Brigadistas en Valencia.

Bajaron en la estación de Valencia, formaron en el vestíbulo y marcharon por las calles, rodeados de gente que les aplaudía o les acompañaba un trecho. Por doquier había carteles polícromos que llamaban a la lucha, y los altavoces transmitían consignas y música animosa. Las canciones parecían brotar del subsuelo, se derramaban palpitantes por las aceras, volaban impetuosas hacia las terrazas.

Se hospedaron en un hotel enorme, que daba a la calle de la Paz. Amschel salió a pasear esa misma noche. La ciudad le pareció un inmenso escenario, dispuesto para alguna obra que nadie había escrito. Los altos edificios de la plaza de Castelar, donde se erguía el recargado ayuntamiento, eran como las proas de antiguos galeones, condenados a embestirse entre ellos. Al día siguiente, una delegación de brigadistas fue a visitar a Antonio Machado, que vivía en un chalet adornado con palmeras,naranjos y limoneros.

La vida singular de Gustav Amschel
Vicente Muñoz Puelles
Levante (posdata) 17 marzo 2006

Gustav Amschel nace en Praga en 1903. Acabada la Gran Guerra, simultanea el estudio del derecho con la redacción de su diario y de unos cuentos intensamente personales, que llaman la atención de sus amigos, en particular de Rainer Kisch, que recopilaría sus trabajos y sería su biógrafo. A finales de los años veinte empieza a publicar, aunque con cuentagotas. En 1933, sus libros son quemados públicamente en Berlín. Tres años después, al estallar la guerra en España, se presenta como voluntario. Con otros brigadistas, atraviesa los Pirineos a pie.