Derechos para Tod@s
Número 1
agosto-septiembre-octubre 2000


 

La ciudadanía exige democracia participativa y la anulación de la Deuda Externa

Pepe Mejía, de la Plataforma 0,7 
 

Más de un millón 300 mil ciudadan@s participaron en la Consulta Social sobre la Deuda Externa que organizó la Red Ciudadana por la Abolición de la Deuda Externa, que aglutina a más de 1.200 organizaciones sociales vinculadas a la ecología, feminismo, vecinos, solidaridad, zapatistas y cristianos de base, entre otros. 

La experiencia, única en el Estado y que sepamos en la Europa del capital, constató la irrupción de la ciudadanía ejerciendo la democracia participativa y cuestionado la democracia formal. Por otro lado, ha servido para dar un nuevo impulso a las organizaciones sociales y al trabajo en red. Finalmente, la Consulta ha colocado a la deuda externa y la realidad de los países del Sur en eje de movilización y emplazamiento al Gobierno. 

El Estado, a través de sus brazos incluido el armado, se movilizó para frenar esta iniciativa nacida desde la propia ciudadanía. La Junta Electoral Central y los diferentes cuerpos de seguridad del Estado fueron los más activos. La campaña se realizó a pesar de los fuertes condicionantes. Los medios de comunicación no reflejaron fielmente el trabajo en los nodos locales y regionales, que fue la base del éxito. Los medios estuvieron más atentos al circo que habían montado los partidos con el único objetivo de salir medio minuto en directo en el telediario de turno. 

Desde la Red y en el pequeño espacio de cinco meses, con 25.000 voluntari@s en la organización, se hizo un trabajo consciente y planificado de sensibilización previo a la Consulta. En lugares en donde se partía desde menos cero -caso de Galicia- los resultados han sido espectaculares en participación, tanto en la misma Consulta como en aglutinar a gentes en la organización. 
Por otro lado, en el transcurso de la Consulta Social hubo diversas y "sabrosas" incidencias. Por ejemplo, en un barrio de Madrid, apoderados del Partido Popular se presentaron en las mesas con sus credenciales colgando del pescuezo y blandiendo una copia de la resolución de la Junta Electoral Central, conminando a los voluntarios a levantar la mesa. En otro caso, hubo policías que participaron votando y también aquel Guardia Civil que en una localidad de la sierra madrileña advertía a los que llevaban camisetas con el logo "DEUDA EXTERNA ¡BASTA YA!", que podía constituir "delito electoral". 

Pero también hay que destacar que hubo resistencia social. En Córdoba, la última urna que sobrevivió a la escalada represiva fue rodeada espontáneamente por los ciudadanos y no permitieron que la policía se la llevara. En otra localidad, esta vez en Catalunya, la gente metió las urnas en sus portales e impidió que la policía accediera a sus viviendas. Y así hasta llenar las páginas de esta revista... 

Uno de los factores que ha incidido en el éxito de la campaña -hemos salido hasta en dos oportunidades en la revista del corazón Pronto- ha sido la pluralidad. En la Red coexisten diversas tradiciones y experiencias y también muchas gentes que se inician en la acción social. Jóvenes y no tan jóvenes han sido los protagonistas de este hecho que, aunque inédito, también ha generado contradicciones. Por ejemplo, dentro de la Iglesia ha habido sectores muy activos en contra de la Consulta. Sin embargo, muchas de sus bases estaban y están trabajando en la Red. Las contradicciones también se han reflejado en el diseño de las acciones más espectaculares y de envergadura. No es lo mismo salir con globitos de colores en la Puerta del Sol que plantear la ocupación de un banco. Pero en la variedad y la discusión está la riqueza y las perspectivas son muy buenas. 

En todos sus aspectos, la campaña está resultando alternativa. En la organización: la descentralización y la autonomía de los nodos locales y regionales ha sido absoluta. El trabajo horizontal ha sido fundamental. Sin embargo, la participación de las distintas organizaciones integradas en la Red ha sido desigual y porque algunas de ellas su estructura organizativa les dificultaba trabajar en Red. El compromiso personal y la responsabilidad individual han sido elementos determinantes a la hora de sacar adelante la campaña. 

La Red ha conseguido el apoyo de numerosos intelectuales, artistas, organismos internacionales como la ONU y la prensa internacional. Su repercusión en países de América Latina y África está por ver pero ha sido una experiencia seguida por miles de personas a través de intemet. 

El cuestionamiento del sistema -no por coincidencia se hizo la Consulta el mismo 12 de marzo- desde la ciudadanía es el hecho más destacable. Pero también el hecho de que esta iniciativa coincida con el amplio sentir de la población en su rechazo a participar en esta democracia formal. El nivel de abstención ha sido significativo en las elecciones generales. La Consulta Social ha hecho reflexionar a más de un partido y no sólo de izquierda. Conseguir movilizar a miles de personas por un tema que afecta a más de la mitad de la población mundial indica la importancia y la credibilidad que ha ganado la Red Ciudadana. 

Pero, ¿cuáles son las perspectivas? En primer lugar, hacer una valoración más profunda, reforzar la Red invitando a más colectivos, invertir en formación de cuadros, desterrar actitudes sectarias y/o excluyentes, preparar el diseño de la campaña en su etapa de presión política de cara al Gobierno, partidos políticos, banca y organismos internacionales, estudiar las posibilidades de seguir movilizados en torno a otros temas que también interesan a la ciudadanía: inmigración, Tasa Tobin, transgénicos,... 

En las actuales circunstancias, en la que se constata que no hay alternativas políticas partidarias de oposición al sistema y al gobierno de turno, iniciativas ciudadanas como la que estamos comentando cobran una especial relevancia. Juntos tenemos que levantar ese bloque de resistencia social a las políticas neoliberales e insolidarias. 

En conclusión, ha nacido una plataforma interesante para articular y potenciar las redes sociales y tenemos la oportunidad de conseguir que la ciudadanía sea la protagonista. En eso andamos.