Después de la entronización en los altares de San Nicolás II y demás familia, este su comentarista, Antonov, ha recibido como una luz interior, que emana de la regia figura del Zar de todas las Rusias, y quiere ser el primero en introducir las letanías del nuevo rosario ortodoxo, que al carecer todavía de nombre me he permitido denominarle como aquél barco que, haciendo traición al gobierno del hoy Santo, San Nicolás II, se apoderó del palacio de Invierno y lo dejó en manos del pueblo, verdadero enemigo de la Santidad.

Elevaremos los ojos al cielo de la Santa Rusia y rogaremos al Altísimo, en nombre de los nuevos Santas y Santos de Dios.

San Nicolás II, Romanov, para que nos concedas una buena muerte como la que tú diste el 9 de enero de 1905, cuando tus soldados dispararon contra más de 100.000 trabajadores que marchaban pacíficamente con una petición para ti. Oh santísimo, ruega por nosotros.

Santa Alexandra, zarina de todas las Rusias, concédenos la admiración que tú tenías por tu inepto esposo, totalmente capacitado para comer y dáros de comer todos los días de vuestra vida, mientras los campesinos, que os llamaban "padrecitos" se morían de hambre y miseria. Ruega por nosotros.

Santo Alexei, zarevich, descendiente del poderoso Santo, danos la satisfacción de tener a nuestro lado una ayuda como Rasputín, tu protector, para que nos haga de bufón, nos cuide y nos corrompa, como él lo hacía, para que no nos deje ver la explotación del hombre en el reino de tu santo Padre, San Nicolás. Ruega por nosotros.

Santa María Romanovna, gran duquesa, Santa Olga, Santa Tatiana y Santa Anastasia, hacednos ricos y protegednos, como ricas fuísteis vosotras y como protegísteis vuestros cuerpos de las balas, con todas las joyas de los Romanov, mientras el gran pueblo ruso, con santa paciencia, moría en la pobreza, el hambre, la represión y la tiranía. Rogad por nosotros.

Y Oh!, gran zar, gran santo, patrón de los asesinos de obreros, tres veces santo, que con vuestra incapacidad, llevasteis a la derrota, por dos veces, a la Santa Rusia, pide por nosotros al Altísimo, y tócanos, como en otras ocasiones, nuestros santos...ICONOS.

Y tú que nos tienes hasta las Ingles, admira a tus hijos, la santa iglesia ortodoxa, que iguala tu "resignación CRISTIANA" y tu incapacidad, y te hace SANTO, por los siglos de los siglos. AMÉN.

Antonov desde la Santa Rusia

Agosto de 2000 d.d.C