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EL TRIBUNAL DE LA EX YUGOSLAVIA SENTENCIA QUE LA VIOLACIÓN ES UN CRIMEN CONTRA LA HUMANIDAD Y QUE SUS PERPETRADORES HAN DE SER CASTIGADOS AL MARGEN DE SU LUGAR EN LA CADENA DE MANDO

Comunicado de Prensa. Sala II de 1ª Instancia. Tribunal Penal Internacional para la Ex Yugoslavia - JL/P.I.S./566-e - La Haya, 22 de febrero de 2001.
Traducido del original en inglés por el Equipo NIZKOR


Sentencia de la Sala II de primera Instancia del ICTY en el Caso Kunarac, Kovac y Vukovic:
Dragoljub Kunurac condenado a 28 AÑOS; Radomir Kovac condenado a 20 AÑOS; Zoran Vukovic condenado a 12 AÑOS

- Se trata de las primeras condenas pronunciadas por el Tribunal Penal Internacional para la Ex Yugoslavia (ICTY) estableciendo que la violación es un crimen contra la humanidad.
- La Sala II de primera Instancia concluyó que la violación fue "usada por los miembros de las fuerzas armadas serbo-bosnias como instrumento de terror"
- Se trata de las primeras condenas por esclavitud en cuanto crimen contra la humanidad.
- La Sala II de primera Instancia también declara que "los oportunistas al margen de la ley no han de esperar clemencia, sin importar a estos efectos cuán baja sea su posición en la cadena de mando".

A continuación se facilita el texto completo del resumen de la Sentencia de la Sala II de Primera Instancia, pronunciado por el magistrado juez presidente Florence Mumba en la vista para sentencia que se celebró hoy:

Hoy, la Sala pronuncia su sentencia en el procedimiento que se sigue contra los acusados. Se entregará el texto completo a las partes. Leeré solamente un resumen y la parte dispositiva.
Los tres acusados, serbios, han sido acusados por la Fiscalía de violaciones a las leyes o costumbres de la guerra y de crímenes contra la humanidad: violación, tortura, esclavitud y ultraje a la dignidad personal.
Participaron en una campaña serbia que se desarrolló en la jurisdicción del municipio de Foca desde principios de 1992 hasta aproximadamente mediados de 1993. La campaña era parte del conflicto armado entre fuerzas serbias y musulmanas en la región de Foca, conflicto que existió durante todo el tiempo material correspondiente a los cargos que se formularon contra los acusados.
Entre otras, una de las finalidades de la campaña consistió en limpiar la zona de Foca de musulmanes; en ese aspecto, la campaña fue exitosa. Hasta el nombre del pueblo fue limpiado.
El nuevo nombre que se le dio a Foca fue Sbrinje, y ahora se encuentra en el territorio de la República Srpska. En la actualidad, apenas quedan unos pocos musulmanes en Srbinje.
Uno de los blancos de la mencionada campaña, aparte de las fuerzas armadas musulmanas, lo constituyeron los civiles musulmanes. En el presente caso, especialmente las mujeres musulmanas.
El método empleado fue principalmente la expulsión por medio del terror.
A nivel general, el terror se manifestó en la destrucción violenta de los símbolos religiosos musulmanes. Todas las mezquitas de Foca fueron dinamitadas y sus ruinas arrasadas.
Hombres y mujeres civiles musulmanes fueron acorralados en los pueblos de los alrededores de Foca, y hasta incluso en los municipios vecinos de Kalinovik y Gracko. Los hombres fueron separados de las mujeres y niños.
A menudo los hombres tuvieron que pasar por largos períodos de detención en la prisión KP Dom de Foca. Detención arbitraria. Algunos fueron maltratados cruelmente cuando fueron capturados. Otros fueron inmediatamente asesinados, muchas veces en presencia o bajo la escucha de sus familias.
Las mujeres y niños de la región de Foca fueron trasladados a puntos de reunión, tales como Buk Bijela, un asentamiento al sur de Foca. Desde allí, fueron transferidos en autobús a la escuela secundaria de Foca, donde fueron detenidos. Algunos de ellos fueron después llevados a otros lugares en y alrededor de Foca, como el Polideportivo Partizan, que estaba muy cerca de la comisaría de policía, y a casas particulares en Miljevina y Trnovace. Allí se encontraron con mujeres y niñas de los otros dos municipios.
En los lugares anteriormente citados el terror tomó otra dimensión más personal.

SOBRE LA VIOLACION SISTEMATICA COMO INSTRUMENTO DE TERROR SOBRE LA POBLACION CIVIL

El juicio contra los tres acusados ha sido llamado a veces "el caso del campo de violación", lo que no es más que un ejemplo de la violación sistemática de mujeres de otra etnia como "arma de guerra".
Es hasta cierto punto engañoso decir que la violación sistemática fue empleada como "arma de guerra". Dicho así puede entenderse como un tipo de acción concertada o una orden dada por las fuerzas armadas serbo-bosnias para violar mujeres musulmanas como parte de su actividad de combate en el sentido más amplio. No se ha presentado suficiente evidencia ante la Sala como para llegar a tal conclusión.
Lo que revela la evidencia es que las violaciones fueron usadas por miembros de las fuerzas armadas serbo-bosnias como un instrumento de terror. Un instrumento para cuya aplicación -en cualquier momento y contra quienes ellos quisieran- se les confirió rienda suelta.
Lo que revela la evidencia es que las fuerzas serbias fueron capaces de establecer y mantener un centro de detención para muchísimas mujeres musulmanas, como el polideportivo Partizan, junto al edificio de la policía municipal de Foca, de donde mujeres y muchachas jóvenes fueron regularmente llevadas a otros sitios para ser violadas.
Lo que revela la evidencia es que las autoridades sobre las que recaía la obligación de proteger a las víctimas, como la policía local que fue tomada por los serbios, hicieron oídos sordos a su sufrimiento. Más bien al contrario, ayudaron a vigilar a las mujeres, y hasta participaron en su maltrato cuando éstas se dirigían a ellos en petición de ayuda contra sus opresores.
Lo que revela la evidencia son mujeres y niñas musulmanas, madres e hijas juntas, a las que les fue sustraído hasta el último vestigio de su dignidad humana, mujeres y niñas tratadas como bienes, retazos de propiedad a disposición arbitraria de las fuerzas de ocupación serbias, y más concretamente, a disposición de los tres acusados.
Lo que revela la suma de evidencia, de manera manifiesta, es el efecto de una personalidad criminal en tiempos de guerra sobre indefensos miembros de la población civil:

- Las acciones de los tres acusados formaban parte de un ataque sistemático contra civiles musulmanes. Algunas de sus acciones, en tiempo de paz, indudablemente pueden ser consideradas como una forma de crimen organizado.
- Sabían del conflicto militar en la región de Foca, porque participaron en él en calidad de soldados en diferentes unidades.
- Sabían que uno de los principales propósitos de la campaña consistía en la expulsión de los musulmanes de la región.
- Sabían que una de las maneras de alcanzar este objetivo era aterrorizando a la población civil musulmana de modo tal que les resulte imposible retornar.
- También conocían el patrón general de crímenes que se cometían, concretamente la detención de mujeres y niñas en lugares diferentes en los que serían violadas. Las acciones de los tres acusados, tal cual se describirá más abajo, revelan más allá de toda duda razonable que éstos conocían de los centros de detención y de la práctica del traslado sistemático de mujeres y niñas a sitios donde serían sometidas a abusos por parte de hombres serbios.
- Los tres acusados no se limitaron a cumplir órdenes, si es que existieron tales órdenes, de violar mujeres musulmanas. La evidencia revela que su intencionalidad era voluntaria. Entre las mujeres y niñas detenidas había una que en aquel momento tenía sólo 12 años. No se ha sabido nada de ella desde que fue vendida por uno de los acusados. Las mujeres y niñas fueron, o dadas en préstamo, o "alquiladas" a otros soldados para el solo propósito de ser devastadas y abusadas. Algunas de las mujeres y niñas fueron retenidas en servidumbre mes tras mes.
Los tres acusados no son soldados ordinarios, cuyo sentido de la moral se viera simplemente diluido por los avatares de la guerra. Son hombres sin pasado criminal conocido. Sin embargo, prosperaron en el ambiente oscuro de la deshumanización de quienes se tiene por enemigo, cuando uno ni siquiera se pregunta, en palabras de Eleanor Roosevelt, "¿Dónde, al final de cuentas, empiezan los derechos humanos universales? En los pequeños lugares, cerca de casa...
" Los tres acusados, desde luego, no pertenecen a la categoría de los autores intelectuales, políticos o militares, que están detrás de los conflictos y atrocidades. Sin embargo, la Sala desea dejar bien claro que, aunque en estos casos ante este Tribunal, sea en general deseable procesar y enjuiciar a quienes se halan en los niveles más altos de poder, la Sala no aceptará que el hecho de detentar un rango bajo o ser un subordinado pueda usarse como forma de eludir el enjuiciamiento penal.
Los dirigentes políticos y los generales se encontrarían impotentes si la gente ordinaria se negara a llevar a cabo actividades criminales en el transcurso de la guerra. Los oportunistas al margen de la ley no han de esperar clemencia, sin importar a estos efectos cuán baja sea su posición en la cadena de mando. En efecto, es oportuno declarar que, tanto en tiempo de paz como en tiempo de guerra, los hombres con principios no abusan de las mujeres.
La sala presentará ahora su veredicto con respeto a cada uno de los acusados. (...)