Derechos para Tod@s
Número 18
enero - febrero 2004




MUMBAI: AIRES NUEVOS PARA EL FORO SOCIAL MUNDIAL


Josep Maria Antentas

El IV Foro Social Mundial ha sido un éxito político indiscutible, y así lo testimonian los comentarios e impresiones de casi todos sus participantes. Hacer un balance de un acontecimiento y un proceso como el FSM es siempre difícil, debido a su complejidad, y más cuando se desarrolla en un contexto político, social y cultural desconocido para muchos de nosotros. A pesar de todo, me gustaría apuntar algunos elementos de balance, en base a la experiencia vivida, a las explicaciones dadas por miembros destacados del comité organizador indio, a los intercambios de opiniones con otros colegas participantes en el foro, y a los análisis in situ hechos por quienes más parecen conocer los entresijos de la realidad india y del proceso del FSM.

El proceso del FSM en India

Uno de los aspectos mas significativos del proceso preparatorio del FSM en India ha sido la amplia dinámica unitaria que ha generado entre organizaciones y grupos de naturaleza muy distinta, consolidando y profundizando una tendencia que comenzó con la preparación del Foro Social Asiático en la ciudad India de Hyderabad en enero del 2003. A tenor de lo que explican los miembros del comité organizador indio y quienes están familiarizados con la realidad de este país, tradicionalmente existía una cierta capacidad de trabajo unitario entre organizaciones similares (sindicatos, movimientos campesinos...) pero que coexistía con una fuerte división y relación conflictiva entre organizaciones distintas, como por ejemplo entre ONG y sindicatos, o entre los movimientos populares de inspiración gandhiana no vinculados a ningún partido político y los frentes de masas de partidos de izquierda, etc.

El proceso del FSM ha permitido generar una dinámica unitaria que rompe las barreras y compartimentaciones anteriores. El espectro de organizaciones integrantes en el comité organizador indio ha sido muy variado (movimientos campesinos, sindicatos, movimientos contra la privatización del agua, ongs, los dalits (intocables), los partidos de la izquierda radical, de procedencia mayoritariamente maoísta...). Sólo ha quedado fuera un pequeño núcleo de organizaciones campesinas ligadas a un sector del maoísmo, que organizaron el evento Mumbai Resistance al lado del recinto del FSM, y otro grupo de organizaciones campesinas autónomas que impulsaron el Encuentro de Movimientos Populares, ambos de dimensiones modestas.

Todavía es pronto, como señalaba Pierre Rousset, uno de los extranjeros que mas directamente ha seguido el proceso preparatorio, para saber si el proceso del FSM y esta dinámica unitaria ha arraigado bien en India, aunque hay indicios que apuntan en dirección afirmativa, como la preparación de la jornada del 20M contra la ocupación de Irak, o la decisión
de los sindicatos indios de anunciar el próximo 24 de febrero en ciudad de Mumbai la convocatoria de una Huelga General en todo el país.

Perfil y composición del FSM

El perfil y composición de este IV FSM, que con sus aproximadamente 125.000 participantes ha sido el más masivo de todos, ha presentado varias novedades en relación a las ediciones anteriores. Como casi todo el mundo ha señalado, este foro ha permitido realmente dar un salto cualitativo fundamental en el proceso de internacionalización del FSM, cuyos participantes eran
hasta ahora esencialmente latinoamericanos, europeos y norteamericanos. Mumbai ha permitido la integración de los movimientos indios y de un amplio número de países asiáticos, sobre todo del sureste y este del continente. Este cambio sustancial en la participación y composición del foro ha quedado reflejado también en las temáticas que han dominado en el mismo. A las problemáticas ya abordadas en ediciones anteriores, esta vez desarrolladas bajo la forma que toman en India, se han añadido las especificas de la realidad india y asiática.

El formato del foro, fue bastante similar al de la III edición, con algunos cambios en las grandes conferencias, una parte importante de las cuales fueron organizadas por los movimientos y las organizaciones participantes en el foro, y no directamente por el comité organizador del FSM y el Consejo Internacional. Aunque a veces pareció que el foro estaba más fuera de las conferencias y seminarios que dentro, ante las continuas manifestaciones, marchas, y cantos protagonizados por los movimientos indios y asiáticos desde el primer hasta el último minuto. Para muchos movimientos, esta fue la mejor forma de expresarse durante los días del foro, más que asistiendo a los debates.

Otra novedad positiva ha sido precisamente la alta visibilidad de los movimientos populares indios, de los "pobres" y los sectores sociales mas desfavorecidos, como los dalits (los intocables). Hay amplio consenso en señalar que este ha sido el foro social donde la visibilidad de los "pobres" y los sectores populares ha sido más fuerte que nunca. Este ha sido, además,
el FSM con menor perfil institucional de todos. Realizado en una ciudad gobernada por la derecha reaccionaria, donde la izquierda es en general débil, el esfuerzo organizativo, logístico y político para preparar el foro no contó con ayuda alguna de las instituciones indias. El comité organizador indio, tomó además, decisiones ejemplares como la de rechazar la ayuda financiera de instituciones como la Fundación Ford, contribuyente de los foros anteriores. Otra vez, la tan alabada "unidad y radicalidad" de Florencia marco el foro enteramente.

La coordinación de los movimientos sociales

Durante el foro se realizaron, como cada año, asambleas diarias de movimientos sociales, esta vez llamadas "asamblea de activistas", para evitar equívocos con las organizaciones indias, ya que en India el término "movimiento social" tiene un significado mucho más restringido del que posee en otras partes del mundo, refiriéndose solamente a un tipo especifico de movimientos, aquellos movimientos populares no vinculados con ninguna organización política. El termino "activistas" tenia un carácter mas inclusivo, bajo el cual podían reconocerse todas las distintas realidades, organizaciones y luchas existentes en India. Hubo también coordinaciones temáticas importantes como la de la campaña internacional contra la Guerra de Irak, que reunió a un amplio espectro de las coaliciones antiguerra existentes en el mundo.

Los movimientos que decidieron impulsar el año pasado una Red Mundial de Movimientos Sociales realizaron tres grandes debates. El primero, un balance de Cancún, para analizar las debilidades y fortalezas exhibidas por los movimientos sociales en esta ocasión, con vistas a afrontar el próximo Encuentro Ministerial de la OMC en Hong Kong en otoño del 2004. Hubo bastante acuerdo en señalar que el proceso hacia Cancun había tenido una buena preparación en el terreno del análisis, del seguimiento de las negociaciones oficiales, de la presión a los gobiernos nacionales, pero en cambio había sido débil en el terreno de las movilizaciones, no solo en Cancún, sino sobre todo a nivel internacional. Las dificultades para organizar un día de acción global
contra la OMC, contrastan, como señaló Christophe Aguiton, con la fortaleza de las movilizaciones recientes en temas como la guerra de Irak, o el renacimiento de las luchas sociales en muchos países.

El segundo debate giró en torno al funcionamiento de la propia Red de movimientos. Se constató la necesidad de ampliar la composición de la misma e integrar a nuevas realidades, empezando por las indias y asiáticas, así como de abrir realmente un espacio internacional para la discusión estratégica entre los movimientos, un flanco hasta ahora muy débil. Finalmente, la Asamblea de Movimientos elaboró una declaración final, señalando los principales objetivos de movilización para este año, empezando por la jornada del 20M contra la ocupación de Irak, la cumbre de la OMC en Hong Kong, y muchos otros objetivos.

El punto mas débil de la coordinación de los movimientos fue la escasa asistencia y participación de los movimientos indios. Algunos de los miembros del comité organizador indio, como P.K. Murthy, nos señalaron que esta escasa asistencia se debió al desbordamiento organizativo de los principales responsables de las organizaciones indias durante los días del foro, así como a la novedad del proceso de coordinación mundial de movimientos sociales para las organizaciones indias, todavía poco metidos en la dinámica internacional.

La coordinación internacional de los movimientos sociales ha dado, en principio, un paso adelante en Mumbai, pero habría que esperar un tiempo hasta saber si los acuerdos tomados realmente permiten avanzar en la dirección deseada. Los retos parecen claros: ampliar la red, integrar la realidades indias y muchas otras ausentes, abrir un espacio internacional para el debate estratégico, y estar a la altura de lo necesario en las grandes citas de este año.