Representantes
del Opus Dei han copado altos cargos en el Perú
Diario
"Liberación"
(Lima 31 de Enero de 2001)
Si bien la presencia de miembros del Opus Dei viene haciéndose
más notoria en los altos cargos eclesiásticos de esta
parte del mundo, lo cierto es que el ultraconservador grupo ya ha venido
copando a través de sus miembros la vida política de países
como el nuestro.
Así, tenemos dentro de la escena parlamentaria a gente como
Martha Chávez, a quien sus convicciones católicas no le
impidieron en cierto momento enfrentar la opinión del entonces
cardenal Augusto Vargas Alzamora, cuando éste se opuso a la re-reelección
de Alberto Fujimori.
De igual modo, Chávez se olvidó de toda piedad al
afirmar que aquellos manifestantes a los que se les dejó irrumpir
en el patio de Palacio de Gobierno hace tres años, "merecían
un balazo".
Otro "opusdeista" es el ex canciller Francsico Tudela;
el mismo personaje que en sus años universitarios en la Católica
encabezaba un grupo de tendencia fascista y quien le dijo a Álvaro
Vargas Llosa que el Perú necesitaba "un Pinochet" para
que se efectúe una "limpieza".
Tudela sería también quien, en un ejercicio de "piedad"
eminentemente opusdeísta, apoyó decididamente el indulto
a los asesinos paramilitares del grupo "Colina".
Bajo el argumento de "propiciar la unidad nacional", Tudela
se encargó de convencer a otros compañeros suyos en el
parlamento para que apoyen tal iniciativa. Uno de ellos fue Rafael Rey,
otro miembro del Opus Dei.
Éste, junto al periodista Arturo Salazar Larraín (también
adscrito al Opus), ha hecho suyas las banderas de la lucha contra los
métodos anticonceptivos, a los que parece considerar instrumentos
diabólicos.
En ese contexto, la distribución y promoción de preservativos,
por ejemplo, es para ellos sólo un mecanismo utilizado por grandes
empresas transnacionales para vender y experimentar sus productos.
Salazar Larraín es defensor de una peculiar tesis, que sostiene
que el Perú, en realidad, necesita más pobladores y no
un programa de control de la natalidad.
Otros personajes vinculados al grupo fundado por José María
Escrivá de Balaguer son los parlamentarios Luis Chang Ching y
Cecilia Martínez del Solar.
Fernán Altuve Febres, ex integrante de la alianza fujimorista
Perú 2000, integra por su parte la Asociación de la Santa
Cruz, ente que sería promovido por el Opus Dei.
El perfil es claro: el polémico grupo busca mentes hábiles,
de convicciones conservadoras, que sean capaces de llegar lejos y que,
desde su encumbrada posición, consoliden la hegemonía
de una tendencia ideológica que, a pesar de considerarse parte del catolicismo, contradice varios de los principios de esta iglesia.
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