Dos desaparecidos de excepción

En nuestra base de datos no hemos querido incluir aquellos que por su condición histórica son bien conocidos y por lo tanto no precisamos difundir sus datos para que se consiga localizarlos. Pero llega un momento en que es necesario citar sus nombres para que no parezca un olvido. Antes de hacerlo, permitidnos lanzar una pregunta a esas Asociaciones y Partidos, que pretenden que lo mejor que se puede hacer con la Historia es no tocarla, para no comprometerse ellos, que algo han tenido que ver y no quieren divulgación de secretos y pérdida de privilegios y de protagonismo sin responsabilidad.

¿Buscarían estos grupos la tumba de Andreu Nin y de Virgilio Leret y le darían el honor que merecen? ¿Desenterrarían sus restos, investigarían si sus cuerpos fueron objeto de tortura, con rigor histórico, aplicarían el ADN, para una cierta indagación histórica? ¿Levantarían un mausoleo dónde se encontraran sus restos y les darían el homenaje que merecen?.

Pues si la contestación es sí, dado que a Asociaciones y Partidos de izquierda nos estamos refiriendo, entonces ¿por qué se rasgan las vestiduras cuando, a petición de las familias, cómo bien se puede ver en nuestra Base de Datos, se nos critica el por qué buscamos fosas comunes o por qué nosotros u otros de nuestros socios o colaboradores se dedican a abrirlas y a devolver a los cuerpos el derecho del entierro honroso que merecen?

La figura histórica de Andreu Nin no hace falta glosarla aquí, quizá no por falta de ganas, sino porque no tendríamos suficientes páginas en esta WEB para hacerlo como se merece. Revolucionario (de los de la Revolución de Octubre), Internacionalista, traductor al castellano y al catalán de las principales obras rusas, no sólo políticas, también literarias, impulsor de una justicia dónde había caos y desorden a través de juicios en los Tribunales Populares, siendo como estaba en minoría en la Generalitat, y por supuesto hombre con una honestidad de pensamiento que pocas veces se encuentra. Fué secuestrado, por orden de Stalin, por miembros del KGB en los cruentos sucesos de mayo de 1937 en Barcelona, trasladado en connivencia con ciertos comunistas que operaban en nuestro territorio hasta Alcalá de Henares dónde se supone fué torturado hasta la muerte. Sus restos según unos ocultados en Alcalá de Henares, según otros en Albacete, jamás aparecieron. Todo esto está en los libros. Para nosotros será el primer desaparecido de nuestra WEB.

Nuestro segundo desaparecido, Virgilio Leret, capitán del Ejército español, defensor en Melilla de la Constitución Republicana, hasta que se acabó la munición, fusilado tras el levantamiento africanista del 17 de julio de 1936, y arrojado a una desconocida fosa común junto a sus compañeros oficiales, tampoco ha podido ser encontrado, a pesar de los esfuerzos de sus hijas Carlota y Mariola Leret O'Neill, a las que todavía desde Melilla NO las indican con exactitud dónde están los restos de este héroe de la patria, condecorado y ascendido por el Gobierno Legítimo de la II República Española.

Además   de su extraordinario valor como militar y patriota, Leret, de profesión civil ingeniero, inventó el turbocompresor de reacción, como se puede ver consultando en esta WEB las páginas de Nuestra Historia. En el año 2002 ha llegado el reconocimiento por el Ministerio del Aire de su labor como inventor dándolo a conocer en el Museo del Aire. Ahora sólo falta que este reconocimiento llegue a autorizar a descubrir sus restos y darle homenaje y honra a quién se la merece, que como inventor y patriota más le valdría estar en una estatua, que el militar traidor que preside desde un caballo de bronce la ciudad de Melilla.