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Número 7
enero - febrero - marzo 2002



LARACHE (Marruecos): EVOLUCIÓN DE LA ACCIÓN DEMOCRÁTICA RADICAL Y LA LÓGICA REPRESIVA DE LAS AUTORIDADES

Secretaría del Comité Local por la Defensa de las Libertades Públicas de Larache


I. Las razones de una Génesis :

A principios de la última década del s. XX Marroquí -nuevo orden mundial obliga- la práctica democrática, en su dimensión popular y relativa a las libertades individuales y a los derechos humanos estuvo marcada por una evolución real -comparada a la de los «años de plomo»-. En ello influyeron, entre otras variadas razones, las profundas mutaciones operadas tanto en las relaciones internacionales y regionales como a nivel del poder -empujado, por un lado, a revisar sus estrategias de gobierno frente a la emergencia del crecimiento y de las nuevas ideas del movimiento democrático popular y, por otro lado, ante las capas sociales mayoritarias, marginalizadas, condenadas a consumir «los productos políticos terminados», de esos años-.

Fue así como Larache, ciudad costera del norte de Marruecos, orgullosa de su historia, de su pasado y de su tradición militante adoptó, una vez más, la línea de compromiso popular-democrático en un espacio socio-económico, político y cultural, abierto a contradicciones muy controvertidas.

La opción organizativa de la acción democrático-popular encuentra su resultado, para un mejor enfoque de la acción común, en la constitución de comités y asociaciones locales de organización y seguimiento. Las iniciativas democráticas fueron ampliadas y sostenidas material y moralmente por las entidades integrantes del espacio político democrático local.

Desde entonces, la ciudad de Larache está implicada en la toma de iniciativas continuas de apoyo y solidaridad con las causas populares en los sectores de la sanidad, el empleo, el hábitat, el medio ambiente y en la defensa ante todas las artimañas administrativas de las autoridades públicas, en la idea de promover la toma de conciencia de la ciudadanía .

Primero fue el nacimiento de la sección local de la Organización Marroquí de Derechos Humanos, seguida por la organización de una decena de comités locales en los diferentes barrios de la ciudad. Visto el apoyo organizativo al movimiento democrático radical, cuya dimensión reivindicativa popular está rigurosamente relacionada de una manera directa y práctica con los componentes de la realidad compleja ciudadana, social, económica, cultural y políticamente y en coordinación con las otras formaciones políticas locales en el marco de una militancia unitaria y democrática, se constituyeron un cierto número de comités de apoyo y solidaridad a las masas desheredadas, víctimas de las irregularidades administrativas y los abusos de poder :

* el comité de apoyo y solidaridad con los habitantes de todo un barrio amenazado con el desalojo del terreno (que forma parte de los bienes inmobiliarios de la Armada Real), y cuyas acciones colectivas y los diálogos entablados con las autoridades condujeron a una salida positiva (enero de 1998).
* el comité de solidaridad para la revisión de las facturas del agua y la electricidad, muy contestadas por los ciudadanos, quienes aportaron su testimonio en el transcurso de un mitin popular en un cine, precedido de una manifestación ante la municipalidad de Larache. Se constituyó una comisión de control y de seguimiento técnico para seguir este dossier (diciembre de 1999).
* el comité local para la defensa del bosque «HIPICA», amenazado con desaparecer, y transformado en espacios gravemente contaminados, tras la destrucción salvaje de sus árboles, cuyos ingresos en madera y en capital han beneficiado a particulares.
* el comité para la defensa de los bienes públicos, sobre todo los cines (poco numerosos en Larache), para impedir su destrucción tras haber pasado a manos de particulares -el cine "Ideal", en particular-, que constituye una componente particular del espacio arquitectónico local.

Más allá del aspecto reivindicativo y contestatario del movimiento democrático, se organizaron numerosas manifestaciones de solidaridad con las víctimas de abusos del poder y de segregación social, cultural o étnico :
* Manifestación de apoyo a los marroquíes residentes en España, tras los acontecimientos de El Ejido, ante el consulado de España de Larache -enero de 2000- (el comité de apoyo remitió un memorandum al cónsul de España sobre este asunto).
* Manifestación de apoyo moral y material a los diplomados en paro en sus acciones militantes por el derecho al empleo.
* Manifestación de contestación contra un «telex» del Ministerio de Interior relativo a la prohibición de las actividades culturales y políticas en las salas públicas. (comunicado fechado el 22 de marzo de 1999, enviado al Ministerio de Interior).
* Manifestación de apoyo y solidaridad con el club de funcionarios -conocido por su gran aporte cultural- cuyos socios estaban amenazados de evacuación como resultado de un dudoso procedimiento judicial.
Y para hacer frente al deterioro de las condiciones de seguridad general, por el fulgurante ascenso de los fenómenos de agresión, de robo, y de actos criminales, se constituyó un comité para la defensa de las libertades públicas en mayo de 2001. Un comunicado público hacía balance de la situación general de la seguridad, responsabilizando a las autoridades y lanzando la señal de alarma.

II. Reacciones y contra-reacciones:

La primera contra-reacción de las autoridades fue estrechar el cerco al movimiento democrático y sus militantes, en lugar de encontrar soluciones urgentes a la crisis social, económica y cultural generalizada.

Fue entonces cuando la opinión pública se vio fuertemente sacudida por el crimen perpetrado contra un niño de 9 años, en la puerta de su casa (agosto de 2000) y el crimen del que fue víctima un ingeniero técnico de la Agencia Autónoma de Distribución de Aguas y Electricidad de Larache.

Se constituye un comité local por el derecho a la vida y a la seguridad individual y convoca a un mitin organizado el 13/11/2001, y a una marcha popular el 15/12/2001, para protestar contra las condiciones generales de seguridad.

Si bien el mitin conoció un éxito popular sin precedentes, la marcha popular fue duramente reprimida, tras una violenta intervención de las fuerzas del orden y de las fuerzas auxiliares.

Es en este marco donde tiene lugar la persecución judicial del activo militante democrático, KHALIL BELAZIZ, bajo instrucciones del procurador real, en el Tribunal de Primera Instancia de Larache. El 20 de diciembre de 2001 es liberado bajo fianza, justo tras su comparecencia: Su "delito": la asociación de la que es presidente (ASOCIACIÓN "CHARIF AL IDRISSI") llamó al apoyo a una madre y sus 2 hijos, amenazados de desalojo de la casa que ocupan, como consecuencia de una sentencia de la Corte de Apelación de Tánger. Un mes después la sentencia estaba dictada y Khalil fue condenado a 6 meses de prisión firme y a una multa de 1000 DH, junto con la publicación del veredicto en 2 periódicos nacionales : "AL ALAM" y "ASABA".

El comité local por la defensa de las libertades públicas mantuvo una reunión extraordinaria y llamó al apoyo y la solidaridad con BELAZIZ, participando los partidos y organizaciones políticas.

Se hicieron públicos comunicados para testimoniar el carácter premeditado y arbitrario de la persecución y del veredicto emitido por la corte. Y se programaron iniciativas militantes: una conferencia de prensa en Rabat, en el marco del Sindicato Nacional de la Prensa Marroquí, para llamar la atención de la opinión pública sobre este juicio, esperando la decisión de la Corte de Apelación de Tánger, y demandando un juicio justo y equitativo.

Observaciones:

Más allá de la dimensión local del movimiento democrático popular, del cual fue promotora la sección local de la Organización Marroquí de Derechos Humanos, fueron organizadas numerosas actividades y manifestaciones de apoyo y solidaridad, fundamentalmente con la mujer marroquí, en el marco del Comité Nacional por la Marcha Mundial de Mujeres 2000, con los pueblos palestino e iraquí y con los trabajadores víctimas de la conspiración patronal y de las autoridades locales.