Derechos para Tod@s 
Número 3 
febrero - marzo - abril 2001


  

La experiencia de la asociación "Solidaridad por la Educación, el Desarrollo y la Ecología", de Tánger

Valentín García

Derechos Para Tod@s se encontró con esta asociación a través de Ahmed Kabbali, activo militante social de Tánger. Los buenos oficios como traductor y mediador de nuestro compañero sevillano-marroquí de ODITE (Organización Democrática de Inmigrantes Trabajadores Extranjeros), Mohammed Argan, permitieron que conociéramos el trabajo de la asociación. Se dedica fundamentalmente a la educación y alfabetización de niños y mujeres, trabaja en un barrio de la periferia de Tánger, donde existe un activo mercado callejero de todo tipo de artículos. El local de la asociación es un piso en un edificio del barrio cuyo alquiler ha sido financiado por una Ong española para siete meses.

"Solidaridad" está formada por personas muy militantes, vinculadas a otros movimientos sociales como el de diplomados parados (muy fuerte en Marruecos), y a sectores progresistas del arco político (cómo Vía Democrática)

Sus objetivos no se centran en exclusiva en alfabetizar. Siguiendo la línea de la educación popular, buscan y elaboran materiales educativos que fomenten el compromiso social y el espíritu crítico. Es pues una asociación que quiere desarrollar pedagogías alternativas a las que predominan en la educación oficial marroquí. Por cierto el sistema escolar marroquí está sufriendo un descalabro imparable: escasos fondos, peor calidad, y un número de niños no escolarizados creciente incluso en las grandes ciudades.

En el barrio en que se asienta la asociación la existencia de un mercado popular muy activo fomenta más si cabe que las familias opten, como estrategia familiar y también como estrategia de futuro para sus hijos, por ponerlos a cargo de algún comerciante o artesano para que aprendan el oficio y se aseguren un trabajo. Estas opciones de las familias están muy relacionadas con la privatización de la enseñanza superior, la desmantelación de la enseñanza pública, y la escasa rentabilidad laboral de los títulos escolares (no se olvide que en la asociación nacional de diplomados en paro militan hasta 40.000 personas, y eso tratándose una organización muy combativa en un país no democrático: es decir el problema es muy gordo).

En este contexto atraer niños hacia la asociación no resulta fácil. Se dirigen tanto a niños no escolarizados como a niños escolarizados pero con los que el sistema escolar fracasa (el único fracaso escolar es el de la escuela, nunca del niño). Para que los chavales se animen intentan desarrollar pedagogías lúdicas, participativas, que ilusionen a los niños.

Los compañeros de la asociación reconocían que no habían tenido un gran éxito en su proyecto con los niños: las familias eran reacias, y los niños, cuando terminaban de trabajar, no querían "seguir trabajando" en la escuela, o simplemente preferían vagabundear y buscarse la vida por el barrio.

En cambio si había sido un éxito un proyecto parecido y paralelo que estaban llevando con mujeres. También centrado en la alfabetización y en la formación básica, así como en el concienciación socio-política, trabajaba activamente con 150 mujeres del barrio.

Actualmente están fomentando que las mujeres se constituyan en una asociación independiente con objetivos propios, y que participen desde su problemática en la lucha de los movimientos sociales, muy activos y en crecimiento exponencial en el Marruecos actual. Además del valor que esto supone en sí mismo, las mujeres están convirtiéndose en las impulsoras de cambios más amplios dentro de la comunidad, de los cuales no es el menor su capacidad para contrarrestar la mencionada tendencia a la desescolarización de las niñas y los niños del barrio.