CAPITÁN
ANTONIO YÁÑEZ-BARNUEVO DE LA MILLA.
El resumen de su vida lo encontramos leyendo la esquela
publicada por su familia, en el diario de mayor tirada, el 6 de agosto de 2.006:
Capitán de Artillería, Jefe de las Fuerzas de
Seguridad de Cádiz.
Fusilado por los golpistas franquistas el 6 de agosto de
1.936, por defender la legalidad republicana y la Constitución.
En efecto, nunca podríamos imaginar que serían
Héroes aquellos que cumplieron con su obligación, con la obligación del juramento por
el que se habían comprometido. Pero, fueron tantos los traidores, que hay que destacar a
aquellos que perdieron la vida por otros, por sus ideas, por su profesión, por sus
juramentos y promesas
Los hechos los vamos a relatar de nuevo, pero lo
que importa es que en nuestro caso, un Jefe de Seguridad, un Guardia de Asalto, hizo lo
que tenía que hacer, pese a todo. Es decir defender la legalidad republicana, y a la
fuerza de las armas de los golpistas oponer las propias armas. Esto le costó la vida, de
la manera más mendaz, acusándole de lo que hicieron los traidores, de rebelión
militar. (Auto de procesamiento 28 junio 1.936).
También es de destacar que el instinto asesino de
Queipo de Llano, tuvo que esperar. Hasta que
el General golpista José Enrique Varela Iglesias, a quién le tocó atacar la plaza de
Cádiz contra el gobierno legítimo de la República, salió de esa ciudad, no se marcó
la política represiva desde Sevilla (Auditoría de Guerra), que tuvo lugar a través de
los consejos de guerra sumarísimos de urgencia. Nos indica el historiador Nuñez que
adolecían de una monstruosidad jurídica determinándose en el juicio oral,
por la impresión que en el Tribunal produjese la cara de los acusados, quienes
debían ser condenados y quienes absueltos. La fecha que se marca para el inicio de
estos juicios fue el 4 de agosto de 1.936.
El relato de los hechos es bastante sencillo. En
el Gobierno Civil se resistió hasta la mañana del 19 de julio, contando con unos pocos
guardias de Asalto y con cuatrocientos miembros del Frente Popular. El desequilibrio de
fuerzas era tan desigual, que ante los cañones de Varela, y la incorporación de las
tropas de Regulares de Marruecos, recién llegadas, fue necesaria la rendición para
evitar una masacre.
El capitán Yáñez-Barnuevo resistió
heroicamente, con el Gobernador Civil y Comandante de Artillería, Mariano Zapico
Menéndez-Valdés, el teniente coronel jefe de la Comandancia de Carabineros, Leoncio Jaso
Paz, el capitán de fragata, Tomás de Azcárate, el secretario particular del Gobernador,
Antonio Macalio, el jefe de telégrafos Luis
Parrilla, y con el comisario jefe provincial de policía, que resultó ser un traidor a la
República, Adolfo de la Calle Alonso. Este último fue promocionado por los fascistas,
libertado y nombrado a continuación, delegado de orden público. Dice la crónica que los
asaltantes fascistas sufrieron un muerto y cuatro heridos.
La rendición, sobre las siete de la mañana, ante
la presencia de los regulares de Ceuta, el día 19 de julio, fue acompañada de la
detención y traslado de los leales al Castillo Prisión de Santa Catalina. El 22 de Julio
se incoó Juicio sumarísimo. En el se indicaba que el capitán Yáñez, fue el alma de la resistencia,
tomando parte actívisima en la defensa del Gobierno civil, dando armas a los marxistas,
ordenando que fuesen a ocupar sus puestos y que economizasen municiones.

Fotocopia del sumario número 82
del Juzgado Especial de la plaza de Cádiz, por el delito de Rebelión Militar.
En el
sumario se aprecia la agravante de perversidad
y se solicitaba la pena de muerte. Al defensor, comandante de infantería, Tomás
Sevillano Cousillas, se le dieron tres horas para estudiar el caso. Solicitó la libertad.
Como antes hemos referido, el 4 de agosto, Queipo de Llano ordena la celebración del consejo
de guerra, comenzándose al día siguiente, a las 11 horas, dictándose seguidamente
sentencia condenatoria. Se volvió a resaltar la entusiasta resistencia a los sublevados por el
capitán de Asalto. Tómese nota como a veces en la terminología franquista se
les vá la olla, que diría un castizo. El acusado de rebelión Militar
ofrece resistencia a los sublevados. ¿En qué quedamos, quienes eran los
rebeldes?.
El fiscal jurídico militar, Eduardo Jiménez
Quintanilla, solicita la pena de muerte para los encausados.
A las 5 y media de la tarde del día siguiente, 6
de agosto de 1.936, aprobada la sentencia por Queipo de Llano, fueron fusilados en el
castillo de San Sebastián de Cádiz, Antonio Yáñez-Barnuevo, Zapico, Jaso y Parrilla,
por el Grupo nº 2 de Regulares Indígenas de Melilla. Días después de ser enterrados en
el cementerio de San José, se seguirían incorporando a la causa pruebas solicitadas
anteriormente por la defensa. La Cruel Burla fascista continuaba. Aquella fue la primera
sangre que se vertió en Cádiz como consecuencia del funcionamiento de la máquina
represiva de los rebeldes fascistas.
Posteriormente fueron pasados por las armas
también los guardias de asalto y la mayoría de las personas que participaron en la
defensa del Gobierno Civil. Parece que ya en éstos casos se obvió el trámite de los
juicios sumarísimos. ¿Para qué molestarse en hacer comedia?.
Conviene, para dejar constancia histórica,
acompañar las palabras escritas en el diario ABC de Sevilla (monárquico) del día 7 de
agosto de 1.936, en la reseña de las ejecuciones:
Cádiz. A las cinco y media de la tarde,
cumpliendo la sentencia de muerte recaída en Consejo de Guerra Sumarísimo, celebrado el
día anterior, y por su intervención contra el Movimiento militar salvador de España,
fueron fusilados por fuerzas de Regulares, el que hasta el 18 de julio fuera Gobernador
Civil de la provincia D. Mariano Zapico, el teniente coronel primer jefe de la comandancia
de Carabineros, Don Leoncio Jaso, el capitán de Asalto, jefe de las fuerzas de Seguridad
de la provincia, Don Antonio Yáñez y el oficial de Telégrafos, Don Luis Parrilla
Todos
fueron a la muerte con gran serenidad y dando vivas a España y a la República.
Se nos apunta de fuentes familiares, que todos los
años siguientes, su familia, en plena dictadura franquista, cada 6 de agosto, cerraba las
ventanas de su casa, como prueba de dolor y de protesta ante tanta injusticia y vileza. En
su último escrito, Antonio Yáñez decía: "tengo fe en que no pasaré a la paz
eterna sino a otra vida más humana y más justa".
De
su historia militar se guarda el siguiente recuerdo: Ingresó en la Academia de
Artillería de Segovia el 21 de abril de 1922, obteniendo el empleo de Teniente el 10 de
julio de 1.926, habiendo estado destinado en
el 11 Regimiento de Artillería ligera de Burgos y en el primer Regimiento de Artillería
a pie, de Mérida (Badajoz). Durante el servicio en esta unidad se produjo el movimiento
artillero (Suceso de Ciudad Real), por el cual el Cuerpo de Artillería se rebeló
contra la dictadura del General Primo de Rivera (En 29 enero de 1929, liderando el
expresidente de Gobierno, José Sánchez Guerra). El entonces teniente Yáñez tuvo una
actuación destacada en dicha revuelta, por lo que fue procesado y sometido a prisión
durante un año, primero en el fuerte de San Cristóbal (Badajoz) y luego en prisiones
militares de Madrid.

Fotografía del Cadete Antonio
Yáñez-Barnuevo en la Academia de Artillería de Segovia. 1.921. Gentileza de G. Romero
Yáñez-Barnuevo.
La amnistía fue concedida por el Gobierno
Berenguer, se restauró el Arma de Artillería, disuelta por Primo de Rivera, y se
destinó a Yáñez al Regimiento de Artillería de Costa
nº 1 de Cádiz. Tras el 14 de Abril de 1931 prestó promesa de adhesión y
fidelidad a la II República, cosa que cumplió hasta la muerte.
En mayo de 1.932 pasó a la recién creada Guardia
de Asalto. Prestó servicios en Málaga, dónde permaneció hasta 1.935, año en que
sufrió persecución de nuevo, al ocupar el poder los derechistas de Lerroux y Gil Robles
(Bienio Negro), siendo destituído se incorporó como disponible al Arma de Artillería.
Con el triunfo del Frente Popular (febrero de
1936), pasó a prestar servicio en el Ministerio de la Guerra (Madrid). Las autoridades
republicanas consideraron conveniente su agregación de nuevo al Cuerpo de Asalto, por ser
hombre de entera confianza, y se le designó Jefe de las fuerzas de Seguridad de la
provincia de Cádiz. Ascendió a Capitán y tomó posesión en Cádiz el 14 de junio de
1.936, llevando, por tanto, tan sólo unas semanas cuando se produjo la sublevación.
El 18 de Julio, se convirtió en el principal
apoyo del Gobernador civil Zapico. Tuvo que detener a los sospechosos facciosos, capitán
Julio Almansa Díaz y teniente Joaquín Rodríguez Llanos, así como a varios soldados del
Regimiento de Infantería nº 33 de Cádiz que pretendía incorporarse a la sublevación.
Fueron conducidos al Gobierno Civil.
Con los hombres más leales (17 guardias de
Asalto) organizó la defensa de Gobierno Civil, apoyado, como antes dijimos con
cuatrocientos miembros del Frente Popular a los que fueron dotó de las armas de los
prisioneros y las de sus propios guardias.
El 6 de agosto de 2.006, es decir 70 años
después, se ha colocado una placa en el Castillo de San Sebastián, de Cádiz, dónde
fueron fusilados los antedichos. Como nos dice su sobrino, Gonzalo Romero
Yáñez-Barnuevo, con ese acto se recuerda su Memoria, un hecho que yo no he
olvidado en mis años de vida, aunque haya estado 40 años exilado.
El capitán Yáñez fue un héroe al que aquí
recordamos, pero hay que destacar que fue un botón de muestra de la represión
franquista. Tan sólo en la capital, Cádiz, durante la Guerra Civil y la represión
posterior, se contabilizan en los registros del cementerio 500 enterramientos procedentes
de ejecuciones oficiales y oficiosas (Fuente Núñez).
Y en el resto de la provincia los últimos
estudios parciales hacen pensar que se superaron los 4.000 fusilamientos (Fuente Núñez).
Agradecemos las facilidades y la ayuda prestada
por su sobrino, D. Gonzalo Romero Yáñez-Barnuevo, para la confección de este artículo.
Fuentes consultadas:
FGRY.- Fuente
familiar Gonzalo Romero Yáñez Barnuevo.
La Voz.-
Cádiz, Sevilla, Córdoba y Huelva tienen la mayoría de las fosas comunes. EFE/ R.
Núñez. Granada y Cádiz.
Tiempo de
Historia. Jesús Núñez. Agosto 2006.
Diario de Cádiz.-
18 julio 2003. Capitán Yáñez-Barnuevo, alma de
la resistencia gubernamental en Cádiz. Jesús Núñez. Y 10 diciembre 2004. El PSOE impulsará la retirada de todos los símbolos
franquistas. Juan José Marqués.
Francisco Cossi Ochoa (1898-1936).Una
muerte sin esclarecer. Jesús N. Nuñez Calvo. Edita:
Diputación de Cádiz. Servicio de Publicaciones. 2005. |