Edición de la biografía de Andreu Nin escrita por Pelai Pagès.

 Pepe Gutiérrez-Álvarez

 2 de Mayo 2009

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Andreu Nin y Wilebaldo Solano. Foto Centelles.

   Dentro del extenso plan de difusión desarrollado por la Fundación Andreu Nin (en Barcelona, Madrid, y ahora en Aragón y Andalucía), hay dos obras que tienen una importancia especial. La primera es La revolución española, edición completa de los escritos de Nin entre 1930-1937 (edición en El Viejo Topo a cargo de Pelai Pagès), y esta biografía de Andreu Nin, que originalmente fue la tesis de licenciatura de Pelai Pagès, editada en 1975, y que aparece ahora revisada y ampliada en Laertes con el título de: Andreu Nin, una vida al servei de la classe obrera.

  Consciente de esta importancia, la Fundación ha emprendido una vasta actividad de presentaciones que ya ha pasado por Sant Pere de Ribes (el 17 de abril en el GER), en Vilanova con el apoyo de compañeros de EUiA de la localidad,  en Madrid junto con el libro de Antonio Cruz, Las víctimas de Negrín. Reivindicación del POUM, y el paso siguiente será su presentación en el Palau de la Virreina el 29 de abril a las 19: 30. Junto con el autor, Pelai Pagès, estará Andy Durgan, miembro de la FAN, y reconocido autor de una obra importante editada por la misma editorial: Historia del BOC.

El Palau de la Virreina fue un local emblemático del POUM durante la Guerra Civil y la Revolución. Cuando fue incautado por este partido, tras las jornadas revolucionarias de julio de 1936; pasó a denominarse “Institut Maurín”. En este emblemático edificio se celebró la última reunión del CE del POUM presidida por Andreu Nin el 16 de junio de 1937, poco antes de ser secuestrado en sus puertas por sicarios estalinistas.

  Hace un par de años, el 16 de junio,  a los setenta años de este secuestro, se realizó un acto masivo en el “hall” del Palau en el que participaron entre otros, Wilebaldo Solano, Teresa Rebull, Abel Paz, y Claudio Venza, especialista italiano en la vida y la obra de Camillo Berneri, al que también se le hizo un sentido homenaje.

   Existe todo un fondo documental sobre Nin en la Web de la FAN y en multitud de libros, revistas, etc. Valga para hacernos una idea estas cuatro notas –tomadas de unas jornadas-  sobre sus aportaciones a las que añadiremos unas cuantas más de aquí a unos días: 

 

  Los orígenes políticos de Andreu Nin podemos determinarlos en sus primeros escritos publicados cuando era solo un adolescente y que datan de 1905, los cuales recientemente han sido recopilados en el libro “El Jove Andreu Nin”. De estos primeros escritos se destaca su constante denuncia de las injusticias sociales, se refleja su nacimiento político a partir del catalanismo republicano de izquierdas. Ya en sus primeros artículos de adolescente, Nin deja bien patente su concepto de Nación.

  Su origen catalanista, imbricado en Nin desde su adolescencia, nunca le abandonará. Su evolución política, debido a las especiales circunstancias que le toco vivir, hará que nunca abandone el principio de no aceptar las injusticias; de rebelarse siempre contra ellas. La visión constante de Andreu Nin es la lucha contra la injusticia social. Andreu Nin evoluciona políticamente desde el catalanismo republicano de izquierdas al marxismo y la defensa del derecho de autodeterminación de los pueblos unidos libremente entre sí.

   El adolescente Andreu Nin comienza su militancia política en la FNCR, el catalanismo federalista. Nin estaba muy inspirado en la idea de los regeneracionistas (Joaquín Costa). Encaja su denuncia social con el compromiso de la verdad dentro del catalanismo del Penedés. Con quince años es elegido delegado a la asamblea de la creación de la UCNR (republicanismo catalanista) y así sigue hasta 1913, en el que tras el Pacte de Sant Gervasi y la incorporación de Lerroux a este grupo republicanista, rompe con el mismo e ingresa en la federación catalana del PSOE, aunque continuó colaborando con el entorno federalista.

   Cabe destacar la denuncia sin concesiones que realiza del diputado Jaume Carner, de la UCNR, que era su diputado por el distrito de El Vendrell, ante la unión de su grupo con el de Lerroux.

   Los orígenes de la visión marxista e internacionalista de Andreu Nin, irán siempre unidos a su concepción nacionalista, manteniendo a este respecto una áspera polémica con el reorganizador de la federación catalana del PSOE, Antoni Fabra i Ribes, quien sería miembro del comité de huelga durante la Semana Trágica (1909) y posteriormente consejero político de Largo Caballero. En su polémica con Fabra i Ribes, Nin no se considera un nacionalista pero considera que ese es un problema político al que hay que dar respuesta.

En el XI congreso del PSOE, en 1918, al que asiste Nin, se plantea la Confederación Republicana de Naciones Ibéricas, aunque posteriormente el PSOE rechazaría apoyar la “Cuestión Catalana”. La defensa nacional de Catalunya que hace Andreu Nin, ya en 1918, es revolucionaria.

    De la etapa de Nin en la CNT no se han encontrado aportaciones a sus ideas sobre la cuestión nacional. Nin terminará aceptando la primacía económica en los procesos de transformación política de acuerdo a las ideas de Carlos Marx. A partir de entonces y sin estar aún totalmente vinculado a las tesis de Marx y de Engels, aún dejando en segundo plano el problema nacional, intentó vincular la cuestión nacional a la cuestión de clase.

 

    En los años treinta, Andreu Nin se reencuentra con Joaquín Maurín a su vuelta de la URSS. Ambos eran amigos, procedían de la CNT y confluirán en el POUM, aunque previamente Nin polemizará con el BOC por la primacía que para este partido suponía la cuestión nacional. La aportación de Joaquín Maurín a la cuestión nacional, desde el principio, resulta más relevante. La cuestión nacional inicialmente para Nin, muy influenciado por la óptica leninista, se reflejará en las tesis de la Izquierda Comunista. En ellas se reconoce el “Hecho Catalán” aunque se muestra algo reticente con el hecho nacional vasco, gallego y otros.

   En estos años, el pensamiento político de Andreu Nin en cuanto a la Cuestión Nacional, está condicionado por el proceso revolucionario existente en el Estado Español tras la proclamación de la II República y la revolución rusa. Considera Nin que la Izquierda solo se ocupa de tejer alianzas con los partidos nacionalistas. La autodeterminación es un problema pendiente y ha sido traicionado por los nacionalistas burgueses.

   En el momento de proclamarse la República ya había reivindicaciones nacionalistas por parte de determinada Izquierda; por ejemplo está el caso de Toribio Etxeberría (PSOE), quien proclamó la II República, el 13 de Abril de 1931, en Eibar, adelantándose un día a su proclamación en todo el Estado. El 14 de abril de 1931, Nin considera que es el momento más álgido del proceso revolucionario en el Estado Español, aunque seguidamente critica el retroceso que suponen los recortes políticos que proceden de Madrid.

    En el “Pacto de San Sebastián” hubo un reconocimiento autonómico catalán, pero se rechazó la autonomía vasca. Fue un pacto entre “españolistas” y una consecuencia de ello fue la reacción que se produjo desde el gobierno español ante la proclamación de la Republica Catalana. El Estatut de Nuria, sin embargo, nació de la declaración de principios del Pacto de San Sebastián.

    Nin apoya el nacionalismo catalán por progresista y rechaza, inicialmente, el vasco por reaccionario. Dado que la reivindicación de la cuestión nacional vasca estuviera capitalizada por el PNV;  Andreu Nin ni se plantea apoyarla inicialmente. Posteriormente cambiará su opinión. Especialmente es relevante el papel que jugarán, a este respecto, los hermanos José Luis y José Mª Arenillas; reclamando que la Izquierda apoyara la autodeterminación de Euskadi y por la participación de José Luis en el primer Gobierno Vasco del Lehendakari José Antonio Aguirre, en el cambio de los planteamientos políticos de Nin en cuanto a la defensa de la cuestión nacional vasca, con las siguientes consideraciones:

--1. La cuestión nacional no está resuelta. Sigue en manos de las Cortes Españolas el reconocimiento de las naciones que conforman el Estado Español.

--2. La autonomía es un reparto de poder entre las burguesías nacionales.

--3. La autodeterminación significa más democracia.

Nin, influenciado por el leninismo, considera inicialmente que las grandes unidades nacionales favorecen el desarrollo de la clase obrera; aunque eso está por demostrar. Considera, en el mismo sentido, que la clase obrera ha de ser el motor del problema nacional.

  Reclama el derecho de autodeterminación, por ser el mayor antídoto al “separatismo”; planteando la unión libre de pueblos ibéricos: “Los pueblos que oprimen a otros pueblos forjan sus cadenas”.

   En un artículo que publica en “Leviatán” (próximo a la Izquierda Socialista ligada a Luis Araquistáin y Largo Caballero), Nin finaliza el mismo con la propuesta de la defensa del derecho de autodeterminación de Catalunya y avanza su posición a favor de la Unión de Repúblicas Socialistas Ibéricas (junto a Portugal). En él se aprecia ya una mayor proximidad a las ideas de Maurín y el BOC.

   En su libro “Els Moviments d´Emancipació Nacional”, Nin refleja una síntesis del pensamiento marxista en cuanto a la cuestión nacional y se reafirma la cuestión marxista de la subordinación del problema económico ligado a la idea de Trotsky de “La Revolución Permanente”.

   Esta evolución política de Nin sobre la Cuestión Nacional se aprecia más nítidamente a partir del proceso de rusificación soviética dirigido por Stalin que conllevará la alineación de Nin con la Oposición Internacional de Izquierdas y su denuncia de la deriva contrarrevolucionaria estalinista en la URSS.

   La última etapa política de Nin será la de la confluencia con Maurín en el POUM, la reivindicación de la Cuestión Nacional, que ha de ser asumida por la clase obrera, siempre en relación con las reivindicaciones sociales y con el objetivo de lograr una Unión Ibérica de Repúblicas Socialistas.

   A nivel de construcción del partido estatal, Nin es muy leninista; defiende el derecho de autodeterminación mediante un partido único. A este respecto tenía dudas de construir el POUM a nivel estatal.

  Hay que situar el pensamiento de Nin en su contexto pero muchas de sus cuestiones tienen hoy día una actualidad vital, cuestiones como lo que él consideraba de si mismo: “Abandoné las filas burguesas y me abracé a la bandera roja…”. “Que nos pongan todos los motes que quieran pero que no nos llamen españolistas….” Andreu Nin iba a la esencia de los problemas, lo que nos permite asumir hoy en día sus planteamientos por su gran actualidad; la denuncia permanente de la injusticia. Por el contexto de la posguerra y la Transición, Andreu Nin ha sido un personaje desconocido al que hay que conocerlo en su propio contexto.

 

 

 

    Dentro de las noticias de la Primera Guerra Mundial, llegan a España los ecos de la Revolución Rusa, tanto a la prensa burguesa como a la prensa obrera y sindical. Las primeras noticias sobre la Revolución Rusa fueron publicadas por ABC, en el cual se llega a entrevistar a Lenin.

--1. La revolución rusa vuelve a demostrar que es posible tomar el poder por parte de la clase obrera. Este hecho fue percibido por la burguesía, lógicamente, como un peligro, por lo que terminaría echándose en brazos del fascismo.

--2. En el proceso revolucionario ruso hay dos fases; la inicial revolucionaria y la posterior contrarrevolucionaria. El personaje español, y catalán, más importante de la revolución rusa en su fase revolucionaria es Andreu Nin.

--3. Fernando de los Ríos (PSOE) se oponía a la revolución rusa porque, según él entendía, no defendía la libertad. Llega a decir que Lenin le preguntó retóricamente: “¿Libertad, para qué?”, y esta expresión ha sido muy utilizada para presentar a Lenin como un totalitario; como si se opusiera a la libertad; cosa que no es verdad. De los Ríos no entiende ni la Primera Guerra Mundial, ni el atraso ruso ni su guerra civil. Llega a la URSS cuando ya han ocurrido estos acontecimientos.

--4. La Revolución rusa es la prolongación de la Primera Guerra Mundial y eso De los Ríos no lo entiende.

--5. Entre la revolución rusa y la española hay paralelismos. En primer lugar la revolución rusa revela la crisis de las sociedades enfermas. En segundo lugar está el desarrollo combinado; el atraso español respecto a Europa. El colonialismo español no había desarrollado una burguesía progresista y creativa, a pesar de que la clase obrera estaba marcando la dirección del Proceso.

--5. Hay un segundo período contrarrevolucionario en la URSS, que es cuando el estalinismo se impone. Stalin evoluciona e inventa un Partido de Estado con la excusa de que la Internacional Comunista debe anteponer los intereses rusos a los de la revolución mundial.

   El escritor revolucionario Víctor Serge consideraba que el sovietismo de los años treinta era diferente (por su degeneración) al que había llevado a Nin a la URSS. Esto es debido al ascenso del fascismo.

   El estalinismo es la clave para entender el siglo XX; una revolución que se convierte finalmente en el baluarte de la contrarrevolución tal y como afirmaría el escritor francés André Malraux, en Mayo del 68, por la traición del PCF en una situación en la que el estado francés estaba desmoronado por el empuje revolucionario.