Miguel Hernández, recuperar la memoria.

En el libro biográfico de José Luis Ferris, ahora editado en bolsillo en la Editorial Booket de Temas de Hoy, Madrid, enero de 2004, titulado Miguel Hernández. Pasiones, cárcel y muerte de un poeta, encontramos algunas afirmaciones que más allá de la libertad literaria, demuestran fuentes erróneas, que convienen matizar.

Así el autor se refiere al episodio del allanamiento del piso de Juan Ramón Jiménez, en calle Padilla 38, que el poeta insigne refirió con iniciales, ya que no quiso desvelar de qué escritores falangistas se trataba. Jose Luis Ferris nos cuenta: "Tras las iniciales que el poeta de Moguer no quiso desvelar en aquel momento se ocultaban los nombres de Félix Ros y Carlos Martínez Barbeito...El dato, reconstruído gracias a la investigación de Andrés Trapiello, de la que también se hace eco Benjamín Prado, nos sirve para reconocer a otros dos compañeros de Ramón Sijé..." (página 350 de la edición de bolsillo)

Bien, nada que objetar a que Trapiello y Prado investiguen, pero aquí en la Historia, no basta con decir la verdad, tiene que ser toda la verdad. Y el dato histórico completo, verdaderamente reconstruído, lo fué por Rodriguez Puértolas, en un libro titulado Literatura fascista española, publicado por Akal, en los alrededores de 1985, en el que además de Felix Ros y Carlos Martínez Barbeito, figuraba el ínclito Carlos Sentís, bien conocido en los medios de comunicación del franquismo.

Por lo tanto daremos gracias a Rodriguez Puértolas y también a Trapiello y Prado que se nutrieron quizá de esta fuente y no lo señalaron. No es la primera vez que en DESPAGE encontramos algún dato de Trapiello incompleto. Quizá el dedicar tanto tiempo a sus innumerables libros le hace cambiar la cantidad por la calidad.

Encontramos también algunas incorrecciones, de tipo histórico, evidentemente. No vamos a criticar aquí el lenguaje o el estilo, porque no es nuestro cometido. Pero los datos históricos deberían cuidarse más, habida cuenta, que la profusión de los mismos sobre la guerra civil española deben acercarse cada vez más al reconocimiento correcto de la verdad histórica, velando por la pureza de la Historia.

Así en página 417 de la misma edición se mencionan "un buen número de dirigentes comunistas (el doctor Negrín..., Fernández Ossorio)". Aquí el error es bien grande. Bien sabido es que Negrín no era comunista, ni del partido comunista, ni dirigente comunista, ni de la Internacional. Negrín era del Partido Socialista Obrero Español. En el caso de Fernández Ossorio, tampoco acierta el autor. Fue militante de Izquierda Republicana, Subsecretario de la Presidencia y si no nos falla la memoria, Comisario de Guerra.

En la página 418, se comenta "Alberti y María Teresa despegaban a bordo de un Dragón en compañía de Nuñez Mazas, ministro del Aire, y de Antonio Cordón, titular de Guerra, camino de Orán". Dificilmente pudieron acompañar a esos Ministros porque en primer lugar en la II República Española nunca existió el Ministerio del Aire, y en el caso de Cordón nunca fue Ministro de Guerra. Como confiamos que los nombres estén bien, añadiremos que la compañia fue con Carlos Nuñez Mazas, coronel de Aviación y con Antonio Cordón, general de Artillería, y que nunca fue Ministro de nada.

Bueno, D. José Luis, su libro es digno de ser leído, y tómese esta pequeña reprimenda como si de un amigo o hermano se tratara. Creemos, honestamente, en DESPAGE, que la investigación histórica se inicia de esta manera, contrastando fuentes y memorias, orales y escritas. Y, desde luego,  en ningún caso queremos machacar el error, sino tender la mano de investigador y acompañar a todos los que nos quieren acercar a la verdad de un período, que gracias al franquismo quedó oculto y sepultó a sus testigos presenciales. Quedamos a su disposición.

DESPAGE contó para este artículo con la inestimable colaboración de D. Gonzalo Romero Yañez-Barnuevo, amigo y socio honorífico de esta WEB.

Febrero de 2004