dos horas en el Museo del Prado 2/10/1.999

 

La organización que dirige el Prado, en Madrid, dista mucho de los principios de servicio público al ciudadano que dirige su ocio a la contemplación artística.

El sábado, 2 de octubre de 1999, realicé una visita al Prado con motivo de varias exposiciones que allí tienen lugar, con preferencia 19 cuadros del italiano Caravaggio. El sábado tarde y el domingo mañana, son los días que el Museo dedica a los ciudadanos de a pie con ENTRADA GRATUITA. Esto influye en los señores que dirigen esa institución para maltratar al público, por lo menos eso pensamos los de este lado de la "cola". Y me explico. Bajando por la calle Espalter, alrededor de las l6 horas, observo una cola, no muy extensa, de unas 35 personas, en la entrada al museo por la puerta llamada de Murillo. Acelero mis pasos porque en estos momentos la afluencia de público va siendo mayor y observo, de reojo, un anuncio o aviso de la exposición. Cuando llevo diez minutos en la cola, escucho a alguien que está detrás de mí, decir que esa cola no es para "Caravaggio", que para esta se entra por la puerta de Goya, al otro extremo del Museo, recorriendo más de 400 metros. Incrédulo, me aproximo al cartel que yo ví antes, y observo en letra más pequeña que dice en español e inglés, que los sábados tarde y domingos mañana, la entrada a la exposición Caravaggio es por la puerta de Goya.

Digamos que es culpa mía por no leerlo todo. Pero la situación, o bien la confusión, es más profunda. Evidentemente se puede entrar al museo por ambas puertas, y a la exposición también. Esto se reconoce en el letrero, dónde indica que sólo los sábados y domingos es por el otro lado. Entonces para qué marear la perdiz. Porque les es más cómodo al personal del museo!!!. Simplemente. Ni se puede decir que sirva para controlar mejor la entrada. Ya que, por la otra puerta, dan dos entradas, una al Museo y otra posterior en la misma puerta de la Exposición para la misma.

La lectura que hay que hacer es la siguiente: cuando más afluencia hay por el carácter gratuito (!TODOS LOS DIAS DEBÍA DE SER GRATUITO, AL MENOS PARA EL PÚBLICO ESPAÑOL, COMO SE HACE EN EUROPA, CON LOS CIUDADANOS DEL PAÍS!) más problemas crean los organizadores del Museo. Hay que hacer constar que tampoco en la puerta de Goya le dejaban pasar por cualquier puerta. Hay dos, una para la exposición. sin señalizar, y con una cuerda, que parecía indicar prohibido el paso, que se habían olvidado quitar, subiendo una escaleras. Otra, al nivel de la calle, sólo para entrada al Museo.

¿Cómo es posible que sean tan tarugos? ¿Cómo es posible que nadie proteste? ¿Cómo es posible que nos traten como borregos? Y así, una y otra vez. En todas las instituciones, pero más importante, claro está en las públicas. ¿Por qué no se indican con toda claridad y en gran tamaño los accesos? ¿Por qué se hace perder el tiempo del ciudadano, dando entradas que sólo sirven para controlar, gastando papel, teniendo que pasar individualmente por un arco, que puede ser contador? ¿Para qué dos papelitos, uno de entrada a la exposición y otro al Museo? ¿Para qué crear burocracia? Todas estas preguntas sólo tienen una respuesta: por la INEFICACIA manifiesta de quién organiza. NUNCA se está mirando el interés del ciudadano. Siempre, en este país, se maltrata públicamente al votante, salvo en época electoral, que misteriosamente, empiezan a funcionar mejor los servicios, se terminan la obras en las calles, los jefes sonríen, los guardias multan menos, etc. etc.

Mientras sólo se piense que el de seguridad de la puerta, cumple órdenes. Que la señorita que dá lo papeles se vá a las 19. Que el turno es lo importante para el empleado. Que lo más importante es controlar el tiempo de permanencia del funcionario, más que el servicio. Que la productividad se paga por las horas que se vá, no por lo contento que esté el ciudadano y el servicio. Mientras que todo esto suceda este país no tiene arreglo.

Terminaremos diciendo que la exposición merecía la pena. Que después de ver la exposición pasé al Museo por el INTERIOR, y entonces ¡SI me dejaron pasar!. Tamaña incongruencia. ¿por qué NO del museo a la exposición, si es la misma puerta?

Lo que verdaderamente se revela con estas situaciones es que por mucho que intentemos integrarnos en la realidad europea, mientras en los sillones de las instituciones se hayan sentado los escribas y fariseos, en lenguaje bíblico, nos crucifican al pueblo una vez más.