LOS
LIBROS NECESARIOS
Enrique Falcón
De un reciente Encuentro
de formación sociopolítica en Salamanca se me colma el
septiembre de abrazos y libros y es su lectura un aviso para quienes
suelan dormirse a mitad de la intemperie en nuestra realidad. Aquella
para la que la sede del nuevo poder es la mente de la gente (esto lo
escriba Manuel Castells en su monumental "La era de la información",
3 vols.) en esa batalla interminable en torno a los códigos culturales
de nuestra sociedad y en la que tantos compañeros -de libros
y de calles- están embarcados. Insobornablemente.
De bruces con ello, la edición por fin en castellano de la renovada
"New Left Review" donde Nancy Fraser, donde Judith Butler,
donde Chomsky y donde Petras, acarician la posibilidad de reconocer
la invisibilidad de nuestras cadenas, para así quebrarlas por
medio de la unión: ese proyecto de "civilización
frente al mercado" que Alex Callinicos nos ha recordado al enfrentar
dos textos clave para entender algo del futuro de la izquierda.
El primero de ellos, "La tercera vía" de Giddens, o
Blair, o Schröder, reconocimiento de una renuncia -la de los socialdemócratas
que marchan hacia la derecha mientras la cita reciente (este mes mismo)
en Praga convoque el sueño activado de otra izquierda, la más
resistente, la de las tripas, no menos lúcida. El segundo, los
"Contrafuegos" de Pierre Bourdieu, más cercanos a esas
mismas tripas y verdadero mensaje en la botella desde las movilizaciones
del 95 y la ocupación de la Escuela Normal Superior por parte
del movimiento de parados en el 98.
A medio camino del posibilismo de uno y el espíritu resistente
del otro, pregunta Alain Touraine "¿Cómo salir del
liberalismo?" y augura que estamos saliendo ya de una época
de transición liberal (...es mi voz la que aquí ahora
pudiera recordar el nombre de los muertos, el de los vulnerables y el
de los ninguneados de todo lugar, efectos olaterales de los "ajustes"
de dicha transición). O es Touraine entonces el que escribe que
si hoy nos sometemos a los intereses del capitalismo financiero estaremos
preparando un siglo todavía más violento y militarista
de lo que haya podido ser el XX: se me vuelve a ocupar la voz en los
escenarios contemporáneos de la matanza, donde el sueño
no vencido de los pobres, donde la verdad, donde los abrazos.
Y también la propuesta abierta que Cohn-Bendit, Mendiluce, repiensan
en su "Tercera izquierda", para la que prometen encuentro
(diciembre del 2000) de los Estados Generales de los Ciudadanos Progresistas.
Acoger entonces la propuesta si la mano izquierda abre la de Marta Harnecker
de hacer posible lo imposible ("La izquierda en el umbral del siglo
XXI") en el marco más amplio de entender la política
como el arte, no de lo posible, sino de construir la fuerza social capaz
de cambiar la realidad y hacer posible para el futuro lo que hoy nos
parece inédito.
En ello estamos: los abrazos y su sueño de camisas, el espíritu
más crítico contra el descanso, la resistencia a simplificar
las cosas y hasta la lectura -contrastable con la presencia de lo que
la gente nos jugamos en la calle- de los libros necesarios. Contra la
pereza.
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