Que no estoy, que no estoy.

El Ministro ausente estaba presente.

El Gobierno se niega a responder una pregunta en el Parlamento por "ausencia" del Ministro Rajoy de Educación (sic) y Cultura (sic), y resulta que estaba contemplando el panorama desde la tribuna de invitados.

                (Prensa Nacional del 16 de Septiembre de 1.999)

La doble moral de ciertos elementos (aquí no sabemos si decir grupos, personas o casos) está permanentemente presente en la política de derechas. Pero el caso de hoy es de campaña electoral. Vamos, para utilizar en contra. Esto no es una denuncia contra el partido del señor Rajoy, que si nos quisieramos meter con el Señor Pepe, también lo haríamos, al menos desde 8 diciembre de 1978, en nombre de la libertad de expresión. Esto es una falta de profesionalidad política, de educación, de cultura, que no comprendemos como sigue siendo Ministro de la misma, el susodicho elemento. Del arte de engañar, el señor Rajoy ha pasado al arte de mentir. Que parece lo mismo, pero no lo es. Desde el punto de vista político, no es lo mismo prometer, que comparecer y explicar, que descarada y cínicamente alardear (no exento de chulería) de estar en dos sitios a la vez, es decir estar y no estar.

¿Qué nos vá usted a prometer después de esto? No le vamos a creer ni que los reyes magos son los padres. Su carrera política ha terminado. Al menos para los consecuentes.