23 de enero de 2001:
200.000 desaparecid@s en el Estado Español

 

Hace no mucho tiempo, al hilo del caso Pinochet y de los dictadores argentinos perseguidos internacionalmente por sus crímenes de lesa humanidad, la sociedad española se conmovía con la memoria del horror perpetrado. Y la desaparición forzada de personas constituía tal vez la manifestación más terrible de la tragedia que recorrió esas latitudes y esos pueblos.

Pero la desaparición forzada de las personas es mucho más que la muerte o la tortura, por terrible que parezcan: es la anulación de las personas en cuanto seres humanos, a través de la negación programada de sus derechos básicos a la vida, a la libertad, a la integridad física, a la identidad.

Por eso afirmamos que el 23 de enero del 2001, con la entrada en vigor de la Ley de Extranjería 8/2000, en el Estado Español, se ha decretado la desaparición forzada de 200 mil personas. A partir de esta antidemocrática Ley se ha inaugurado una categoría de hombres y mujeres a los que se les conculca toda vida pública, negandoles derechos elementales como los de reunión, asociación, salud, educación. Se ha decretado su invisibilidad social, su inexistencia como personas. Por tanto, más allá de los tecnicismos sobre los procedimientos o la viabilidad de los mismos, lo cierto es que el Gobierno ha decidido que desaparezcan 200 mil personas del Estado Español. Estamos ya conviviendo con desaparecid@s y lo peor, con desaparecedores. Esta sociedad en un día, ha retrocedido 50 años, tiempos en que un par de personas que se encontraban en la calle podían ser detenidas por violar la prohibición de reunión.

Se inaugura un régimen policiaco y esclavista para un colectivo de 200.000 "no-personas", condenadas a sobrevivir entre la mafia y el miedo, entre la sobreexplotación de la economía sumergida y el drama de las expulsiones arbitrarias, entre el desamparo y la criminalización de cualquier manifestación pública.

Y tampoco podemos caer en la trampa de entrar en la lógica que propone el Gobierno y creer que este es solo el "problema de l@s inmigrantes". Este es el problema de toda la ciudadanía española porque estamos hablando del modelo de sociedad que se nos propone desde esta derecha cutre y recalcitrante, de los fundamentos éticos básicos de la convivencia democrática, de ser o no cómplices en la desaparición civil y forzada de personas.

Es también el verdadero rostro de la globalización en curso: devastación social, económica, cultural y medioambiental de inmensas zonas y países del planeta, libre circulación de las mercancías y persecución de las personas que escapan del hambre y la represión.

Por eso, desde Derechos para Tod@s y ODITE, expresamos nuestro más firme repudio a esta y a cualquier Ley de Extranjería, macabro intento de clasificar a las personas por pieles, culturas u origen. Afirmamos que no es posible construir una verdadera democracia sin comprometerse con un nuevo tipo de solidaridad (no paternalista ni eurocéntrica) con todos los pueblos de mundo. Entendemos al racismo y la xenofobia como una forma más de exclusión que nos atañe a tod@s.

- NO A LA LEY DE EXTRANJERIA
- NO A LA DESAPARICION CIVIL FORZADA DE PERSONAS
- NO A TODAS LAS FORMAS DE EXCLUSION
- DERECHOS Y PAPELES PARA TOD@S
- SOLIDARIDAD CON LA LUCHA DE TOD@S LOS MIGRANTES


DERECHOS PARA TOD@S y
ODITE
(Organización Democrática de Inmigrantes y Trabajadores Extranjeros)