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Número 13
marzo 2003. Especial guerra Iraq




"LOS HOSPITALES ESTÁN REPLETOS"
Parece que los británicos y estadounidenses no diferenciaran entre los blancos civiles y los militares. Parece que estuvieran eligiendo las áreas más pobladas de Bagdad

Sobhi Haddad, corresponsal del Servicio Árabe de BBC

31 de Marzo de 2003

La capital iraquí volvió a ser sometida este lunes a intensos bombardeos, que según fuentes médicas iraquíes dejaron, sólo esta mañana, por lo menos cuatro muertos y decenas de heridos en el distrito Al Amin.

Los últimos ataques alcanzaron otra central telefónica, el ministerio de Información y un palacio perteneciente a uno de los hijos de Saddam Hussein.

La escena en los hospitales de Bagdad son "espantosas, no hay palabras para describirlas", según relata el periodista iraquí Sobhi Haddad, corresponsal del Servicio Árabe de la BBC en la capital iraquí.

Haddad vive en Bagdad con su esposa Neriman y sus hijas de 4 y 11 años. Desde el comienzo de la guerra él y su familia han venido relatando a BBC Mundo el día a día de la capital iraquí bajo las bombas.

"Hubo un bombardeo intenso sobre Bagdad durante toda la noche y también hoy por la mañana. Los misiles cayeron muy cerca de donde vivo, en el norte de Bagdad.

"No tengo palabras para describir lo que vi en el hospital".

Parece que los británicos y los estadounidenses no diferenciaran entre los blancos civiles y los blancos militares. Parece que estuvieran eligiendo las áreas más pobladas de Bagdad.

Mi casa se sacudió varias veces por los bombardeos, las ventanas vibraban. Cayeron al menos 15 misiles. Ésta es un área residencial, poblada mayoritariamente por profesores universitarios, intelectuales, que no tiene nada que ver con los militares.

Ruido ensordecedor

El otro día visité el hospital y vi cientos de niños, mujeres, ancianos y hombres jóvenes. Los hospitales están repletos de heridos, algunos con heridas muy serias. Algunas personas estaban en estado de shock.

El ruido era ensordecedor dentro del hospital: niños gritando, llorando. Las madres los acompañaban, algunas estaban heridas también. Había niños que habían perdido a sus madres. La escena era espantosa, no tengo palabras para describirla.

Los médicos me contaban por ejemplo sobre un niño de 10 años muerto por un misil. Su padre escuchó el sonido del impacto del misil contra la casa y cuando corrió hacia ella encontró a su hijo muerto.

Otro iraquí me dijo que su hermano de 23 años y su sobrino de 7 fueron muertos. El niño murió camino al hospital. Otro señor encontró a su hijo de 12 años muerto, su cuerpo hecho pedazos por la explosión.

Ahora puedo escuchar a los B-52 volando sobre nuestras cabezas. No puedo dormir, estoy con gripe y los misiles caen cerca de donde yo vivo. Mis hijas están aterrorizadas".