Leret en la Revista Aeroplano

(Diciembre 2002)

Un personaje entra en la Historia cuando es reconocido oficialmente. Y que mejor reconocimiento que en su propio país y por sus propias gentes. Si además, añadimos, los hechos históricos han sido interpretados por el tamiz de una guerra entre españoles, y una situación posterior en que sólo se permitió hablar a los vencedores, siendo las crónicas publicadas meras justificaciones de las acciones de guerra y no fruto de una reflexión histórica y de derecho, tenemos que estimar que el esfuerzo y el sacrificio que llevan a que se sepa la verdad, verdad dura, verdad cruel, verdad histórica, objetiva y despiadada no es un camino fácil y por supuesto, no exento de riesgos.

Así, aquí en la publicación de una revista editada por la Secretaría General Técnica del Ministerio de Defensa, AEROPLANO, se empieza a reconocer de forma oficial que existieron unos hombres, que fueron vencidos, pero que no fueron traidores a sus convicciones, que defendieron hasta la última gota de su sangre, como reza el juramento, la patria, el ejército y la bandera. Que estuvieron en el bando republicano, en el bando perdedor, estamos de acuerdo, pero que su honestidad y amor a la Patria, está fuera de toda duda. Sabemos de los esfuerzos que Carlota Leret O'neill, su hija, ha hecho para que se reconozca de forma histórica, de forma oficial, la existencia de su padre, Virgilio Leret. También sabemos el esfuerzo que el General Director del IHCA (Instituto de Historia y Cultura Aeronáutica), D. Enrique Pina Díaz, ha hecho a instancias de la familia, y del rigor y la verdad histórica, por publicar dos grandes artículos, sobre la vida de Leret y su invento del Motor de Reacción, encomendados a Martín Cuesta Alvarez y Enrique Caballero Alvarez. Nos consta que el número de AEROPLANO se publica con un exceso de páginas, motivado en parte por la inclusión de estos artículos.

Siempre hemos dicho desde Despage que la guerra terminaría cuando se reconocieran los derechos de los vencidos. Económicos, Políticos y Ciudadanos. Con este acto, la publicación de la vida de un héroe de la patria, (a las condecoraciones que mostramos nos remitimos) de un inventor mundial, ya que fue el primero que consta que inventase un motor turbo compresor a reacción, patentado, pero no puesto en práctica por los hechos históricos, con este acto, repetimos, se va cerrando este paréntesis que ha durado más de 66 años.

Agradecemos a las personas citadas, el poder mostrar estos hechos, y especialmente a Carlota y Mariela, las hijas de Virgilio, por su lucha constante en la reivindicación de los derechos de su padre, y en la recuperación de la Memoria Histórica del pueblo español.

Antonio Cruz González

DESPAGE.

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