SÍNTESIS DEL MASCARÓN DE PROA

El maestro nerudiano Hernán Loyola, profesor del curso de Neruda en la UIMP. Agosto 2009.

Los mascarones de proa que amaba y coleccionaba Neruda son la conjunción entre el bosque y el océano. La madera, el bosque, la selva, el tronco podrido, el yin; el océano, el agua, el mar, el yan. Y en el centro, habitualmente, la mujer, la sirena, la medusa.

También hay mascarones con cabeza o semicuerpo de hombre, pero dejémoslos reposar, para referirme a la simbología nerudiana que me interesa. Es el mascarón de proa dónde rompe el agua, el padre, el miedo, el terror, lo negativo; y por otro lado de esa ruptura se conserva entero el mascarón, la madera, que con la figura de la mujer, de la amante, de la madre que desapareció pero que le puso la cara Trinidad, aquella mujer que hizo de madre, siéndolo realmente, sin haberlo sido, y que llenó de optimismo y dulzura el océano negativo que rompía en el mascarón.

No en vano, en el paraje incomparable de la Magdalena, encuentro entre las goletas de Orellana, el mascarón de la Mariagalante, escultura en bronce a imitación de aquella de madera. Todo es conjunción en estos días; las ambiciones, los sueños y los miedos de Neruda, la dicha de las jornadas vividas alrededor de su memoria, las lecciones magistrales de Hernán, si largas, bien breves para lo que habríamos de comentar. Una semana… ¿es un suspiro?

Pero, para terminar, representar esa mujer del mascarón con esa "madera", repetida por Pablo en sus versos, como un hondero entusiasta, "estás aquí, mujer, como un madero intacto", o bien, "la madera de pronto me trajo tu contacto", en ese Capitán a bordo de esa proa con mascarón femenino, y ese contacto con el mar, el padre, con la mujer, la amante, la amiga, la madre, que no fue madrastra, y admirar la explicación del maestro Hernán, que nos dio las claves para entender esa poesía universal del vate chileno, Pablo Neruda.

Llevar a Neruda en el corazón…

15 de agosto de 2009.
Tordesillas
Antonio Cruz González