismo" que, según Pello Erdociain,
caracterizó a sus integrantes. "Y aunque algunos de ellos acabaron en el PSOE y
otros en el anarquismo", comenta, "siempre se sintieron vinculados al
POUM". Las misivas también sirven para situar el peregrinaje de Granell tras la
derrota en la Guerra Civil, y que lo llevó de Francia a Santo Domingo, Guatemala, Puerto
Rico y Nueva York. "España tiene una historia muy larga de gentes que han tenido que
exiliarse", recuerda Natalia Fernández, "es importante saber qué les ha
pasado".
Como militante comunistademocrático Eugenio Fernández Granell, aquel
que "no confiaba ni en la burguesía ni en la socialdemocracia", le sucedieron,
entre otros asuntos, la persecución del fascismo y después del estalinismo. Pero, se
advierte a través de los Artículos políticos, nunca retrocedió. "Hasta el final
de su vida mantuvo el cariño por Trotsky como su maestro político", concluye
Erdociain.
Habría que explicar que existe una diferencia entre las concepciones de
Granell cuando se remite al período que va hasta la II Guerra Mundial, y el ulterior,
marcado por un anticomunismo bastante simplista y un alineamiento muy peculiar con el
"mundo libre". Como le sucedió a otros muchos exiliados -Ramón J. Sender
sería u buen ejemplo tal como dejamos constancia en un artículo publicado también en
DESPAGE-, Granell se quedó con la foto estaliniana de la URSS y del movimiento comunista,
y no profundizó en su evolución y contradicciones.
A esta primera información, añadimos un elaborado trabajo de Pelai
Pagès sobre Granell a principios de los años treinta, y con algunos artículos suyos de
los que aparecen en esta valiosa antología en la que lo único que hay que lamentar es la
abundancia de erratas.