Comentarios históricos al libro de Trapiello.

 

LA NOCHE DE LOS CUATRO CAMINOS.

Una historia del maquis. Madrid. 1945

Andrés Trapiello.

Aguilar. 2001

  

Nos envía nuestro colaborador D. Gonzalo Romero Yáñez-Barnuevo, unas notas tras la atenta lectura del ensayo de Trapiello sobre los maquis en Madrid. Estas notas son de alto interés debido a que no sabemos las fuentes en dónde Trapiello pudo sacar algunas conclusiones que en el libro se muestran, y que serían muy interesante citar para la verdadera recuperación de la verdad histórica.

 

Página 55.-

Eduardo Val

Es posible que sea una coincidencia, pero el único Eduardo Val que conocemos, fue el representante de la CNT en el Consejo Nacional de Defensa, al constituirse éste en Madrid, después de haber triunfado la sublevación de Casado, en marzo de 1939.

(No parece probable que Casado y su gente colocara en la Junta a un sujeto como el que retrata Trapiello).

 

Pedro Luis de Gálvez

 El autor se hace eco de algo que, al parecer, no es más que una leyenda, inventada y fomentada por la derecha.

Gálvez fue condenado a muerte por un Consejo de Guerra el 5 de diciembre de 1939 y no se le comunicó la sentencia. En abril de 1940 fue ejecutado. La condena se dictó por "conspiración marxista y otros cargos más" entre los que se contaba "la muerte de varias decenas de monjas", sin especificar.

¿De dónde ha sacado Trapiello lo del "gabinete de torturas" en el portal de la casa?. Esta era – y es- el nº 22 de la calle Francos Rodríguez. ¿No había otros lugares para instalar una cámara de torturas, más que el zaguán de una casa de pisos?.

Si se sabe que Gálvez tuvo escondido en su casa a Ricardo León, el escritor, sin embargo no testificó a favor de su protector.

Salvó, entre otros muchos, al futbolista Ricardo Zamora, y a Fernando Navales, quién durante el franquismo tuvo un alto cargo en la Dirección de Prensa y Propaganda, a las órdenes de Millán Astray. Asimismo está probado que alertó a varios escritores, entre ellos Pedro Mata y Cristóbal de Castro, con lo que evitaron su detención.

Al finalizar la guerra, Enrique Larreta quiso llevarse a Gálvez a la Argentina y Rufino Blanco Fombona insistió en que se exilase a Venezuela. Gálvez se negó a salir de España, pues no tenía nada que temer puesto que no había cometido ningún delito.

El matemático Antonio Salas, exilado en la República Dominicana y en Venezuela, dónde fue profesor de la Universidad Central de Caracas, opina que la condena de Gálvez se debió a sus escritos durante la contienda a favor de la República.

 

Dulcinea, la hija de la portera

Se trata de Francisca Ruiz Sanz, efectivamente hija de la portera y que casó con el hijo mayor de Gálvez. Fue encarcelada y procesada. Juzgada en Consejo de Guerra, fue absuelta con todos los pronunciamientos favorables.

 

 

Margarita Nelken

Convendría saber la fuente de la acusación de "sombra más siniestra de la checa comunista de Marina". Es esta la primera noticia. La derecha siempre hizo objeto de sus ataques a la Nelken, pero éstos se limitaron a decir que no era española (era hija de alemanes), que era judía (es posible), que fue adúltera (es casi seguro). Queipo de Llano, en sus famosas charlas la llamó frecuentemente zorra y prostituta, y nunca hizo alusión a checa alguna. Julián Gorkin, que fue uno de sus muchos detractores la acusa de su colaboración con los comunistas (algo que es sobradamente sabido) sin más detalle. Guillermo Cabanellas, que no sentía simpatía por la Nelken, sólo la acusa de ser una mala influencia y que al iniciarse la guerra "adoptó actitudes violentas a favor de los republicanos".

N.B.- A lo mejor (o a lo peor) las acusaciones de Trapiello son ciertas, pero HAY QUE PROBARLAS.


 

En cuanto a la acusación a Rafael Alberti (página 54) no necesita comentario, por absurda. Ya en vida del poeta, Luca de Tena aludió a responsabilidades en una checa. Alberti se querelló criminalmente contra el "mocito" de ABC, pero los Tribunales (creo recordar) dijeron que no había lugar a seguir procedimiento alguno por aquello de lo de libertad de expresión o de prensa.

 


 

Agapito García Atadell (página 56) fue efectivamente un ladrón y un asesino, que huyó de zona republicana para evitar su detención y enjuiciamiento por sus crímenes. Al decir que era "hombre de confianza de Indalecio Prieto", presume que éste fuese cómplice o encubridor.

GONZALO ROMERO YÁÑEZ-BARNUEVO


NOTA de esta WEB.-

Por todo lo expuesto, parece que los datos históricos de Andrés Trapiello no coinciden con otras fuentes. Sería muy interesante en beneficio de la recuperación de nuestra Historia que todos los visitantes de esta WEB que puedan aportar claridad sobre éste y otros eventos históricos se dirijan a nosotros, a través de nuestro correo electrónico: despage@nodo50.org

Y también queremos emplazar al Sr. Trapiello, sabiendo que él será el primer interesado en aclarar estos temas, a enviar sus opiniones y fuentes, para lo cual le ofrecemos estas páginas con la intención de conocer su respuesta.

Con nuestro agradecimiento a todos,

D E S P A G E

El seis de mayo de 2005 Fernando Cortázar Sala nos envía el siguiente email:

Otro error de Trapiello es implicar a Wenceslao Roces en la ejecución de
Nin. El dato proviene de las memorias de Jesús Hernández que como ministro
de Educación era el superior de Roces.
Trapiello dice que Roces era Max Rieger, quien escribió al libro "Espionaje
en España" para justificar la represión contra el POUM y contra Nin. Hoy se sabe que Roces no tuvo nada que ver en el libro, que fue dirigido por
Gerö (alias Stepanov y Moreno) y por Soria y por Perucho que figuraba como
traductor.

Fernando Cortázar Sala. urss1917@hotmail.com