Con efectuar un análisis de los hechos que se narran, llego a la siguiente conclusión: ¡Otra vez la caza de brujas!.

Primer texto: The Wall Street Journal: La vieja izquierda española habla.

Estos representantes del canto del cisne capitalista de Henry Ford (Totalmente superado por las tesis modernas de globalización de Toyota y compañíaS, con S grande) vienen a decir que las elecciones españolas son más que un asunto local. Que viene la izquierda, que "van a gravar con impuestos especiales a las empresas privatizadas" (por cierto las empresas siempre son privatizadas, ¡Ni escribir saben!. Sólo las que se llaman públicas no son privadas, y también hay varias categorías, semipúblicas, semiprivadas, fundaciones, etc.). "Y esto es un juego de niños de los socialistas. Peores son los comunistas": ¡Quieren congelar cualquier futura privatización! ¡Qué horror!. "En otras oalabras, quién haya comprado acciones de empresas españolas recientemente privatizadas para beneficiarse de una de las pocas economías europeas que están creciendo (¡Ja! están creciendo los bolsillos de los ejecutivos con las stock options, de crecer las empresas nada de nada, es todo un bluff, si no al tiempo) verá amenazado sus intereses..."

Y luego siguen diciendo lindezas comparando a la izquierda española de hoy con la estalinista y brevnediana. Y los respetables señores hijos de tan respetables madres, pero sin muestras de respeto a la pluralidad (¡ Todo para el capital! parece ser la consigna, sea como fuera, y valga lo que valga), se inventa una nueva "España , un país que ha alcanzado una nueva vitalidad" y "que parece que está condenada a ser un campo de pruebas que muestre...con un renovado respeto a los derechos de los individuos (excepto a los de izquierda...¡cínicos!) frente a la depredación del Estado...Aznar ha dicho que hay una diferencia significativa entre que un Gobierno liberalice o no lo haga, baje o suba los impuestos y abra o cierre económicamente el país"...y terminan dándole la razón al todavía Presidente: "Así es efectivamente"

Bueno, brevemente analizaremos lo más destacado, por las numerosas contradicciones que arrastra. En primer lugar ignorábamos que tan prestigioso diario tuviera entre sus periodistas estudiantes en prácticas. Creíamos que eran profesionales avezados, lejos de las campañas electorales de los "países de su entorno", que con la globalización son todos (menos un pequeño país, allá en el Caribe!. Lo conocen?).

Y aún haciendo campaña, no se deben decir cosas cómo "...MUCHOS PENSÁBAMOS QUE LAS IDEAS DE LA VIEJA IZQUIERDA, QUE TRAJERON MISERIA SIN CUENTA A CENTROEUROPA Y LA EX UNIÓN SOVIÉTICA, ESTABAN MUERTAS".

Porque no resisten los comentarios del más novel de los lectores. Vamos a ver esa miseria de la que habla en Centroeuropa es la del kaiser y el zar, porque creo que esos países a los que se refiere estaban bastantes más exentos de derechos y de desarrollo, antes que el fantasma que recorrió Europa, crease un mayor nivel de vida, aunque fuera por reacción indirecta de los países de su entorno, con ideología diferente. Todavía hay inexpertos que no se dan cuenta que ellos trabajan 8 horas, disfrutan un período vacacional de un mes, libran los fines de semana, tienen derecho a jubilación y a sanidad, porque muchos obreros y profesionales, en la historia, han sufrido y han padecido toda clase de injusticias, desde el hambre, hasta la muerte, desde la cárcel hasta el exilio. Y es el capital el que ha tendido que rendir cuentas. No estamos justificando los errores de los países socialistas, sino ejemplarizando los aciertos. Sin socialistas, sin comunistas, sin anarquistas, curiosamente no se hubiera llegado al estado del bienestar en Centroeuropa y América del Norte (USA y Canadá, claro). Entonces, ¿dónde está la miseria? ¿ Es más miserable el que sufre la injusticia, o el que en aras del beneficio de unos pocos, bloquea al que intenta salir hacia delante?

La degradación social y económica de Rusia es más elocuente ahora que hace veinte años, eso sin duda Me refiero al ciudadano medio. A lo mejor los bienpensantes me intentan convencer que las mafias son consecuencia de la libertad del librecomercio. Algunos creemos que no son consecuencia, se basan en el librecomercio, que es diferente. Y que la forma de evitar injusticias, sociales y/o económicas es interviniendo políticamente, y eso, señores del Wall Street Journal, no se consigue dando miles de millones a unos pocos para que monopolicen las comunicaciones o la informática, sino restringiendo la parcela privada, con unos impuestos, que por cierto, son bastante fácil de eludir con los países protegidos (Barbados, Bahamas, Panamá, Islas Mauricio, etc. etc.). ¡ Y si esto es comunismo o la vieja izquierda o el fantasma que recorrió Europa, que venga Dios (Clinton) y lo vea!.

Sólo se pide un poquito de rigor y no la bazofia del apoyo electoral, en un diario, insisto tan prestigioso, y hasta ahora, exento de maccarthysmo.