Dónde habita el olvido: Luis Cernuda.
Folleto de la exposición.
De excelente podíamos calificar la exposición que tiene lugar en la Residencia de Estudiantes de Madrid, del 15 de mayo al 21 de julio. Así como en anteriores ocasiones hemos criticado alguna exposición por su falta de publicidad, o su descuido en la presentación, en este caso tenemos que alabar el esfuerzo que supone traer al conocimiento de los españoles, un trozo de la memoria histórica, de dónde no se conocen los recuerdos, porque bien o mal, se ha corrido un tupido velo sobre todo lo que supuso una guerra civil, con una república anterior.
Porque por encima de todo, Luis Cernuda, fue un exilado. Un habitante del olvido, al que varias generaciones de españoles ni siquiera conocen, ni saben que existió. Que fue uno de los grandes de la generación del 27. Que si por unas causas u otras, algunos de esta generación fueron más conocidos, tristemente Federico asesinado, Aleixandre premio Nobel, o Alberti diputado de la España democrática, todos fueron genios de la literatura española, y otros vícitimas del sufrimiento del exilio y muchos del olvido como Cernuda y Chabás, por ejemplo.
En Madrid en 1935
La exposición no sólo ofrece la biografía del poeta, también incluye los entornos culturales que conoció. Se acompaña con cuadros de Sorolla, de Gregorio Prieto, con fotografías de Walter Reuter y Kati Horna, de la época de la guerra civil, dónde militó brevemente en el batallón Alpino en la Sierra de Guadarrama. También en su exilio mejicano, acompañan fotos de Juan Rulfo y de los hermanos Mayo, retratos a línea de Moreno Villa y óleos de Manuel Rodríguez Lozano.
Los soportes de las fotografías del entorno de Luis Cernuda, del que hay abundancia, están muy bien presentadas y el esfuerzo de un buen catálogo (40 euros) así como la tranquilidad de los jardines de la Residencia, hacen un marco agradable para disfrutar de este evento artístico-cultural.
Retrato de Cernuda por Gregorio Prieto
Como el mejor escribiente echa un borrón, aconsejamos a los responsables de la Residencia, acompañaran las proyecciones de audiovisuales, realmente buenas, con un mobiliario adecuado, sillas o sillones, para no tener que permanecer de pie durante la videoproyección.