Héroes de la II República Española

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Capitán Antonio Yáñez-Barnuevo

El Saucejo (Sevilla), 6 enero 1.903 - Cádiz, 6 agosto 1.936

 

 

 

Antonio Cruz González, para DESPAGE.

Septiembre 2006

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CAPITÁN ANTONIO YÁÑEZ-BARNUEVO DE LA MILLA.

 

El resumen de su vida lo encontramos leyendo la esquela publicada por su familia, en el diario de mayor tirada, el 6 de agosto de 2.006:

“Capitán de Artillería, Jefe de las Fuerzas de Seguridad de Cádiz.

Fusilado por los golpistas franquistas el 6 de agosto de 1.936, por defender la legalidad republicana y la Constitución.”

 En efecto, nunca podríamos imaginar que serían Héroes aquellos que cumplieron con su obligación, con la obligación del juramento por el que se habían comprometido. Pero, fueron tantos los traidores, que hay que destacar a aquellos que perdieron la vida por otros, por sus ideas, por su profesión, por sus juramentos y promesas…

 Los hechos los vamos a relatar de nuevo, pero lo que importa es que en nuestro caso, un Jefe de Seguridad, un Guardia de Asalto, hizo lo que tenía que hacer, pese a todo. Es decir defender la legalidad republicana, y a la fuerza de las armas de los golpistas oponer las propias armas. Esto le costó la vida, de la manera más mendaz, acusándole de lo que hicieron los traidores, de “rebelión militar”. (Auto de procesamiento 28 junio 1.936).

 También es de destacar que el instinto asesino de Queipo de Llano, tuvo que esperar. Hasta  que el General golpista José Enrique Varela Iglesias, a quién le tocó atacar la plaza de Cádiz contra el gobierno legítimo de la República, salió de esa ciudad, no se marcó la política represiva desde Sevilla (Auditoría de Guerra), que tuvo lugar a través de los consejos de guerra sumarísimos de urgencia. Nos indica el historiador Nuñez que adolecían de una “monstruosidad jurídica” determinándose en el juicio oral, “por la impresión que en el Tribunal produjese la cara de los acusados, quienes debían ser condenados y quienes absueltos”. La fecha que se marca para el inicio de estos juicios fue el 4 de agosto de 1.936.

 El relato de los hechos es bastante sencillo. En el Gobierno Civil se resistió hasta la mañana del 19 de julio, contando con unos pocos guardias de Asalto y con cuatrocientos miembros del Frente Popular. El desequilibrio de fuerzas era tan desigual, que ante los cañones de Varela, y la incorporación de las tropas de Regulares de Marruecos, recién llegadas, fue necesaria la rendición para evitar una masacre.

 El capitán Yáñez-Barnuevo resistió heroicamente, con el Gobernador Civil y Comandante de Artillería, Mariano Zapico Menéndez-Valdés, el teniente coronel jefe de la Comandancia de Carabineros, Leoncio Jaso Paz, el capitán de fragata, Tomás de Azcárate, el secretario particular del Gobernador, Antonio Macalio, el jefe de telégrafos  Luis Parrilla, y con el comisario jefe provincial de policía, que resultó ser un traidor a la República, Adolfo de la Calle Alonso. Este último fue promocionado por los fascistas, libertado y nombrado a continuación, delegado de orden público. Dice la crónica que los asaltantes fascistas sufrieron un muerto y cuatro heridos.

 La rendición, sobre las siete de la mañana, ante la presencia de los regulares de Ceuta, el día 19 de julio, fue acompañada de la detención y traslado de los leales al Castillo Prisión de Santa Catalina. El 22 de Julio se incoó Juicio sumarísimo. En el se indicaba que el capitán Yáñez, fue el alma de la resistencia, tomando parte actívisima en la defensa del Gobierno civil, dando armas a los marxistas, ordenando que fuesen a ocupar sus puestos y que economizasen municiones.

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Fotocopia del sumario número 82 del Juzgado Especial de la plaza de Cádiz, por el delito de Rebelión Militar.

 En el sumario se aprecia la agravante de “perversidad” y se solicitaba la pena de muerte. Al defensor, comandante de infantería, Tomás Sevillano Cousillas, se le dieron tres horas para estudiar el caso. Solicitó la libertad.

 Como antes hemos referido, el 4 de agosto,  Queipo de Llano ordena la celebración del consejo de guerra, comenzándose al día siguiente, a las 11 horas, dictándose seguidamente sentencia condenatoria. Se volvió a resaltar “la entusiasta resistencia a los sublevados por el capitán de Asalto”. Tómese nota como a veces en la terminología franquista se les vá “la olla”, que diría un castizo. El acusado de “rebelión Militar” ofrece resistencia a los “sublevados”. ¿En qué quedamos, quienes eran los rebeldes?.

 El fiscal jurídico militar, Eduardo Jiménez Quintanilla, solicita la pena de muerte para los encausados.

 A las 5 y media de la tarde del día siguiente, 6 de agosto de 1.936, aprobada la sentencia por Queipo de Llano, fueron fusilados en el castillo de San Sebastián de Cádiz, Antonio Yáñez-Barnuevo, Zapico, Jaso y Parrilla, por el Grupo nº 2 de Regulares Indígenas de Melilla. Días después de ser enterrados en el cementerio de San José, se seguirían incorporando a la causa pruebas solicitadas anteriormente por la defensa. La Cruel Burla fascista continuaba. Aquella fue la primera sangre que se vertió en Cádiz como consecuencia del funcionamiento de la máquina represiva de los rebeldes fascistas.

 Posteriormente fueron pasados por las armas también los guardias de asalto y la mayoría de las personas que participaron en la defensa del Gobierno Civil. Parece que ya en éstos casos se obvió el trámite de los juicios sumarísimos. ¿Para qué molestarse en hacer comedia?.

 Conviene, para dejar constancia histórica, acompañar las palabras escritas en el diario ABC de Sevilla (monárquico) del día 7 de agosto de 1.936, en la reseña de las ejecuciones:

 “Cádiz. A las cinco y media de la tarde, cumpliendo la sentencia de muerte recaída en Consejo de Guerra Sumarísimo, celebrado el día anterior, y por su intervención contra el Movimiento militar salvador de España, fueron fusilados por fuerzas de Regulares, el que hasta el 18 de julio fuera Gobernador Civil de la provincia D. Mariano Zapico, el teniente coronel primer jefe de la comandancia de Carabineros, Don Leoncio Jaso, el capitán de Asalto, jefe de las fuerzas de Seguridad de la provincia, Don Antonio Yáñez y el oficial de Telégrafos, Don Luis Parrilla…Todos fueron a la muerte con gran serenidad y dando vivas a España y a la República”.

 Se nos apunta de fuentes familiares, que todos los años siguientes, su familia, en plena dictadura franquista, cada 6 de agosto, cerraba las ventanas de su casa, como prueba de dolor y de protesta ante tanta injusticia y vileza. En su último escrito, Antonio Yáñez decía: "tengo fe en que no pasaré a la paz eterna sino a otra vida más humana y más justa".

 De su historia militar se guarda el siguiente recuerdo: Ingresó en la Academia de Artillería de Segovia el 21 de abril de 1922, obteniendo el empleo de Teniente el 10 de julio de 1.926, habiendo estado destinado  en el 11 Regimiento de Artillería ligera de Burgos y en el primer Regimiento de Artillería a pie, de Mérida (Badajoz). Durante el servicio en esta unidad se produjo el “movimiento artillero” (Suceso de Ciudad Real), por el cual el Cuerpo de Artillería se rebeló contra la dictadura del General Primo de Rivera (En 29 enero de 1929, liderando el expresidente de Gobierno, José Sánchez Guerra). El entonces teniente Yáñez tuvo una actuación destacada en dicha revuelta, por lo que fue procesado y sometido a prisión durante un año, primero en el fuerte de San Cristóbal (Badajoz) y luego en prisiones militares de Madrid.

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Fotografía del Cadete Antonio Yáñez-Barnuevo en la Academia de Artillería de Segovia. 1.921. Gentileza de G. Romero Yáñez-Barnuevo.

 La amnistía fue concedida por el Gobierno Berenguer, se restauró el Arma de Artillería, disuelta por Primo de Rivera, y se destinó a Yáñez al Regimiento de Artillería de Costa   nº 1 de Cádiz. Tras el 14 de Abril de 1931 prestó promesa de adhesión y fidelidad a la II República, cosa que cumplió hasta la muerte.

 En mayo de 1.932 pasó a la recién creada Guardia de Asalto. Prestó servicios en Málaga, dónde permaneció hasta 1.935, año en que sufrió persecución de nuevo, al ocupar el poder los derechistas de Lerroux y Gil Robles (Bienio Negro), siendo destituído se incorporó como disponible al Arma de Artillería.

 Con el triunfo del Frente Popular (febrero de 1936), pasó a prestar servicio en el Ministerio de la Guerra (Madrid). Las autoridades republicanas consideraron conveniente su agregación de nuevo al Cuerpo de Asalto, por ser hombre de entera confianza, y se le designó Jefe de las fuerzas de Seguridad de la provincia de Cádiz. Ascendió a Capitán y tomó posesión en Cádiz el 14 de junio de 1.936, llevando, por tanto, tan sólo unas semanas cuando se produjo la sublevación.

 El 18 de Julio, se convirtió en el principal apoyo del Gobernador civil Zapico. Tuvo que detener a los sospechosos facciosos, capitán Julio Almansa Díaz y teniente Joaquín Rodríguez Llanos, así como a varios soldados del Regimiento de Infantería nº 33 de Cádiz que pretendía incorporarse a la sublevación. Fueron conducidos al Gobierno Civil.

 Con los hombres más leales (17 guardias de Asalto) organizó la defensa de Gobierno Civil, apoyado, como antes dijimos con cuatrocientos miembros del Frente Popular a los que fueron dotó de las armas de los prisioneros y las de sus propios guardias.

 El 6 de agosto de 2.006, es decir 70 años después, se ha colocado una placa en el Castillo de San Sebastián, de Cádiz, dónde fueron fusilados los antedichos. Como nos dice su sobrino, Gonzalo Romero Yáñez-Barnuevo, con ese acto se recuerda “su Memoria, un hecho que yo no he olvidado en mis años de vida, aunque haya estado 40 años exilado.”

 El capitán Yáñez fue un héroe al que aquí recordamos, pero hay que destacar que fue un botón de muestra de la represión franquista. Tan sólo en la capital, Cádiz, durante la Guerra Civil y la represión posterior, se contabilizan en los registros del cementerio 500 enterramientos procedentes de ejecuciones oficiales y oficiosas (Fuente Núñez).

 Y en el resto de la provincia los últimos estudios parciales hacen pensar que se superaron los 4.000 fusilamientos (Fuente Núñez).

 Agradecemos las facilidades y la ayuda prestada por su sobrino, D. Gonzalo Romero Yáñez-Barnuevo, para la confección de este artículo.

  

Fuentes consultadas:

FGRY.- Fuente familiar Gonzalo Romero Yáñez Barnuevo.

La Voz.- Cádiz, Sevilla, Córdoba y Huelva tienen la mayoría de las fosas comunes. EFE/ R. Núñez. Granada y Cádiz.

Tiempo de Historia. Jesús Núñez. Agosto 2006.

Diario de Cádiz.- 18 julio 2003. Capitán Yáñez-Barnuevo, alma de la resistencia gubernamental en Cádiz. Jesús Núñez. Y 10 diciembre 2004. El PSOE impulsará la retirada de todos los símbolos franquistas. Juan José Marqués.

Francisco Cossi Ochoa (1898-1936).Una muerte sin esclarecer. Jesús N. Nuñez Calvo. Edita: Diputación de Cádiz. Servicio de Publicaciones. 2005.